Capítulo III: Espíritu animal.

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-¿Entonces sus padres trabajan para alguna especie de... organización? -pregunté rápido para regresar al tema ya que Al no se veía muy bien.

-Exacto -respondió R- para la OPC.

-O sea la Organización Protectora de Cambiantes -le interrumpió Al-. Ya sé, tiene un nombre muy teto. Mis padres se niegan a cambiarlo.

-Pero... ¿quiénes están tras de nosotros? -preguntó An.

-Mira, la cosa está así -dijo R- habemos dos tipos de Cambiantes. La primer clase, son personas con la capacidad de cambiar en forma de cualquier otra persona.

-Que son los hijos de un cambiante con un humano -dijo Al.

-Y la segunda clase -continuó R-, somos nosotros. Poseemos la capacidad de cambiar en forma de animales.

-O sea, hijos de una pareja de Cambiantes.

-¿Eso quiere decir que nuestros padres son de la primer clase? -quise saber.

-Exacto. -respondió Al con una sonrisa.

-En el pasado, los Medios eran los únicos que querían terminar con la raza de cambiantes. -era R una vez más- Pero desde hace un par de años, cuando nuestra raza comenzó a regarse por todo el mundo, todas las criaturas lo consideraron una “amenaza".

-¿Todas las criaturas? -preguntó Al- ¿quieres decir que aparte de Medios y Quimeras, hay más?

-Sí. Criaturas mitológicas. Desde Lobos, Vampiros, Brujas, Minotauros, Grifos, trolls, duendes y muchas más.

-¡¿Vampiros y Lobos?! -preguntó mi hermana emocionada.

-Sí, pero no son como en las películas adolescentes. Este es el mundo real -le respondió R mirándola con ternura.

-Además recuerda que quieren matarte, tonta -dije yo seguido por un demuestre de madurez por parte de An sacando su lengua.

-Hay algo que no entiendo. -dijo An un poco desanimada.

-¿El qué, Nena? -le preguntó R y yo traté de no molestarme de que la llamara “Nena” pero no funcionó.

-¿Por qué nuestros padres nos ocultarían todo sabiendo que corremos tanto peligro?

-Simple -dijo Al- porque tampoco ellos saben que son Cambiantes. Cabe aclarar que sabemos eso porque nuestros padres llevan tiempo investigando a toda su familia.

-¡Entonces debemos avisarles cuanto antes, Matt! ¡También ellos corren mucho peligro!

-Espera, Annie. Aunque entiendo que se preocupen por tus padres, es mejor que primero los entrenemos a ustedes.

-Sí, -dijo R- además nuestros padres están infiltrados en el trabajo de sus padres, ellos les protegen.

-Pero si conocemos a todos sus compañeros de trabajo -dije confuso- hasta hemos convivido con Richard el amigo de papá y Susan la amiga de mamá... -noté como Al y R se miraban y reían un poco-  oh son ellos.

-Lo ven, están a salvo -era Al esta vez- además nuestros padres cambian de forma a diario en su trabajo por si alguna criatura los sigue.

-¿Entonces los rostros que conocemos de Richard y Susan no son los reales?

-No. Ya con el tiempo los conocerán.

-¿Y por qué no simplemente presentarnos a ustedes como sus hijos?

-Porque debemos infiltrarnos de a poco.

-Okay, entiendo.

-¿Y cuándo comienza nuestro entrenamiento? -preguntó An. Si existe alguien más desesperado que yo, es mi hermana.

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⏰ Última actualización: Mar 09, 2016 ⏰

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