➍ Chico entrometido

734 97 15
                                    

Subí a mi coche y comencé a manejar sin prisa alguna, acababa de regresar de mi viaje a Corea. Como le había dicho a mis padres no pensaba quedarme en Corea por un tiempo, la única razón por la que regrese fue para visitar a mi primo, Joshua, y felicitarlo por su compromiso con su novio JeongHan.

Después de todo le debía mucho a Joshua, aunque solo permanecí dos días, realmente estaba muy feliz por él, yo sabía mejor que nadie cuanto quería mi primo a aquel chico, pero tampoco quería ver toda su felicidad.


Por suerte ya estaba cerca de mi casa, y si mal no recuerdo hace un poco más de una semana que llegó aquel chico de ojos brillantes a servirme. La verdad es que no me incomoda, es solo que era raro.


FLASHBACK

—¿Crees que estoy triste? —pregunté comenzando a sentir curiosidad.

—Por supuesto, en sus ojos hay mucha tristeza, son unos ojos muy hermosos pero lo serían aun más si hubiera felicidad en ellos —contestó dedicándome una brillante sonrisa.

—No deberías alagar los ojos de un chico como lo haces con una chica. —Aquello fue lo único que le pude decir, me habían sorprendido bastante sus palabras.

—Discúlpeme, no quería ofenderlo, tan solo he sido sincero.

—Bueno, da igual. —Quería salir de ese tema cuanto antes—. Con respecto a tu pregunta, no las detesto, supongo que antes me gustaba estar rodeado de amigos, de no ser así me habría mudado solo hace tiempo. Pero, ahora simplemente no hay nada de lo que pueda decir que me gusta, simplemente ya no hay nada que me importe.

—Oh... ¿eso quiere decir que le ha sucedido algo malo? Ha perdido a alguien a quien amaba ¿verdad?

—No es de tu incumbencia —dije en tono severo, aquella conversación iba por un lado que no me gustaba nada.

—Um... lo siento, he dicho algo indebido, perdóneme —se disculpó con la cabeza gacha.

—Está bien, no importa. —Acabamos la comida sin volver a decir una sola palabra.

FIN FLASHBACK


Dejo escapar un suspiro y bajo del coche.

Me pregunto si ya habrá vuelto mi Mayordomo, o todavía seguirá su entrometido hijo, como sea, no es como si me importara que siga en la casa, tan solo pido que no se vuelva un dolor de cabeza.


Me acerco a la puerta y no hay nadie a la vista, ningún ruido o algo. Eso significa que es casi seguro que aquel chico se fue.


Subo a mi habitación, realmente necesitaba dormir, pero raramente aquella puerta que siempre permanecía cerrada estaba abierta. Entro a paso lento y lo veo, ahí parado junto a mi cama. ¿Qué se supone que está haciendo? Parecía que observaba algo entre sus manos, pero no podía ver que era ya que estaba dándome la espalda y parecía que ni siquiera se había percatado de mi llegada.


—SeungKwan, ¿qué haces aquí? —dije cansado.


Apenas me escucho se sobresaltó, y lo que estaba en sus manos cayó al suelo.

Luego de eso siento como todo ocurre en cámara lenta.

SeungKwan se da la vuelta y me mira asustado, finalmente llevo mi mirada al suelo y veo aquel objeto de vidrio totalmente roto y al lado una foto.

No puede ser.


—Ah Se-señor lo siento mucho... yo, no quería... ahm...


¿Cómo se supone que debía reaccionar? Mi mente no reaccionaba, no podía quitar la vista de esa foto, apreté los puños con fuerza, estaba enojado.


—Maldita sea, que no te había dicho que esta habitación era privada... —dije sin mirarlo lo más tranquilo que pude.

—En verdad lo siento, voy a limp... —dijo nervioso e intento agacharse.

—Vete —lo interrumpí enseguida.

—¿Eh?

—Largo. —En verdad trate de mantener la calma, pero él simplemente no se movía—. ¿¡Que acaso no oyes!? ¡Lárgate de aquí! Sal de mi habitación, no quiero verte.


Al ver que seguía sin reaccionar lo tomé del brazo y lo arrastré fuera de la habitación para cerrar la puerta de un portazo. No podía creerlo, ese estúpido había tirado el mayor recuerdo que tenía de JinHeon.

Con cuidado levanto la foto de entre los vidrios rotos que antes eran un hermoso marco de cristal y me dejo caer en la cama. Observo la foto como hace tiempo no hacía, y todo mi enojo se vuelve impotencia, nuevamente recuerdo que ya no estás aquí.


Cierro los ojos y dejo caer la foto de mi mano, quedándome dormido.

De la nada comienzo a escuchar un ruido que me despierta, y no es nada más que mi celular.


—¿Y ahora qué?


Tomo el celular, es un mensaje.


"Supe que regresaste a Corea de visita :c, ¡eres tan malo ni siquiera me visitaste! Como sea, solo quiero decirte... ¡Feliz Cumpleaños por adelantado~~! 

Como tu mejor y prácticamente único amigo, te daré el mejor regalo"


Es cierto en dos días es mi cumpleaños, lo había olvidado por completo.



✖S m i l e✖【VERKWAN | SEVENTEEN】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora