Capítulo: 5 Tres metros sobre el cielo

143 10 0
                                    

Tres metros sobre el cielo

¨Y de repente, ocurre: algo se acciona. Y en ese momento sabes que las cosas van a cambiar, y han cambiado. Y que a partir de ahí ya nunca volverán a ser lo mismo, nunca. Y cuando ocurre, lo sabes¨

Federico Moccia

El viernes por la tarde después de regresar del trabajo Sofía ya se había ido. El piso era diferente cuando no estaba. Demasiado silencioso. Entré en mi habitación y me sorprendí al encontrar una pequeña caja sobre mi cama, envuelta en un papel de color de plata y un lazo rojo. También había una tarjeta:

Para mañana! La necesitarás. Pásatelo bien, guapa.

Un beso,

                                Sofía!

Abrí la caja y al ver el contenido me puse colorida. Dentro había un juego de ropa interior negra. Un juego muy elegante y sexy a la vez. Era de seda y alrededor había encaje. La parte de abajo demasiado pequeña para mi gusto pero debía admitir que era buenísimo. Sofía tenía un gusto peculiar pero esta vez había dado en el clavo. En la misma caja también había un par de condones y un post-it pegado sobre ellos:

Por si acaso no lleva él!  ( Y una carita sonriente!)

Mi amiga había pensado en todo. Menos mal porque yo andaba tan estresada que no era capaz de pensar en nada. El día anterior de la cita hasta me había llevado a un centro de estética para que me depilaran. Nunca antes lo había hecho porque solía usar la cuchilla y la verdad es que a pesar del dolor que sentí lo pasamos muy bien. Nos hicieron un masaje de veinte minutos, un tratamiento facial y nos ofrecieron un zumo con frutas antioxidantes. Al salir de allí me sentía muy relajada y con un aire de renovación.

El sábado por la mañana tuve que trabajar. Regresé a casa después del mediodía e intenté dormir unas horas para que estuviera fresca por la noche pero no pude. Estaba bastante nerviosa. Sin embargo me quedé acostada en mi cana imaginando que podía pasar en la cena con Ben.

Alrededor de las 5 empecé a preparar la cena. Había elegido un suflé de cuatro quesos como primer plato y canelones con carne picada y bechamel como plato principal. Para postre tiramisú.

Tardé unas tres horas en prepararlo todo y limpiar la cocina. Después puse la mesa. Use un mantel blanco, un corre mesas morado, mis platos favoritos, blancos con unas pequeñas flores rosas y unas cuantas velas.

Cuando ya tenía todo preparado me fui a bañar. Al salir del baño puse mi body lotion favorita y me eché un poco de mi aroma de siempre. Burberry weekend. Recogí mi pelo en un moño flojo dejando unas mechas libres, me maquillé y llevé un vestido negro sin tirantes, bastante corto y unos zapatos del mismo color.

Ben llegó a las 9.30 tal y como habíamos acordado. Tan puntual como siempre. Llevaba un pantalón marrón con una camisa azul marino y una chaqueta del mismo color pero un poquito más claro. Era muy elegante. Me entregó un ramo de flores y una botella de vino tinto. Nos saludamos con dos besos en las mejillas y después él me miro arriba abajo.

- Kate, incluso si hubiera una posibilidad de que te viera como amiga después de lo que acabo de ver ha desaparecido. ¡Estás guapísima! Pareces diferente, espléndida. Ese vestido te queda genial.

- Muchas gracias, Ben. Me alegro de que te guste. ¿Quieres beber algo? - sus comentarios me ponían nerviosa y quería distraer su mirada de mi cuerpo porque me sentía incomoda.

- No, gracias - dice mirando a su alrededor. - Me gusta tu piso.

- ¿De verdad? Yo lo encuentro aburrido.

Sin ti siempre es de nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora