24/03/1789

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Al despertarme, me dirigí dondetenía encerrado al hijo de des Ombres, un muchacho al que habíacogido confianza y por qué no admitirlo, algo de cariño.

He estado preguntándole una yotra vez el por qué, sé que mi mirada le intimidaba, esta vez haaguantado mucho, pero finalmente me ha contado que un hombre decapucha oscura le había pagado una cantidad razonable de dinero paraque recogiera esas armas y se las entregara en una semana a lasorillas del río.


Se lo he contado a Élise,¡parece que nadie se da cuenta de lo que está pasando! La sociedadestá cambiando, ¡el pueblo se revela! Y en nuestro círculo vansaliendo traidores, el ¿por qué? Aún no lo sé, se está haciendotarde para actuar...


La Historia de la Revolución FrancesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora