Eran las 3:00 am de un sábado normal, venía de una fiesta. Caminaba lo más rápido posible hacia mi casa no porque me de miedo la calle, o algún asaltante; no, eso era lo de menos... mi único miedo era encontrarme con algún Medio -así es como comencé a llamar a las cosas esas, porque al mirarlas y la manera tan extraña en que caminan, hablan o se mueven no es como actúa una persona viva pero tampoco como actúa un muerto. Las mayoría la llaman entes o espíritus- normalmente suelo toparme con Medios que solo necesitan que dé un mensaje a alguien, o que reze por ellos para que puedan descansar en paz. A esos les llamo MediosIn -Medios-Inofensivos, lo sé soy todo un genio inventando nombres- pero también están los MediosPe -Sí, medios-Peligrosos. ¿ya había mensionado que soy un genio en nombrar?- okay, ya expliqué un poco, ahora continuaré con mi relato sobre lo que pasó al salir de la fiesta... ¿en qué me quedé?
Ah, sí:
Lo único que quería era llegar a casa lo más rápido posible, estaba ya a 20 cuadras, me sentía a salvo hasta que vi a una mujer que se dirigía hacia mi, vestia una especie de bata blanca, el cabello sobre la cara y la mirada clavada en el suelo, rápidamente me percaté que era una Medio y por su aspecto y tranquilo andar daba la impresión de ser una de los inofensivos.-¿Qué es lo que quiere? -dije sin detenerme.
-¿Así es como le hablas a una persona mayor? Vaya modales.
-No me venga con estupideces y digame ahora qué es lo que quiere, estoy al tanto de lo que es usted.
-¿Que soy qué? -preguntó irónicamente lo cual hizo que me alterara un poco.
-Una muerta. Y no me venga con mas tonterías y hable ahora que está terminando con mi paciencia.
-Está bien -dijo y su voz cambio de irónica a inocente con un dejo de suplica- necesito... necesito...
-¡HABLE YA! -de verdad estaba haciendome enfadar.
-... necesi- ¡TE NECESITO A TI! -entonces su voz se transformó totalmete a una voz grave, profunda la cual me asusto y alcancé a reaccionar al momento que se lanzaba hacia mi.
Su cara tenía un color grisaseo, los ojos completamente negros como la noche, chorros de sangres bajaban desde sus ojos, nariz, oídos y boca, formando una gran mancha oscura en su pecho.Eché a correr lo más rápido posible. Doblé a la izquierda en la primer calle que me encontré, ya no tenía sentido llegar a mi casa y menos con una Medio tras de mi.
Cada que me econtraba con un Medio rogaba para que los hijos de puta fueran como los caminantes de The Walking Dead: lentos. Pero no, para mi maldita suerte los Medios eran casi tan rápidos como yo -cabe aclarar que tengo tres medallas de primer lugar en atletismo en años consecutivos, voy por la cuarta- ya que, al estar muertos, ellos desiden si usar sus piernas o solamente "flotar" y claro está se van por la opción fácil.Intentaba pensar en algo, cualquier cosa que me ayudara a deshacerme de esta mujer, cada vez estaba más cerca de mi.
-¡TE NECESITO MATTHEW BLACK! -el simple hecho de que supiera mi nombre me puso los pelos de punta y corrí más fuerte aún- SOLO TÚ PUEDES TRAERME DE NUEVO A LA VIDA.
Wow, wow, wow, espera. ¿Yo? ¿Traer a un medio a la vida? Si es que eso era cierto y posible, ella sabía más de mi que yo mismo.
Me distraje tanto en mis pensamientos que no me di cuenta de que me dirigía a un callejón, de inmedito corrí hacia la barda intentando escalar pero ya era demasiado tarde.
Algo helado y a la vez muy caliente estaba sujetandome por los hombros, trate de correr, pelear, safarme pero todo era en vano. Jamás creí que moriría de una manera tan... extraña.
Mi vista comenzó a nublarse, perdía las fuerzas de a poco, a penas si lograba escuchar, lo que significaba que la mujer estaba alimentandose de mi.Y entonces una figura apareció.
Era una chica, demasiado sexy para ser verdad y era una lástima, ya que, moriría ahí mismo por haberse acercado.
Pero no estaba sola, junto a ella había un... ¿animal? Era una especie de felino, una pantera si no me equivoco.
¿Tan al borde de la muerte estaba que deliraba con Ángeles sexys acompañados de panteras?La chica dijo algo, no logré entender qué, pero en ese instante, su felino amigo atacó directo al rostro de la Medio y la destrozó hasta que se convirtió en polvo gris.
Entoces sentí que todo daba vueltas y caí inconciente.
Abrí los ojos, yacia en el suelo helado de un... ¿callejón? Sí, creo que eso era y no tenía idea de dónde me encontraba. Todo era oscuridad. intenté recordar que había sucedido pero solo llegaba a mi mente imágenes sobre una Medio que sagraba, la sensación de morir lento y de una chica con una pantera salvando mi vida.
Me senté y miré a mi al rededor en busca de mis salvadores, al parecer era la única persona en la calle a esta hora... ¡LA HORA! Ni siquiera sabía qué hora era. Saqué mi móvil que al parecer se estrelló al caerme cuando me desmayé -es mi cuarto celular del año y a penas es Junio, me iría mal con mis padres- después de dos minutos que tardó en encender pude ver la hora: 4:58 am. Okay, ahora sí que estaba frito.
Me puse en pie con algo de esfuerzo y me fui de aquel tetrico lugar. Al llegar a la esquina logré recordar un poco más, estaba a unas calles de casa. Me sentía muy cansado, tenía un excesivo sueño -cosa que nunca pasa- y mucha hambre pero lo que menos deseaba era llegar a casa. Caminé lento, de igual manera mis padres me matarían así que quería disfrutar mis ultimos minutos en paz y tranquilidad.
Llegué a casa pero antes de entrar espié un poco por la ventana. Luces apagadas, nadie en la sala, creo que todos estaban dormidos.
De igual manera entré por la ventana y fui directo a mi habitación. Cerré la puerta con seguro, me quité la ropa y me dirigí al baño a ducharme, solo eso me distraería un poco.Abrí la llave de la regadera y cepillaba mis dientes mientras el agua caliente se dignaba a salir.
Entré al chorro del agua y cerré mis ojos... es tan relajante el sentir el agua por todo mi cuerpo. Después de lavarme todo con mi respectivo jabón y shampoo cerré al agua y tomé mi toalla.
Cuando terminé de secarme por completo colgué la toalla y salí a ponerme boxers e ir a dormir... junto a mi cama había alguien sentado en mi sillón en forma de balón no podía ver si era hombre o mujer, adulto o joven, nada.Encendí la luz y me llevé una sorpresa al ver ahí a la misma chica que me había salvado. Primero me miró a los ojos y luego desvió su mirada hacia mi "amigo" alsó una ceja y una pequeña risa se le escapó.
Ni siquiera recordaba que estaba desnudo, sentí como el color de mis mejillas cambiaba. ¡Vaya Matt, que buena segunda impresión!-¿Po-podrías cerrar los ojos, por favor? -dije demasiado apenado.
-¿Te da vergüenza? -preguntó y se volvió a reir.
-Por favor, solo espera a que me ponga un boxer.
-Okay, okay -dijo y se llevó una mano a los ojos-. Por cierto, mi nombre es Al.
-Matthew -dije mientras me apresuraba a ponerme mi pijama- listo -se descubrió los ojos- ¿no iba contigo una...?
-¿Hablas de R? Ah sí está allá a fuera esperando.
Me asomé porla ventana y vi a un chico de aproximadamente 17 años sentado en mi jardín.
-¿Pero... cómo es eso posible? Juro haber visto una pantera -la chica se echó a reir nuevamente e hizo sentirme estúpido-. Explicame por favor, esto es muy confuso. ¿quién eres? ¿qué eres? ¿qué es él? ¿por qué me salvaste?
-Una pregunta a la vez, chico, tranquilizate. Te explicaré todo... pero no ahora, alguien viene -se puso de pie y comenzó a salir por la ventana- y ni una palabra a nadie, corres mucho peligro.
Y desapareció por la ventana.
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MUTATO
FantasyCorriendo. Así era mi vida. Correr. Corría para llegar a cualquier lugar. Corría en carreras de atletismo. Corría para salvar mi vida. Matthew Black es un chico de 19 años que junto a su hermana mayor Annabeth intentan averiguar el porqué de toda...