Posiblemente se estarán preguntando ¿esto a que va?; pero recuerden, todo tiene una razón... una respuesta.
Y para que se encuentren en la misma sintonía que yo, les contare con cada detalle lo que sucedió, unas semanas antes.
"temporada de calificaciones. Un título grotesco para cualquier estudiante, a nadie, o al menos en su gran mayoría le gustaba saber sus calificaciones finales, y yo me encontraba justo ahí, en la gran mayoría.
Me mate estudiando como jamás lo había hecho, sabia más que nadie que esos exámenes me salvarían el pellejo. Y me encontraba preparada y lista para todo, y en realidad, estaba demasiado confiada en pasar.
Pero a veces cuando te encuentras tan confiado, es cuando el golpe llega con mayor fuerza y te tira con mayor facilidad.
Recuerdo que solo mire mi boletín, y quede en shock. Decepcionada de mí misma, de lo patética que me veía, me encontraba rodeada de un mar de sonrisas, haciendo que aquel hoyo en mi pecho se hiciera aún más grande.
No necesitaba quedarme más tiempo en las instalaciones de la escuela. Tres calificaciones bajas fueron suficiente para que mi recurso fuera definitivo.
No valía la pena hacer más presencia en el salón. No valía la pena por demasiados motivos...
Camine, hasta llegar a un pequeño parque. Y justamente me senté en el columpio más cercano.
Era un nudo en la garganta demasiado grande, sentía que no podía respirar, mis ojos se empezaron a nublar... y termine por simplemente dejar caer poco a poco las lágrimas, tome el boletín y quedo arrugado, con un simple movimiento de mi mano.
Quería gritar, quería sacar el coraje que llevaba dentro, gritar hasta que ya no tuviera voz. Sabía que decepcionaría a mis padres, que mis hermanos me verían como una chica débil. Me sentía mal.
Y divagando en mis pensamientos buscando una respuesta, una señal de que todo estaría bien.
Sentí su mano tocando mi hombro, sacándome del trance que yo misma me había provocado. Y al voltear mire sus hermosos ojos café miel, que me volvían loca.
- ¿Peter?... ¿Por qué no estás en clases?
-la misma pregunta va para ti, ¿no crees? - Peter Everett me volvía loca desde bachillerato. Su forma de ser conmigo era única, inclusive contando que era el chico más guapo de preparatoria, y uno de los más guapos de la universidad.
-touché, Grand chevalier
-oui oui, belle dame- suele hacerse el tonto hablando francés, solo para verme sonreír. Y lo lograba bastante bien.
Después de aquellas pequeñas risas al aire, cada quien volvió a su cabeza
El miraba el cielo y sonreía. Yo, solo lo veía a él, tan sereno, tan pensativo...
- ¿quieres que te acompañe a casa? - no dije nada, solo asentí con la cabeza y me baje del columpio. Él se encontraba delante de mí, con las manos dentro de las bolsas de la chamarra, mirando con decisión el camino pavimentado que seguíamos a cada paso.
Había ocasiones en las que lo sentía bastante lejos a pesar de estar justamente a lado mío. ¿Por qué seria así de lindo conmigo?, de cualquier manera, me sentía bien con él, aunque nuestra relación solo se basaba en una amistad, que posiblemente no llegaría a más...
- ¿crees que exista un futuro para los dos? - justo ahí reaccione de nuevo. Y exactamente llegando a la puerta de mi casa
-claro, supongo que cada quien tendría su vida y...- el solo me miro y sonrió ligeramente
-vous êtes quelque chose de stupide belle dame- justo Después de esas palabras en frances, se acerco demasiado a mi -perdón Dinah, mañana me voy del pais a estudiar en otra universidad, así que, realmente vine a despedirme, pero sé que nos vamos a mantener comunicados y nos veremos de nuevo muy pronto.
-Peter... ¿Por qué? - yo estaba realmente confundida, triste y algo dolida
Me susurro al oído palabras que jamás pensé escuchar de él, y finalizo con un beso demasiado cerca de los labios, hizo un último contacto visual, se dio media vuelta y se fue sin mirar atrás. Siempre ha sido así. Muy decidido en todo.
Abrí la puerta y al entrar a mi casa, contemplé mi alrededor.
Me encontraba sola, de nuevo.
Subí al techo de mi casa y me senté a ver el atardecer, aunque sinceramente todo era borroso, ya que, el asunto de las calificaciones, nublaba mi vista.
"mama me matara" pensaba conforme el sol terminaba de ocultarse; y sin más remedio, me dirigí a mi habitación. Y al tumbarme en mi cama, mi mirada, se dirigía a cada rincón del cuarto. "además, soy un verdadero desastre"
-esta navidad será un asco...
Así es, navidad se acercaba más rápido que un rio desbordándose, y con cada fiesta navideña la familia venia a celebrar. Y por supuesto el tema de la escuela era algo demasiado tocado con cada integrante de mí familia. Así que el miedo me invadía mas de lo que se llegaran a imaginar.
E inclusive no era nada fácil decirles a mis padres sobre mis notas, ya que suelen tener bastantes expectativas sobre mi desempeño escolar. Y claramente sé que suena tan mínimo, tan insignificante, pero aun así es fácil bloquearme, simplemente no sabía cómo decirles ni lo más sencillo del tema, me consumía bastante la situación en la que me encontraba.
Y por obvias razones, comenzaba a deprimirme poco a poco, ya saben, aquel estado de animo en el cual no quieres hacer nada o, no quieres ver a nadie, llegue al punto en el cual, me costaba bastante sonreír, me costaba trabajo levantarme de la cama, y cuando lo hacía, solo era para cubrir mis necesidades diarias, incluyendo jugar un muy buen rato videojuegos.
mis padres, me veían horrorizados, por estar de ese modo, casi como si estuviera destruida completamente.
-Dinah. ¿Qué tal tu salida de la escuela? ¿estas emocionada? - en ese momento lo poco que me quedaba de vida se derrumbaba ligeramente.
Mi hermana sabía que la escuela no era algo que me alegrara, así que rápidamente cambio el tema.
-hija, recuerda que ese día te toca hablar sobre tus logros
Estaba confundida. Me levanté de la silla, agradecí la comida y volví a encerrarme en mi cuarto.
"¿logros?... aún sigo sintiéndome mal..."