Capítulo: 9 El diario de Noa

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"El mejor tipo de amor es aquel que despierta el alma y nos hace inspirar a mas, nos enciende el corazon y nos trae paz a la mente.Eso es lo que tu me has dado y lo que esperaba darte siempre. Te quiero y ya nos veremos"

Nicolas Sparks.

Habían pasado ya tres semanas desde aquel día de la reconciliación. Ben y yo lo llevábamos genial. Nos veíamos casi cada día en la universidad y por la noche pasaba por mi trabajo. Otras veces íbamos a cenar juntos y otras a mi casa. Nunca a la suya. Me parecía muy raro que no hubiéramos ido allí nunca. Quiero decir sería mejor, ¿no? Podríamos estar completamente solos y mucho más libres que en mi piso. Por mucho que Sofía intentaba dejarnos solos y ser discreta no podía pasar todos los días fuera de la casa.

- Oye, Ben. ¿Por qué nunca vamos a tu piso? Estaríamos más cómodamente allí, ¿no crees?

- No, Kate, no es una buena idea. Mi piso no es un lugar acogedor.

- No lo entiendo, Ben. Parece que por alguna razón no quieres que vaya allí.- le digo un poco molesta. ¿Por qué siempre me lo niega?

- No empieces, Kate. No pienses cosas raras.

- Entonces vayámonos esta noche – insistí yo.

- Está bien. Esta noche te llevaré a mi piso.

Aquella misma noche pasó a recogerme del trabajo y fuimos a su piso. Era un bloque de pisos muy bonito. Todos los pisos disponían de unos balcones gigantes y unas vistas a la ciudad increíbles. Cuando entré en me quedé sin palabras por lo lujoso que era. Todo parecía muy caro, sacado de las páginas de una revista de decoración. De todas formas Ben tenía razón. No era un lugar acogedor y no me gustaba. Parecía la habitación de un hotel más que un piso. Lo único humano que había era la biblioteca de Ben, llena de un montón de libros maravillosos algunos de los cuales primeras ediciones. Uno en particular me llamo la atención. - ¡No puedo creer que tienes este libro! – dije quitando de la estantería: ¨La vuelta al mundo en 80 días¨.

-¿Y por qué no? Es un libro muy conocido.

- Mi padre me lo había regalado cuando cumplí los 10 años. Es un libro muy especial para mí. Lo leí solo una vez pero todavía lo recuerdo como si fuera ayer. Un año después de que me lo regalara lo presté a una amiga que vivía al lado. Le pedí que lo cuidara muchísimo porque era muy importante para mí pero su familia se mudó antes de que me devolviera el libro y lo perdí para siempre.

- Mira, haremos una cosa. Sé que no es el mismo que te regaló tu padre pero te dejo el mío. Así recuperas tu libro perdido y yo tendré la satisfacción de haberte regalado algo que realmente te gusta.

Le abracé muy fuerte. Y le di un beso para agradecerle.

- Eres adorable, Ben. El mejor novio – le dije sintiéndome bendita por este hombre generoso que tenía a mi lado. Le quería mucho. No porque me regalara cosas. Eso era lo de menos sino porque era el que era. El hombre más bondadoso y dulce del mundo. Porque siempre aparecía cando lo necesitaba y sacaba lo mejor de mí. Porque cuando me miraba me podía ver a través de sus ojos tal como él me veía. Perfecta. Adoraba este hombre porque era él.

Siguió enseñándome el piso. La cocina era grande y con unas encimeras que cada mujer desearía. En su habitación yacía una cama súper grande y parecía de lo más cómoda aunque los colores me imponían sentimientos negativos. Todo demasiado oscuro. Ni una sola foto o algo que declarara que allí vivía alguien. Por último dejo el baño. El baño más grande que había visto en mi vida. La bañera me encantó y le pedí a Ben que usáramos el jacuzzi más tarde.

Al final del pasillo había otra puerta pero Ben no me llevó hasta allí. Ni siquiera mencionó nada sobre aquella habitación como si no existiera.

Sin ti siempre es de nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora