Capítulo 1

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Ryan Parrish:

Salí de mi habitación y me dirigí a la sala, al entrar mis padres estaban sentados esperandome, me senté en el sillón y les miré:

-¿Que querían decirme?-pregunté mirando les.

-Estás internado- dijo mi padre después de varios segundos.

Me quedé confundido, esto era una broma seguro.

-Es una broma- dije para luego soltar una risita.

-No es una broma, encontramos cocaína, marihuana y heroína en tu habitación y no es ni la primera ni la segunda vez, te vas a un internado de adictos- dijo mi madre mirándome preocupada.

Estaba sorprendido...¿Cómo que un internado de adictos?...
Eso no es posible, además entran a mi habitación sin mi consentimiento.

-Internado de ¿Adictos? ¿Insinúas que soy adicto a las drogas mamá?- pregunté furioso.

-Sí, lo siento hijo pero no podemos tener a un drogadicto en nuestra casa- espetó mi madre, con la voz a punto de quebrarse.

-¿Drogadicto? Me estáis bromeando ¿Verdad? ¿Papá vas a dejar a que me lleven a un puto internado de adictos? ¿En serio?- pregunté esta vez a mi padre.

-Si, y así será, estoy muy decepcionado de ti, pero no te queremos aquí hasta que quites esa adicción- dijo mi padre, serio, mirándome decepcionado.

Después de varios segundos escuché un sollozo de parte de mi madre.

-Si, creo que tenéis razón, un drogadicto no merece estar en esta casa.- dije con rabia en mis palabras.

Me levanté del sillón y miré a mis padres con odio, caminé hasta mi habitación y cerré la puerta con llave.

Trevor Dunne:

Caminaba torpemente a mi casa, me dolía la cabeza, caminé hasta la puerta de mi casa tropezando me con algunas piedras y escalones.

Al abrir la puerta corrí rápidamente al baño ignorando los gritos de mi madre, al estar arrodillado frente al indoro vomité todo el alcohol que habia ingerido. Al terminar me lavé la boca torpemente, aun tambleando caminé a las escaleras, sentí una mano que me sujetaba el brazo.

-¡Trevor! ¡Apestas a alcohol!-gritó mi madre.-Hijo estas borracho... ¡Por favor deja de tomar alcohol!

-¡C-cállate! N-no p-puedes m-mandarme! -grité mirándola, me quité de su agarre y subí las escaleras tambleando.

-¡Está decidido! ¡Irás a un internado de adicciones!-gritó mi madre subiendo las escaleras detrás de mí.

Pare en seco, que esté ebrio no significa que no haya entendido lo que había dicho mi madre hace unos segundos.

-¿Mandarme a un internado de adicciones? ¡Nunca!

-¡Sí! Mañana por la mañana harás tus maletas ¡No dejaré que un alcohólico viva en el mismo techo que yo!- gritó mi madre.

Caminé torpemente a mi habitación cerrando la puerta antes de que mi madre entrara.
Me tumbe en la cama dejando que el sueño se apodere de mí.

Andrew Becher:

-¡NO! ¡PAPÁ NO LOS QUEMES!-Grité intentando evitar que mi padre queme todos mis videojuegos.

-¡Sí! ¡Estoy harto de verte jugar videojuegos todos los días!- gritó tirando los videojuegos en el hoguera.

-¡Mamá! ¡Papá! ¿Por que me hacéis esto? ¡No los quemes papá!- grité tirando me de rodillas al suelo.

-Andrew se acabaron los videojuegos, irás a un internado de adicciones.- dijo mi madre mientras ayudaba a mi padre a quemar los videojuegos restantes.

-¡Os odio!-grité mirando con odio a mis padres.

Todos mis videojuegos se fueron al carajo...

Maya Irons:

-¿QUÉ? ¿INTERNADO DE ADICTOS?- pregunte enojada mirando a mis padres.

-Hija... Lo siento pero estas todo el rato comprando, el psicólogo dice que eres adicta a las compras y será mejor que vayas a un internado de adicciones- dice mi madre mientras me sonríe.

-Eso es absurdo ¡Papá!- miré suplicante a mi padre.

-Lo siento pero será lo mejor para tu bien- contesta mirandome con pena.

-No me lo puedo creer, iros a al carajo- dije con odio y subí las escaleras para irme a mi habitación.

-¡Maya! ¡Ven aquí!- grito mi madre.

Cerré la puerta de mi habitación con fuerza, me apoyé en la puerta deslizandome hasta sentarme en el frío suelo, hundí mi cabeza en mis piernas soltando algunas lagrimas.

No se los perdonaré jamás.

Adam Morgan:

-¡PAPÁ! ¡NO!- grité.

Mi padre seguía rompiendo mi portátil con un martillo.
Mi preciado portátil...

-No habrá mas internet ni portátil ¡Te has vuelto un maldito antisocial!- grita mi padre enfadado al terminar de destrozar mi portátil.- Irás a un internado, tu madre y yo lo hemos decidido.

-¡Vete al infierno!-grité, mi padre se me acerco y me dio un puñetazo seco en la cara.

-Nunca le faltes el respeto a tu padre, maldito imbécil.- espetó- y si digo que irás al internado esque irás y punto ¿entendiste?

Asenti asustado, mirándolo.

¡Lo odio!... Jamás le perdonaré.

Lauren Hamilton:

-¡Lauren! - escuché el grito de mi madre.

¿Ahora que querrá? Jolín...

-¡¿Qué?!- pregunté.

Escuché las pisadas de mi madre bajando las escaleras, al verla me quedé sorprendida.

-¡Mamá!-grité mirandola furiosa.

-¡Comida en tus cajones Lauren! ¡Comida en tus cajones! ¡Esque flipo contigo! ¿Que intentas hacer? ¿Ser una vaca?

-¡Mamá! No tienes derecho a cotillear mis cajones- contesté.

-¿Que no tengo derecho? ¡Soy tu madre! ¡Esto va para mal! - gritó tirando la bolsa de dulces y bollos a la mesa.-Estás internada.

-¿Que?

-Lo que oyes- dijo mirandome enfadada para después irse de la sala dejándome sorprendida.

-¡No puedes!- grité.

-¡Si puedo, no voy a dejar a una gorda en mi casa!- gritó desde la cocina.

Gorda...

Emma Busner:

-¿Hija que es esto?- preguntó mi madre a punto de estallar al ver mis cortes en mis muñecas.

Rodé los ojos y suspire.

-Cortes mamá ¿Y que va a ser?-pregunté.

Mi madre me dio un bofetón en mi mejilla. Dolió,sinceramente dolió.

-Estas internada, no puedo seguir con esto- dijo mirandome enfadada- Ve a tu habitación, estas castigada, se lo diré a tu padre y mañana quiero tus maletas hechas por que te vas de aqui ¿Entendiste?

-Si- contesté borde.

-¡Ahora a tu habitación, vamos!- me gritó.

Subí las escaleras y me fui hasta mi habitación, estaba apunto de llorar.
Cerre la puerta con llave y corrí a mi cama.

Soy una maldita inútil, quiero morir.




















Internado De AdictosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora