Capítulo II: Carrera.

57 6 3
                                        


-¿Que somos qué? -preguntó Annie con los ojos totalmente abiertos.

-Sí chicos, cambiantes -dijo Al sonriendo de lado lado- oigan ¿hay algun lugar en el que podamos hablar y nadie escuche?

-Amm vamos al parque, está cerrado por remodelación pero la reja es muy pequeña y se puede escalar -sugirió An.

-¿Desde cuándo mi hermana practica bandalismo ah? -dije sorprendido y dando un leve golpe en el hombro de Annie- Está bien, esperen a fuera y yo avisaré a mamá que saldremos a correr. No necesitan ser animales de nuevo, diré que vamos con amigos.

-Iré a cambiarme de ropa, ahora los alcanzo -y Annie subió corriendo por tercera vez.

-¿Siempre es tan... acelerada? -preguntó R fasinado- me encanta.

-Eehh es mi hermana, tranquilo. Además es como cuatro años mayor que tú.

-Ya, ya. vamos R -Al lo tomó por la playera- los esperamos a fuera, no tarden.

Salí de mi habitación y fui a la cocina donde supuse que estaba mi madre.

-Eh má' Annie y yo saldremos a correr, quedamos de ir con unos amigos -y salí corriendo antes que me dijera cualquier cosa.

Salimos y solo estaba Al.

-¿En dónde está R? -pregunté mientras comenzaba a correr un poco y les indicaba con un ligero movimiento de cabeza que me siguieran.

Al sonrio y señaló a un ave que volaba sobre nosotros.

-Fasinante -dijo An- ¿Todo el tiempo es así? O sea, ¿normalmente cambia para todo?

-Sí, su argumento es que se aburre de ser humano. Esperen a que aprendan a hacerlo... es adictivo.

-¿Y qué hay de ti? -pregunté.

-Digamos que para poder vivir, literalmente fui un animal toda mi infancia.

-¿Y cuándo acabó eso? -quizo saber Annie.

-Cuando llegó él -dirigió su mirada a un perro grande y delgado que trotaba al otro lado de la calle.

-Wow, ¿no era un ave hace un segundo? -pregunté intentando no sonar tan soprendido.

-Es muy bueno en esto. Hemos sido muy bien entrenados desde pequeños.

-O sea que es tu hermano -dije sacando mi propia conclusión.

-No de sangre pero digamos que en cierto modo lo es.

Al me parecia muy interesante, no solo por su muy buen cuerpo, sino por la seguridad con la que hablaba y se movia.

-¿O sea...?- dijo Annie pero lo interrumpí.

-An para. Deja de preguntar cosas privadas.

-Descuida, mientras más sepan mejor. Estaremos juntos un largo tiempo.

Más interesante aún.

-Bueno, llegamos -dijo An mientras se posicionaba en la reja-, ¿quién vigilará mientras los demás...?

-An no creo que sea necesario -dije al ver a Al y R convertirse en un par de gatos blancos seguido por ver como entraban entre los barrotes.

-¡ESTO ES GENIAL! -contestó notoriamente emocionada- entonces cuida tú, voy a saltarla primero.

En cuestión de segundos mi hermana estaba del otro lado de la reja con ambas manos en sus cintura mirandome con sus ojos oscuros de chica ruda. Era obvio que lo había hecho antes.
Era mi turno, antes de subir miré una vez más a ambos lados por si las dudas, tomé aire y comencé a trepar, llegué a la punta y salté.
Siempre he sido pésimo trepando.

Los tres chicos estaban parados junto a un enorme árbol derribado en un intento de obstruir el paso.

-Allá al fondo, detrás de las rocas enormes es un buen lugar para charlar. -dijo mi hermana hablando "seriamente" e intentando ocultar su emoción. Cada que se ponía así, mordía su labio superior para no sonreír pero siempre fracasaba- Nunca viene gente acá, pero si alguien lo hace le veremos llegar desde allá.

-Está bien -dijo Al- ehh R ¿una carrera de vuelo?

R solo respondió con una sonrísa de lado y un guiño. Ambos saltaron bastante alto y justo a medio salto cambiaron a un par de águilas y emprendieron su vuelo hacia las rocas.
Me sorprendí tanto que di un paso hacia atrás en el momento del cambio y caí sobre el árbol dandome un gran golpe en la espalda.

-De pie Matt, ahora tu y yo tendrémos una carrera.

-Annie, no sabemos cambiar.

-Pero sí correr tonto -me dió un golpe en la cabeza y se echó a correr. Le di un poco de ventaja y me puse a correr pasando por su lado rápidamente y ganando la carrera.

-Okay ahora sí, ¿qué quieren saber? -esta vez hablo R que estaba sentado sobre una roca.
El sol salia detrás de él así que podía ver bien sus ojos (que si mal no recuerdo son color café) solo la forma en que terminaba su rostro en una especie de pico por barbilla y sus labios delgados, si fuese gay él sería mi tipo. Pero no lo soy, mi tipo es más como Al. 1,75 de altura, delgada, ojos grises, tez blanca y cabello oscuro. Era una rara combinación la cual la hacia tan irresistible.

-¿Cómo sabían que yo estaba en problemas? -quise preguntar primero eso aunque tenía unas mil preguntas más.

-Te estabamos siguiendo hace días.

-Bueno, ¿por qué lo hacian?

-Tú y tu hermana son nuestro trabajo por ahora. -dijo moviendo la mano en modo que no lo interrumpiera- No protregerlos, sino enseñarlos como protrgerse solos.

-¿Y quién los contrató, o como? -esta vez preguntó An.

-Nos fueron asigndos.

-¿Asignados por quién, quiénes? -ahora me sentía demasiado indefenso ya que si mandan a dos chicos a entrenarnos es porque hay personas tras de nosotros... o criaturas.

-Nuestros padres -dijo Al- bueno, los padres de R.

-También son tus padres, Al -dijo R con voz de pequeño.

MUTATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora