Mi hermano y yo (1D)

Capítulo 2

A la mañana siguiente despertamos muy tarde, a las 11:30.

Estaba haciendo un sol tremendo y un chapuzón en la piscina no estaba nada mal. Cami, Tay y yo fuimos  a mi habitación por un poco de bronceador y cambiarnos para entrar a la piscina.  Los chicos ya nos estaban esperando, Sophia estaba despierta y de pronto la vi salir corriendo con su vestido de baño para la piscina.

Estuvimos un buen rato en la piscina, comiendo bocadillos y hablando de x tema, hasta que Tay salió con un tema muy extraño fuera de lo común:

-  Chicos, ¿alguna vez ustedes han besado a alguien que sea de la familia; primo, tío o no sé, tal vez hermano?

A mí se me erizo la piel y Zayn volteo a verme con unos ojos de miedo.

- Tay, ¿Por qué sales con ese tema? – pregunté

- ¿Acaso nunca has besado a tu hermano Saffa?

Quede en silencio por varios segundos, tratando de pensar lo que iba a contestar a esa incomoda pregunta.

- Claro que no Tay. ¿Verdad que no Zayn? – Pregunté.

- No Saffa. Ni se te ocurra pensar en eso tan estúpido. – dijo Zayn con una sonrisa en su rostro.

Pasamos todo el día juntos y en la noche cada uno regresó a su casa. Zayn y yo estábamos muy cansados pero no aburridos ni mucho menos con ganas de dormir. Nos sentamos en el sofá de la sala a conversar y Zayn preguntó: - He notado que Harry te mira con ojos no de amigos- . Yo me quedé callada y recordé lo que Harry me había dicho cuando íbamos a comprar la comida. – ¿Acaso estas celoso hermano?- dije. – Claro que no, no seas estúpida- respondió Zayn un poco molesto. Aunque el dijera que no yo sabía que sí.

Miramos televisión por varias horas  y nos quedamos dormidos. Cuando amaneció yo desperté primero y Zayn seguía durmiendo. No quise despertarlo pero mis padres no estaban y no pude resistir besarlo, ocasionando que se despertara.

- ¿Qué haces?- dijo Zayn mientras agarraba mi cara impidiendo que siguiera besándolo.

- Besándote, ¿no es obvio?

- Si lo sé pero creo que no es correcto. Pienso que deberíamos parar con este jueguito.

- ¿Estás hablando en serio? Tú iniciaste esto e hiciste que me gustara.

- Lo sé y lo lamento.

Subí a mi habitación sin decirle una palabra más. Revisé mi teléfono y vi que tenía 3 llamadas perdidas de un número desconocido. – ¿Quién habrá sido?- me pregunté.

Esperé que me volvieran a llamar y así sucedió. Conteste y era un amigo que conocí hace mucho en un campamento.

- Hola. Espero que este sea el número de la mujer más hermosa que hace mucho conocí. Saffa.

- Si soy yo. ¿Cómo has estado? 

- Muy bien. Que suerte haberte encontrado. Cuando nos conocimos recuerdo que me dijiste donde vivías y adivina que. Estoy aquí. ¿te parece si nos vemos?

- Claro que sí. Dime dónde y yo te llego.

- En una cafetería que queda por el parque central a las 2:00 pm. Creo que es la única.

- Ya se cual es. Nos vemos.

Colgué el teléfono y me puse mi ropa para salir a correr un rato. Cerré la casa y me fui. Le di varias vueltas al parque y me senté a descansar y de pronto vi a Taylor. Estaba acompañada de un muchacho  Me pareció normal pero cuando vi que se estaban besando no me pareció nada normal. No era Harry y eso no estaba bien. Seguí corriendo tratando de olvidar lo que acaba de ver.

Cuando llegué a la casa Zayn ya había regresado y aunque quisiera terminar con esto al parecer sus ojos querían lo contrario.

Alisté la mejor ropa que tenía, me bañe y me alisté. Aplanché mi pelo y me veía genial, lista para mi cita.

No recordaba el nombre del muchacho con que iba a salir pero no me importaba, solo recuerdo su rostro y lo guapo que era cuando lo conocí, probablemente lo esté más ya que ha crecido.

Bajé las escaleras y cuando iba a salir de mi casa Zayn me detuvo.

- ¿A dónde vas?- pregunto interponiéndose en mi camino.

- No tengo porque darte explicaciones de mis salidas.

- Yo te llevaré.

- Está bien

Me monté en su carro y nos dirigimos hacia la cafetería donde me estrían esperando. En todo el camino no hablamos absolutamente nada, Zayn estaba un poco molesto por haberlo besado aunque sé que si le gusto.

- Déjame aquí por favor- dije agarrando mi bolso para bajarme.

Desde la ventana logré verlo, y cuando llegué hacia él lo abrasé y le di un beso en la mejilla. Él estaba sorprendido al verme y yo también. –Disculpa que te pregunte esto pero, ¿Cómo te llamas?, se me ha olvidado- pregunté mientras nos sentábamos. – me llamo Dan y tu nombre es Saffa. – Así es- respondí.

Estuvimos hablando por una hora. Dan no paraba de decirme lo hermosa que era y la verdad me gustaba como me trataba. En un momento nuestras miradas se cruzaron y nos miramos, Dan se estaba acercando y sabía que me iba a besar pero en ese instante Zayn entro con Taylor. Me levante de la silla y agarre a Zayn de un brazo. – ¿Me puedes explicar qué diablos estás haciendo aquí?- . – Vine a tomar algo con Tay. ¿Te molesta? – dijo tomando a Taylor de la cintura. – Claro que no, acaso no estás viendo que estoy con alguien y no tengo porque preocuparme por ti- . – Bien pues creo que tu cita acabo hermanita. Zayn me alzo delante de todo mundo y me llevó al carro a la fuerza. Quise golpearlo pero me tenía tan bien sujetada que no podía ni moverme.

- Suéltame imbécil estás loco.

- Si por ti lo estoy. Estoy celoso, loco y en este momento quiero besarte.

Me besó, acariciaba mi rostro y cuerpo y no paraba de besarme. Besó mi cuello haciéndome sentir escalofríos y una sensación de relajación. Tocó mis pechos y los besó pero cuando intentó desabotonar mi pantalón volví a la realidad, mi mente razono fríamente y lo aparte de mí.

- Eres mi hermano Zayn. No podemos tener relaciones sin pensar que una tercera persona puede salir lastimada.

- Tienes razón. Vámonos a casa.

Tomé un baño con agua caliente y baje a tomar un poco de chocolate frió y me senté en el sofá. Miré mi teléfono y pensé en llamar a Dan para disculparme por lo de la cita, fue un desastre, pero recordé que no tengo su número, es desconocido.

- Lamento haber arruinado tu cita- dijo Zayn asustándome un poco mientras trataba de localizar a Dan.

- Me asustaste. No importa, otro día saldremos.

- No lo creo- dijo sentándose junto a mí, abrazándome y acariciando mi brazo.

- ¿Qué estás diciendo?

- No creo que quieras volver a salir con él. Lo harás conmigo.