Capitulo 1.

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Las imagenes de una chica arriba de Christian mientras se movia freneticamente No salen de mi mente.  ¿Qué sucedió con todos los ‘’te amo’’? ¿Con los ‘’nunca te seré infiel’’?

Ahora me encontraba destruida en un local, con tres vasos de vodka a mi lado un aburrido y maldito viernes por la noche. Sola, con lágrimas en los ojos pedía uno que otro trago, jamás había tomado tanto, pero no lo necesitaba, por lo menos para olvidar unas horas aquellas imágenes.

No me importaba quién me estaba mirando, o quién estaba pensando.

-          Oh, pobre chica.

No me importaba. Ahora solo necesitaba olvidar el engaño y dolor que sentía. Yo amaba a Christian, mi novio desde hace dos años. Lo peor fueron las explicaciones que me dio, del porqué lo hizo. Un simple ‘’Lo necesitaba Jade, soy hombre’’ Salió de sus labios.

Uno más, y otro vaso más. Así se resumía mí entretenida noche. 10 llamadas perdidas de mi mejor amiga, 23 llamadas perdidas de Christian y 7 llamadas perdidas de mi hermano mayor. No quería saber de nadie y menos de Christian. Y sin más, me puse a llorar, tal y como cuando una niña pierde su muñeca favorita. No sé cuantos minutos pasaron, ni sé cuantas horas, pero ya estaba fuera de mi misma, escuchaba la música resonar en mis oídos, los gritos de chicos y chicas a los lejos; Las lagrimas escurrían por mis mejillas.

Un chico de unos 20 años, creo yo; se acerco a mí y me hablo. Por lo menos de lo que pude entenderle.

-          Hola ¿estás bien?  .- Pregunto.

-          Lo estaba hace unas horas. – Lo mire, no era nada feo.  – Pero. –Las lágrimas seguían cayendo por mis mejillas. –Que tu novio te engañe no es nada lindo.

-          Oh, lo lamento. – Dijo mirándome a los ojos.

Narrador Omnisciente.

-          Mi nombre es James. – Dijo este chico de aproximadamente 1.75, cabello castaño hacía arriba, ojos pardos. Jade aunque estuviera tan borracha, podía distinguir lo lindo que era ese chico. – James Daltrey.

-          Lindo nombre. – Respondió Jade, claramente no estaba en sus cinco sentidos, ella nunca diría eso de alguien que apenas conoce. James la miro delicadamente, era una chica preciosa. –Penso. -¿Quién sería el imbécil que desperdicio tal hermosura?

Ella levanto su mano y el barman vino con otro vodka. James frunció el ceño cuando comenzó a mirar todos los vasos. Claramente quería emborracharse y perder el conocimiento, y lo estaba logrando.

-          Si sigues tomando así, no podrás levantarte.- Le dijo James.

-          Tal vez eso quiero. –Respondió dura.

-          No es bueno. –Trato de quitarle el vaso, ella negó.

-          Lo necesito…- Susurro con lágrimas en los ojos, cosa que hizo que el corazón del castaño se detuviera un segundo.

-          No lo necesitas.- Le susurro de vuelta. Esa chica lo había cautivado.

-          ¡Hey, James!  .- Lo saludo un chico y se acerco a él.

-          Hola Gabriel.- Saludo mirándolo un momento para después volver a mirar a la castaña de cabello largo mientras se llevaba un nuevo trago a la boca.

-          - ¿Quién es ella? -Pregunto.

-          No lo sé. –Susurro James.

-          No la conoces y ya la has emborrachado? . –Bromeo el chico.

-          No jodas Gabriel. – Le tiro una mirada fulminante.

-          Lo siento. Lo siento. Pero… ¿la dejarás así? ¿Recuerdas que tenemos una fiesta? . – Le dijo como apurándolo. James frunció el ceño.

-          ¡Estás loco! No la dejaré así.

-          ¿Te la llevarás a tu casa? – Volvió a bromear, ahora James le tiro una mirada casi asesina.

-          Pasame las llaves de mi auto. – El chico se las paso. – Ahí ves como te vas.- Río.

-          Ya veré como… - Menciono cuando James le quito el vaso a la chica pero ella seguía pidiendo más trago.

-          No le de más.- Le ordeno James al barman mientras él se acercaba a la chica con otro trago.- ¿Qué quiere? ¿emborracharla? Imbécil….-Susurro cuando se dio cuenta las miradas que le lanzaba el barman a la chica.

-          Oye… -Le dijo Jade. - ¿A dónde vamos? –Pregunto mientras reía, apenas se podía mantener en pie. Con ayuda de su amigo Gabriel la subieron al auto.

-          Escúchame. –Le dijo James a la chica mirándola directo a los ojos. – Ya te dije que me llamo James, necesito saber como te llamas y donde vives, no pienso dejarte acá.

-          Ja..Jad…-Decía riendo la chica.- Jade, me llamo Jade.

Entre balbuceos logro decirle la calle en la cual vivía. James se subió al auto despidiéndose de su amigo y la llevo hasta su casa.

-          Hogar dulce hogar.- Decía la chica mientras reía a carcajadas. James abrió la puerta del departamento con las llaves que hace escasos segundos le había pasado la chica.

-          No estás bien…. –Susurro James cuando la chica se colgó a su cuello para no caer.

-          Tu estas…. Muy, muy bien. – Decía mirándolo entre risas, se mordió el labio. –Estas mejor que mi novio.- El río.

-          Gracias. –Le dijo tomándola entre sus brazos para entrar a una habitación, en la cual supuso que dormía ella. La dejo en la cama. – Ya estás acá nena.- Le susurro, en menos de lo que se dio cuenta, la chica estaba profundamente dormida. – Mmm, ya mañana no acordarás de mi. La examino unos segundos más… Preciosa, era preciosa.

Cualquier idiota se hubiera aprovechado de ella ahí. Hasta él si fuera como esos imbéciles, pero no lo era. Sonrió cuando vio su respiración tan pausada y tranquila.

-          ¿Quién será ese idiota que te engaño …. Jade? . – Dijo en voz baja antes de irse de la habitación. El ya había cumplido, estaba sana y salva. Y él había conocido a una chica hermosa. Suspiro y cerró la puerta. Ya mañana no la vería, ni ella se acordaría de él ni de cómo llego a su departamento.

Enamorada de JamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora