Sus Rizos Dorados

15 1 0
                                    

Caminamos a los largo de una hora aproximadamente, luego, llegamos a una especie de estación de trenes abandonada. Me sentía tan bien, la había encontrado, y por supuesto, ahora tendría conocimiento de lo que me había pasado. Bajamos rápidamente las escaleras, hasta llegar a un subterráneo; Ella no pronunció ninguna palabra a lo largo de todo el camino. Así que decidí ser yo quien comience con la plática.
-Supongo que estas asustada; le dije
-No, no lo estoy, simplemente no puedo creer que por fin estés aquí, tardaste mucho en encontrarme, ¿Eh? Bueno, suficiente charla, ven, sígueme y no me pierdas de vista.
No podía creer lo que estaba sintiendo, con cada palabra que ella pronunciaba yo me sentía hipnotizado, cada gesto, cada movimiento hacía que me enamorara de ella. Su sonrisa era tan perfecta, su cabello de largos y finos rizos dorados, su piel era tan reluciente que parecía la de un ángel, en fin, era ella, una chica que quizá a los ojos de muchas personas solo era alguien común y corriente, pero para mí, ella era un ángel.
Tomó de su bolso dos extrañas monedas, las cuales introdujo en una especie de tubo, las mismas que al cabo de pocos segundos hicieron que una especie de máquina se encendiera, mostrándonos un extraño y pequeño pasillo. Era una completa locura, no sabía quién era ella, no sabía en donde estaba y mucho menos a donde iba, pero mi amor hacia ella era tan grande que no me importaba estar sin rumbo alguno. Ella prendió una farola, para que se nos hiciera más fácil caminar por allí, caminamos por un pasillo extendido a unos 100 metros aproximadamente. Al llegar al final había una gran luz, temía que ese sea mi fin, pero aceptaría mi destino si así lo fuera. Al salir, llegamos a una gran explanada, la cuál hizo que un recuerdo llegase a mi cabeza, sentía que ya había estado allí antes, todo parecía familiar.
Vi a lo lejos una especie de avioneta, un poco más grande y con grandes propulsores.
-Cuando era niño, siempre quise ser astronauta y subirme a una nave espacial, le dije.
-Jaja, que cosas dices pequeño saltamontes, bueno, te presento a mi queridísima ALDX23, esta preciosa me ha sacado de muchos ataques.
-¿Ataques dices? ¿De qué hablas? ¿Preciosa jaja?
-¿Que acaso no lo sabes?
-¿Saber qué?
-Ya hace más de 10 años que nuestro planeta sufrió terribles ataques de una fuerza desconocida, se perdió todo, pero muchos de nosotros logramos escapar y refugiarnos aquí, en este lugar al cual llamamos ALFA640
-Que cosas dices mujer, no puede ser, ¿Salvación?
-Sí, muy pronto te darás cuenta de todo.
Me sentí tan desorbitado, no sabía que pensar, no sabía a quién acudir, no sabía si creerle, pero algo en el fondo de mi corazón decía que debía estar seguro de ella.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 12, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mundos ParalelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora