RECUERDAME...

Capitulo 15

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Al día siguiente en la tarde me llama Robert diciéndome que Kyle ya estaba más tranquilo y que podía irlo a visitar, dijo que estaba ansioso por verme, que quería hablar conmigo y yo también quería hacerlo, así que fui al hospital sin importarme nada pero antes pase por una tienda comprándole jugo y galletas. De verdad que me sentía mal por todo esto pero debía mantenerme fuerte para que él no se sintiera más mal de lo que estaba. Mis padres me hablaban, me preguntaban qué pasaba conmigo pero estaba tan ocupada pensando en Kyle que no quería hablar con ellos, estaba muy ocupada pensando en muchas cosas que sería mejor no mencionarlas porque eran demasiado duras para mí. Solo quería estar con Kyle, me había dado cuenta de que podía hacerlo feliz hasta el último día de su vida pero ya había perdido bastante tiempo me refiero a toda esa semana que pase estando lejos de él solo porque quería saber que rayos estaba pasando en mi vida, pero tampoco sabía que Kyle tenía cáncer porque si lo hubiera sabido quizá no me hubiera comportado de esta manera ya que jamás me iba a imaginar, jamás, jamás en mi vida que... algo así iba a pasar, que haya encontrado a aquella persona especial y que en poco tiempo la pierda para volverla a encontrar después de tantos años y que por causas de la vida tenga que volverla a perder.

En el momento en que llegue al hospital corrí hacia la sala de espera para preguntar en que habitación se encontraba Kyle y una vez que me dieron la información me llegue hasta allá. Caminaba con pasos inseguros sin siquiera poderme imaginar el estado en que estaría Kyle, lo más importante para mí y para él era aparecer de nuevo en su vida, contarle todo, darle las explicaciones que se merecía, decirle cuanto lo quiero y lo mucho que me hará falta debido al poco tiempo que pase junto a su lado pero lo más importante es que estará vivo en mis recuerdos y en toda mi vida siempre estará el allí.

El hospital se sentía frio como de costumbre pero esta vez pude percibir un frio entristecedor, los pasos de las enfermeras y los doctores resonaban como ecos en medio del total silencio que hacía, su enfermizo olor hizo que se me revolviera el estómago provocándome náuseas y me hizo recordar muchas cosas y realmente ya estaba agotada de tanto estar metida en un hospital porque prácticamente toda mi vida la viví en uno.

Me acerque hasta la habitación en donde estaba la familia junto con Kyle, había bastantes personas, prácticamente toda su familia y todas parecían cansadas y sin vida, caminaban de un lado a otro hablando entre ellos, se comían las uñas o simplemente estaban allí sentados con su pierna temblando por la ansiedad y la desesperación. Robert estaba sentado en las sillas plateadas que se encontraban pegadas de la pared y en el instante en que me vio se levantó de un salto y se acercó a mí.

-Hola que bueno que llegaste Kyle no dejaba de preguntar por ti. –Me dice.

-¿Él está bien?

-En realidad... -Se rasco la cabeza y tardaba en responder pero ya sabía lo que me diría. –No está muy bien que digamos, anoche me quede con él y no quería dormir, Kyle no quería dormir porque tenía miedo de no despertarse, ya está demasiado débil. Ya se le es imposible levantarse de esa cama y muchas veces agoniza.

-Está bien, entrare a verlo. –Le dije y me fui acercando más hacia donde se encontraba Kyle. Las personas que estaban afuera de la habitación se me quedaban mirando, caminaba con la cabeza agachada y me sentía algo nerviosa. Me pare bajo el marco de la puerta mientras me frotaba los brazos, a pesar de que cargaba puesto un suéter hacia mucho frio. Los padres de Kyle se encontraban a su lado hablando con él y también estaban los padres de Robert riendo y contando chistes. A pesar de que la situación estaba dura trataban de darle a Kyle la alegría que quizá el ya había perdido, trataban de llenarlo de esperanzas y de que por lo menos en estos últimos momentos volviera a sonreír antes de partir.