CAPÍTULO OCHO: ¿Y ESTE...?

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Saludo a mis compañeros con miedo. Siempre he sido tímida, con todos, nada persona. Llegué a la escuela hace 3 años y el único amigo que tuve fue... Pensar en él me pone triste y furiosa. Fue hace tanto pero parece que hubiera sido hace una semana o ayer, su recuerdo, su voz, sus ojos.

Fue mi mejor amigo, pero el amor que tenía hacía él era profundo e inmenso, algo muy fuerte, como si fuera parte de mí, pero esa parte de mí ya no está en esta vida. Desde que murió he estado... desorientada, sola. Solo tengo a mi padre... mi padre, pensar en él me hace estremecer. Es un hombre ocupado, muy ocupado, siento que lo desconozco, ha desaparecido y, cuando aparece (si es que lo hace), es otro hombre; es como si hubieran puesto a mi papá en una máquina y lo hubieran mezclado con una persona que nunca en mi vida he conocido, manteniendo ciertas características.

Cuando me siento en mi pupitre me sumerjo en mis pensamientos y cierro los ojos. 

Recuerdo mis últimos días con Jace... como me hablaba de la vida y de la naturaleza, como se me quedaba mirando, tratando de ver en la profundidad de mis ojos, como me analizaba, como vivía cada momento conmigo. Es tan hermoso saber de que aún tienes algo de esa persona: Los recuerdos. No puedo tener nada más que hermosos recuerdos porque no puedo resucitar a los muertos, no puedo dar vida. Esto es lo que tengo. 

Luego está el chico Adren. Desde que entró me llamó mucha la atención, ojos celestes y cabello castaño, pequeñas y leves pecas salpicadas por su rostro, de cuerpo firme, y mirada perdida. Me sobresalté un poco al ver el aura de energía que brotaba de su ser, como un manto celeste transparente que lo envolvía. Eso sí que me sorprendió, puedo jurar que vi hacer eso a Jace una vez, pero fue breve. Siento que me conecté con él porque es como cuando le dices algo a alguien, lo escucha, y luego reacciona. Pues yo me acordé de Jace y vi como Adren volteó a verme. Sentí que me escuchó. Podría saber más si mi padre me dejara investigar más de mí, pero no, no lo hace. Me "protege". Una vez quise que me llevara como pasante al laboratorio pero no me dejó. 

Cuando me di cuenta de que tenía "poderes", mi papá me dijo que es una gran responsabilidad y que no es un juego, y que si lo tomo como uno me los quitará. Cada mes me saca unas inyecciones, primero me duerme y luego sustrae sangre. ¿Para qué? según él mide mi porcentaje de adrenalina. Es lo único que sé, que mi centro de energía es la adrenalina.

Un sonido me saca de mis pensamientos, seguido de una aparición inesperada. Un chico cae de el techo, en este hay como una especia de aura azul, como lo que vi en Adren cuando llegó. Lo veo caer de cara y estrellarse con el suelo, en el medio de dos carpetas. La clase se sobresalta y algunos gritan. La profesora para lo que está haciendo en la pizarra para voltearse y dar un leve suspiro. Me paro y me acerco a él.

-¿Adren?-Le pregunto anonadada. 

-Tú... tú eres Margo. ¿En dónde estoy?-Le pregunto y luego vomito.


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Margo me contó de que después de que entré en el salón, muchos se sobresaltaron, hasta se desmayaron. La profesora casi sale corriendo pero Margo la detuvo, la miró a los ojos y la convenció de que nada pasó y que solo fue un sueño, luego tuvo que recargarse (lo que hizo Stephen hace...¿unos días?) y después convencerlos a todos. Le tomó mucho trabajo y se debilitó mucho, luego todos se pusieron a trabajar y a continuar la clase. Prácticamente me arrastró a las afueras del colegio y me llevó a un bosque cerca. Y ahora estamos sentados en una rama gruesa caída. 

-¿Cómo te sientes?-Me pregunta y me revisa los ojos.-¿Puedes moverte, sientes todo en su lugar?

-Siento mi cerebro en mi culo y mi culo en mi cerebro, casi podría decir que es literal.-Le digo, dejando que el humor lleve el ritmo de la conversación.-Pero sí, estoy bien...-Le respondo y me doy cuenta de que sus ojos tiene el mismo tono de azul que los míos. Es muy hermosa, tiene el cabello rubio y una nariz respingada, cejas marcadas y pestañas ligeramente largas. Curvas por ahí y por allá.-¿Te puedo preguntar algo?-Le digo levantando una ceja.

Conectados: Conecta tu cuerpo al límite.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora