❛Drogadicto❜ 💊 [Rubén Doblas]

51; instinto de supervivencia ❄

Externo:

Él la mira esperando alguna respuesta de la mujer, no obstante, ante las suplicas mentales que el pedía, se le conceden a la par de que lo saluda de forma neutra, no amistosa, no fría, neutra. Se pregunta el porqué de su visita, pues meses sin verla le hacen sospechar, más su alejamiento no fue por el mejor de los hechos. La pelirroja le cuestiona e interroga si solo están ambos en la casa, a lo que éste responde un no.

Frunce el entrecejo tal vez desilusionada de su condición actual.

―Ya veo... ―acota al momento de mirarle de pies a cabeza, le comenta de qué ha cambiado y que se le ve más cambiado, más maduro a su parecer. Él la observa extrañado, pues lo que se ha transformado el su pasado y por el hecho de ser tan débil ante ella.

Comienza una plática un tanto incomoda, preguntando el típico cómo has estado, cómo va tú vida y tal, hasta que llega el momento en el que alguien se cabrea y dice directo, ¿A qué has venido? Rubén, quiere saber el porqué de todo este show de hipocresía que está teniendo la chica hacia su persona.

Pasos se escuchan por el corredor, dejando ver a su pareja, un tanto extrañada. Emana un "hola" un tanto difusa por el hecho de que una mujer que en la vida había visto estaba en la puerta. Doblas se pasa las manos por su cabello frustrado y de la nada Jeannette se cola por la parte frágil del agarre entre el portal y la mano de Rubén.

―Vale... Ya te recuerdo. ―sonríe la ojimiel, ante la memoria de haberla visto mediante fotografías guardadas en una pequeña caja, es igual, o tal vez más bonita en persona y tal vez pudo comprender porque el chico se enamoró de ella.

Sintiendo un hueco en el estómago se dirige hasta ésta, estrechando su mano.

Él observa la expresión de la muchacha, que está sorprendida, pero acomplejada, viéndola insegura después de mucho. Sacudió su cabeza despejando su mente y se giró a la intrusa.

― ¿Cómo va la relación con tú amigo? Ya que la última vez les presencié bastante acaramelados.

Carraspeó la garganta la joven incomodada, pero no teme decir que todo se había acabado con el sujeto, puesto un engaño mutuo terminó con todo lo construido entre ambos.

Cansado de todo, decide poner un punto y coma a la situación, ordenando así que su amiga abandone el living y que vaya a cualquier parte de la casa, menos a esta. Su ex pareja sonríe satisfecha ante la conclusión a la que llegó por sí solo. Sin necesidad de abrir la boca había conseguido lo que se había propuesto antes de poner un pie en el edifico donde vivía él.

No dijo nada más, ni se opuso si quiera la acompañante tras ser ordenada a algo que le parecía por una parte injusto y por otra sensata. Quiso protestar, pero prefirió callar y dejar las cosas como estaban.