Juego Del Destino

capítulo 5

Es un capitulo algo largo, espero que les guste la pareja es hashirama x madara .

Perdón por tardar tanto!
I love you

                                 ...

—Estas seguro de esto hermano... — Tobirama se encontraba sentado en la barra del mini bar de su hermano mayor tomando un whisky

— Nunca eh estado más seguro de nada—se podía notar la tristeza de esos hermosos ojos cafés que veían a través de su gran ventanal hacia la nada.

— tienes que tener cuidado mito podría

— Tobirama... me divorcie de mito hace unos dos años

Tobirama tomo un pequeño trago de su vaso de cristal cortado para después reírse — ¿Irónico no crees?

—...Lo es

—No mereces a ese hombre hashirama , no mereces nada de lo que el ah sacrificado por ti —

El castaño se recargo en la barra y paso desesperadamente la mano por su cabello — No me queda mucho tiempo para enmendar mis errores tobirama

—Hablas como si fueras un anciano hermano, quizá no lo merezcas, pero el te ama y quizá después de todo esto... lo recompenses por todo ese amor que te tiene

—Es lo que mas deseo tobirama —hashirama tomo de un solo trago toda su bebida y se dedico a sumergirse en el pasado

...

— Aaah maldición, aquí seguro no me encontrarán — el pequeño jadeaba y se acomodaba en su escondite

A su lado había un pequeño bajo la sombra de un gran árbol cubierto por arbustos que no dejaban ver donde se encontraba, era un día caluroso, pero con una brisa agradable.

— Tu... Quien rayos eres, largo de mi escondite, me encontrarán por tu... — interrumpió el otro chico.

—ssh, cállate— el pequeño de pelo café puso su dedo en frente de su boca para que el otro chico de pelo azul se callara.

—Joven amo, está por aquí, ¡joven amo! — gritaba con angustia una señora de no más de 40 años con traje de servidumbre.

El pequeño hashirama al ver que el niño no se callaba se lanzó sobre el chico y le tapó la boca, colocándose encima de él.

El chico de pelo azul marino solo se le quedó viendo con una pequeña gota de sudor bajando por su cien estaba a nada de golpearlo, pero al parecer le gustaba lo que miraban sus ojos, pequeños rayos de sol que se colaban por el arbusto y daban de lleno en esos ojos cafés, parecían tan brillantes y luminosos.

Después de unos segundos la señora se fue del lugar, el pequeño hashirama suspiro aliviado y quedó su nariz pegada a la del otro chico y sonrió ampliamente hacia él, hashirama no había visto bien a ese niño, pero le bastaron unos segundos antes de que se percatara de esos ojos negros tan profundos como el mismo abismo. Ambos contuvieron la respiración y se separaron lentamente sin dejar de verse.

— Mi... Mi nombre es madara —contesto rápidamente alejando su mirada con un muy sutil sonrojo. —¡Y es de mala educación lanzarte así hacia una persona! —grito molesto

Hashirama aun no podía ni parpadear, pero intento contestar para no parecer idiota — Mi nombre es hashirama, un placer conocerte madara — sonrió de una manera muy cálida. —Lo-lo sé discúlpame —sé puso en posición fetal y un aura de depresión comenzó a caer sobre él.

No sabía reconocer ese intenso e incesante palpitar después de recibir ese tipo de sonrisa, que a ojo de cualquiera sería una normal, pero para madara fue como si el sol mismo brillará enfrente de él — ¡Bu-bueno no tienes que deprimirte!