Prólogo

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Me acerqué hacia ella e inmediatamente todo se volvió oscuridad, no veía absolutamente nada, estaba cegado totalmente, mi conciencia palpitaba una gran confusión; pero sabía lo que quería... llegar hasta ella, pero no lograba alcanzarla.

Poco a poco comienzo a retomar la conciencia y la visión, observo mucha gente contemplando a una persona con temor y tristeza. Me acerco hacia la persona que se encuentra tirada en el suelo, había gente alrededor de él.

Lo mejor de todo era que entre la multitud que se encontraban llorando estaba ella, mi sueño de amor. Me acerco despacio, tímidamente llego hasta su lado y la llamo, pero ella no contesta.

Yo estaba mal al verla llorar por esa persona que se encontraba en el suelo bocabajo, y no sabía quién era.

Le toco el hombro y no obtengo de ella respuesta, todavía no sé porqué me ignora. Capaz que estoy siendo muy atrevido por querer intentar hablarle en este momento tan difícil, pero no tengo otra opción.

Insisto nuevamente, pero nada pasa, me acerco a otra persona y tampoco me responde; es como que no estuviera y fuera una conciencia de alguna persona nada más.

Miro a mi alrededor y pienso; ¡Estoy solo!, nadie me habla, ni siquiera me miran, siento que es triste la escena, pero no veo motivo para que se me ignore. Todos se alejan de la persona, incluyendo ella, llega una ambulancia, me acerco a la persona y veo que lo levantan del suelo y... ¡ por fin vi su rostro!.

Lo contemplo por un momento, se me empañan los ojos y siento correr por mi mejilla una lágrima. Ahora me doy cuenta el motivo de tristeza y el porqué se me ignoraba.

La melancolía se esparció por el cielo, tornándolo de gris perla, inmediatamente comenzó a llover, empecé a caminar solo y sin rumbo.

Siento que lentamente todo se apaga como en el momento en el que me acerqué a ella; respiro profundo, cierro los ojos, ahora me encuentro en otro lugar...






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