Simplemente fuiste gran parte de mí vida

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Ella, con un carácter fuerte, con un corazón duro como una roca pero detrás de ello se ocultaba una mujer con sentimientos profundos y nobles con una mirada que decía muchas cosas y a la vez nada, así era ella, con el cabello café claro, ojos color miel, labios delgados pero delineados, cejas delgadas, de piel clara y delicada como el pétalo de una rosa, que con el paso del tiempo se fue degradando, tuvo 6 hijos y 3 hijas haciendo un total de 9 hijos en el cual solo 2 se preocuparon por ella en sus últimos meses de vida entre esos dos hijos se encontraba mi padre.
Ella tenía una clase de favoritismo con mí hermano, le daba cariño de sobra, lo regañaba cuando era necesario, le decía cuanto lo quería, le prestaba mucha atención, le decía lo orgullosa que estaba de él cuando le contaba sus logros y a veces llevándose decepciones por sus fracasos, sin embargo, lo apoyaba demasiado, todo eso sólo se lo daba a él y por algún motivo nunca recibí aquella atención que le daba, quizás era por que me iba bien en la escuela o por que me portaba bien o eso es lo que yo quisiera creer, sin embargo, yo no quería su atención en su totalidad, lo único que pedía era que me demostrara su afecto hacia mí que me dijera que me quería y lo orgullosa que estaba de mí cada vez que hacía mis logros pero sin más remedio no fue así, al principio fue difícil aceptar que no le importaba mucho y lloraba antes de dormir todos los domingos después de ir a visitarla, sabía que lo que más ansiaba no se iba a cumplir así que sin más me dí por vencida, ya no me importaba recibir su atención por que ya me daba igual, aunque algo me decía que ella me quería y eso me bastaba para seguir con mi vida, pero algo ocurrió, al parecer el corazón tan duro que portaba aquella mujer se había ablandado y dejó al aire sus sentimientos conmigo, me dijo que me quería y eso fue suficiente para mí, las esperanzas habían resurgido como jamás me había pasado en la vida, se acercaban mis quince años y me sentía encantada por que ella iba a verme bailar y disfrutar la fiesta conmigo, sin embargo, no todo es color de rosa, todo se desplomó, toda felicidad que alguna vez había sentido se esfumó un 27 de Diciembre del 2014 ella se fue, partió de este mundo dejándonos a todos en shock ya que nadie en verdad nadie esperaba que ella se fuera por que a decir verdad, ella lucía perfectamente bien en Navidad, lucía feliz pero ella ya no estaba, todo lo que algún día fue especial con ella se convirtieron en recuerdos nada más, todos lloraron pues era de esperarse pero quise ser valiente, no quise desmoronarme en frente de mi familia, fui al velorio y al entierro ocultando mis lágrimas en lo más profundo de mí destrozado corazón, el mismo día del entierro justo cuando iba a dormir fue cuando todo aquella barrera que había construido a duras penas se destruyó, lloré  como jamás lo había hecho en la vida, me sentía vacía por que a pesar de que no hubo mucho afecto entre ella y yo, la quería demasiado aunque no se lo demostrara ella lo sabía lo podía sentir, me di cuenta que extrañaría su risa, su forma de hablar y decirte las cosas cuando estaba cabreada contigo pero siempre mantenía la compostura y era sensata, su madurez la amaba y lo mejor de todo era que yo la quería por sobre todo las cosas que me había hecho, por que Dios era mi abuela y justo cuando todo parecía mejorar entre ella y yo todo se desplomó, ya no me quedaban más cosas, sólo recuerdos.

Al principio todo fue muy difícil, yo iba a ingresar a la Preparatoria, las cosas en casa simplemente no andaban muy bien pero pasaron 3 meses con 14 días, eran mis cumpleaños, todos llamaban para felicitarme, sin embargo, me percaté de que yo esperaba una llamada en especial, quería escuchar su melodiosa voz diciéndome Feliz Cumpleaños pero la realidad cayó sobre mí y supe que jamás escucharía esa voz que alguna vez pronunció mi nombre, me di cuenta de cuanto la extrañaba y que todos los domingos no eran los mismos sin ella.

Pasaron otra vez los meses, hasta que llegó el día de los resultados de la Preparatoria, el día definitivo en el cual sabría si ingresaría o no, me sentía nerviosa como cualquiera y también un tanto emocionada, hasta que llego la hora de los resultados y SI! HABÍA INGRESADO! había ansiado tanto entrar a esa escuela que lo había logrado pero así como había llegado mi felicidad con la misma se fue, una oleada de recuerdos golpearon mi mente, todos los momentos en los que ella le decía a mi hermano lo orgullosa que estaba de él, ella nunca me iba a decir lo orgullosa que estaba de mí y dolió muchísimo, no había de otra, supe que siempre estaba en mi mente y aunque yo quisiera alejar sus recuerdos de alguna forma regresaban para quedarse y joderme los momentos felices.

Han pasado 11 meses y 20 días de su partida, ella era mi abuela, ella me quería lo sabía y hubiera querido que ella me dijera te quiero mucho desde mucho antes de que se vaya, porque si ansiaba ese momento desde mucho antes, quizás las cosas hubieran sido diferentes, hubiera escuchado más risas por parte de ella, hubiéramos pasado tiempos inolvidables de abuela a nieta, pero no, el hubiera no existe.







Ella- OneShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora