Carta ocho.

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Querido P:

Que ironía que la vida te de un golpe para que bajes de tu nube y aterrices en la Tierra, volviendo así a aquella realidad de la que escapábamos.

Así como tú, que golpe tan fuerte el de ella ¿No? La verdad he de decir que, ninguno de nosotros se lo esperaba todos creían que ella sentía muchas cosas por ti ¡Hasta yo! Sin embargo creo que nos fiamos de lo que fingía.

Sigo sin entender porque lloraste.

Sigo sin entender porque me buscaste para consolarte.

Nunca sufras por alguien que ni siquiera sintió algo por ti y peor no hagas sufrir al que si siente algo por ti y que tú no te das cuenta

Desamor en cartasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora