Capítulo 4

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Ryan Parrish:

-¡Oh! ¡Qué aburrimiento! -grita Adam caminando en la habitación de un lado a otro.

-¿Llamamos a las chicas? -pregunta con una sonrisa Andrew.

-Se nota que te gusta Maya -dije mirándole pícaro.

-¡Sí! ¡Osea no! -agacha la cabeza Andrew, avergonzado.

-Deja de ocultarlo, se te nota desde lejos- dice Adam en un tono burlón -Bueno pero si queréis llamamos a las chicas.

-¿Nos pillarán?- pregunta Trevor.

-Que va, ¡iremos al jardín de atrás! Cómo la otra vez -dice Adam.

Sinceramente no me apetecía ir al jardín de atrás pero con tal de no estar encerrado aquí hago cualquier cosa. Fui al baño a darme una ducha que por cierto, me dí cuenta que había uno hace poco.
Me dí una ducha rápida y me puse mis boxers, un jersey azul, mis viejos pantalones grises ajustados y mis vans rojas.
Dejé mi pelo secarse por sí solo, los cuatros salimos de la habitación en silencio.
Caminamos el largo pasillo, Adam como la otra vez vigilaba por si un guardia venía, de verdad esto parece una cárcel no un "internado", a veces pienso que las tres chicas osea Maya, Lauren y Emma y nosotros, los chicos, somos los únicos adolescentes de aquí, ya que no veo a ningún joven a parte de nosotros.
Sólo viejos locos y adultos de unos treinta y muchos.
Creo que mis padres en vez de llevarme en un "internado de adictos" me han llevado en un loquero.

Sin darme cuenta ya llegamos a la habitación de las chicas, después de que ellas ya salgan fuimos al jardín.
Nos sentamos todos en la sombra de aquél gran árbol...

-Que buena sombra -dice Adam sentado al lado de Lauren.

-¿De qué hablamos? -pregunta Maya.

-No lo sé -dice Andrew.

-¡Hey! ¡No podéis estar aquí! -dice alguien a lo lejos.

Giramos las cabezas y vimos a un guardia caminando hacia nosotros.

Ahora viene lo divertido -pensé.

-¡Correr! -grité levantando me rápidamente para salir corriendo.

Todos se levantaron confundidos pero empezaron a correr detrás de mí, el guardia gritaba que nos paremos pero le ignoramos, corrimos dentro del internado y subimos las escaleras rápido para adentrarnos en uno de los pasillos misteriosos y oscuros que habían en el internado, abrí la puerta de una habitación y entramos todos en ella antes de que el guardia nos viese.

La habitación estaba a oscuras, sólo la luz del sol entraba en una ventana entre las cortinas de ésta.
Sólo se escuchaba nuestras respiraciones agitadas.

-¿Ya se ha ido? -pregunta Maya, aunque estaba a oscuras, conocía su voz.

Abrí un poco la puerta y me asomé, miré a la izquierda, nada, a la derecha, tampoco. Cerré la puerta y me giré apoyando mi espalda contra la puerta.

-No hay nadie -dije.

-Ya se habrá ido -dice Andrew.

-Seguramente -contesté suspirando.

-Buscar el interruptor, odio estar a oscuras -dice una voz aguda, creo que es Lauren.- Debe estar al lado de la puerta.

Puse mi mano en la pared y empecé a buscar el interruptor hasta que lo encontré y encendí la luz.

-¿Y ahora que hacemos? -pregunta Maya.

-Esperemos a que pase unos minutos y nos vamos a nuestras habitaciones -contesta Andrew.

Internado De AdictosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora