"Nunca he tenido las palabras para decirlo, pero ahora te invito a quedarte por algún tiempo en mis brazos."
Las estocadas estaban siendo cada vez más frenéticas, nuestras respiraciones agitadas, mis gemidos y los pequeños y roncos gruñidos que daba Kageyama me habían hecho perder la cordura. Las manos contrarias apretaban mis caderas con algo de fuerza, mientras mis manos estaban apoyadas en la pared, tratando de mantenerme de pie. Mi cuerpo parecía conocer perfectamente cada una de las sensaciones que en ese momento me consumían.
Kageyama me levantó dándome la vuelta para quedar frente a él, tomó mis piernas y me obligó a cruzarlas por su cintura, mientras mis brazos quedaron enrollando su cuello con la intención de sostenerme.
Esta vez mi espalda quedó pegada a la pared, mientras sentía el pene de Kageyama rozando mi entrada y sus manos abriendo mis glúteos para obtener mayor comodidad para entrar otra vez. Levanté mi vista, logrando que mi mirada chocará con aquellos ojos azules que tanto me gustaban, miré a Kageyama fijamente, su rostro se encontraba algo sonrojado, y con una capa de sudor. Mi vista bajo, esta vez echando un vistazo a su pecho desnudo, el cual estaba bien trabajado gracias al vóley, pase mi lengua por mis labios, al tiempo que volvía a mirar a Kageyama a la cara, en sus labios se formó una sonrisa ladina y se empujó entrando en mí de una sola estocada.
Un gran gemido salió de mi boca, la cual intente cubrir con mi mano, pero fue atrapada por la mano de Kageyama, llevándola a donde estaba antes. Miré a Kageyama con el ceño fruncido, odiaba soltar gemidos tan vergonzosos, me ignoró y salió de mí, para volver a entrar con otra estocada esta vez rozando exactamente mi próstata. Otra vez un gemido se escapó, le vi sonreír con suficiencia y con su mano libre comenzó a acariciar mi cintura, mientras comenzaba a penetrarme, esta vez de manera lenta y rozando aquel punto. Uno que otro pequeño suspiro escapaba de mi boca, y otros pocos gemidos, los cuales intentaba retener mordiendo mi labio inferior.
Mi respiración pareció huir cuando sentí como el vaivén aumentaba su rapidez, haciéndome soltar gemidos que para mí desgracia no podía retener. Mis ojos se cerraron, sentía el sudor bajar por mi cuerpo, mi espalda era presionada casi dolorosamente contra la pared, la mano de Kageyama que aún se conservaba en mi cadera apretaba con fuerza. Mientras la mano libre se dirigió a mi erección, dando pequeñas caricias sobre la punta, para luego envolverla con su mano y comenzar a masajearla, alcanzando al poco tiempo un ritmo conveniente con las estocadas.
Mi cabeza se apoyó en la pared, mientras mis ojos algo llorosos se cerraban. A estas alturas mis gemidos eran imposibles de retener, el sudor había creado una capa sobre mi cuerpo y el de Kageyama, quien soltaba gruñidos cerca de mi oído, lo que me volvía completamente loco. Mis manos subieron, hundiéndose en su cabello y atrapándolo entre mis dedos, para tirar del suavemente.
Estaba llegando a mi límite y por lo visto también Kageyama, mi vista se dirigió hasta el rostro de Kageyama, quien se encontraba con los ojos entrecerrados, su cara estaba roja, tenía los labios entreabiertos y sus dientes apretados con algo de fuerza, la respiración agitada y gotas de sudor corrían por su frente. Realmente amaba ser espectador de todo esto... Las estocadas volvieron a subir de intensidad, mis ojos se cerraron y eché mi cabeza hacia atrás otra vez apoyándola en la pared.
—Voy a correrme, Hinata...—dijo en un susurro ronco cerca de mi oído.
Mi cuerpo se estremeció completamente y mi vista volvió a encontrarse con aquella mirada azul que tanto amaba, solo asentí, dando a entender que yo también estaba cerca, él solo dio una sonrisa llena de satisfacción. La mano de Kageyama que se encontraba en mi cadera se posó sobre uno de mis glúteos, dando pequeñas caricias y apretones, mientras la que se encontraba masturbándome aumentó su ritmo.
Mis manos tiraron del cabello de Kageyama, esta vez con fuerza, mis ojos estaban cerrados y mi cordura perdida en algún lugar. Había dejado de pensar en todo hace un rato, aun así, ahora simplemente podía concentrarme en aquel placer que Kageyama me brindaba.
Un gemido mucho más fuerte que los demás se escapó al sentir como ya tan conocida sensación me embargaba, en este momento me encontraba tan inhibido de todo, tan lejos de la realidad, solo quería seguir sintiendo a Kageyama, sentir como se hundía en mi interior, su respiración pesada cerca de mi oído... Solo quería tener un orgasmo, uno que seguramente solo me podría conceder él.
—Más, Kageyama—me las arreglé para que mi voz saliera sin cortarse.
Escuche una pequeña risa por parte de Kageyama y aumentó la velocidad. Mis manos cayeron sobre sus hombros, no podía sujetarme en este momento, mi cuerpo no tenía la fuerza suficiente al estar concentrado en aquella sensación que con cada movimiento estaba más cerca de llegar a su fin. Kageyama afianzó su agarre en mi trasero, y me empujo más contra la pared tratando de mantenerme ahí.
Sentí como salió de mí, y no tuve tiempo ni para quejarme para cuando volvió a entrar esta vez con más fuerza que antes. No pude aguantar mucho más cuando la mano de Kageyama apretó mi pene ligeramente y con su dedo pulgar de pequeñas caricias en la punta, sentí la última estocada, está más profunda que las anteriores, fuego pareció invadir mis entrañas terminando en mi vientre y dando paso a una cascada de placer que corrió, manchando parte de mi abdomen y la mano de Kageyama. Mi interior fue llenado al mismo tiempo, Kageyama salió de mí luego de un tiempo, dejando algo de ese caliente líquido escurriendo desde mi entrada.
Mis piernas temblaron, avisando que ya no tenían fuerza, camine con algo de dificultad hasta la cama, lanzándome sin pensar en nada más. Traté de regular mi respiración, sentí un peso extra, miré a mi lado, encontrándome con Kageyama, quien al igual que yo tenía la respiración agitada. Iba a cerrar mis ojos, pero el sonido de un celular me llamó la atención. La cual se fue rápidamente al notar que era el celular de Kageyama y que seguramente era su novia. Vi cómo lo tomaba y colgaba la llamada, miré con algo de confusión, esperando que me respondiera, pero no me miraba así que me decidí por preguntarle.
—¿Por qué no le contestaste, Kageyama? —mi voz sonaba algo rasposa, pues mi garganta se encontraba seca.
—Simplemente no quiero contestarle, deberíamos bañarnos, la gente comenzará a llegar dentro de una hora—dijo sin más y se levantó caminando hasta el baño de la habitación.
Solo asentí, aunque no me viera y caminé tras él, aún no sabía cuál era la razón de aquella reunión... Y realmente me parecía que no era algo que me fuera a agradar. Negué con la cabeza, no tenía que pensar en eso, Kageyama ya lo diría luego...
***
¡Y después de mil años se me da la gana actualizar! X'D Ay... enserio lo siento, pero aún tengo ideas confusas...
Es tercera vez en mi vida que escribo lemon :'v así que perdón si quedó muy chanta >:'v me gustaría escuchar sus opiniones...
Leyendo los capítulos anteriores me dí cuenta de lo Ooc que están los personajes >:c solo diré que no es porque quiera, de todas maneras trataré de arreglar las personalidades para que queden cerca de la original :'v bueno, eso es por ahora... Ya tengo algunas ideas más claras y espero no demorar tanto esta vez... ¡Saludos!
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Sex Or Love? [KageHina] [KenHina]
FanfictionSus cuerpos se encontraban sudados, las respiraciones agitadas, gemidos, gruñidos y suspiros llenaban la habitación. Sus mentes estaban demasiado perdidas en los laberintos del placer para caer en cuenta de que lo que en ese momento hacían cambiaría...