Internado De Adictos

Capítulo 3

Trevor Dunne:

Ya han pasado cinco días desde que entré en este maldito internado.
Las cosas han ido peor de lo que había imaginado. La noche anterior Ryan se volvió loco por no tener droga, destruyó todo lo que había alrededor suyo, gritaba cosas incoherentes...Los guardias tuvieron que derribar la puerta para tener que detenerle, fue como una pesadilla...
Tengo una guerra en mi mente, no se qué hacer, cinco días sin alcohol. Voy a volverme loco.
El segundo día tuve una sesión con un psicólogo, se llama Jhon, por lo que escuché es el mismo que el de Andrew y sinceramente me cae mal y creo que yo también a él.

Son las tres y media de la tarde, acabamos de comer en el gran comedor del internado, después nos obligaron a subir a nuestras habitaciones y aquí me encuentro yo, aburrido.

Me pregunto que pensará mi padre cuando oiga que estoy internado en un internado de adictos. ¡Pero que cosas digo! A él no le importo y menos le importará oír que su hijo está internado.
Seguramente se estará tirando a una secretaria de su trabajo, cómo la primera vez que le pillé y ahí mi vida empezó a desmoronarse por completo...

¡Maldita vida! ¡Maldito internado!
¿Por qué me tocó vivir esto? Jolín sólo soy un joven que quiere vivir en paz.

-¡Trevor! ¿Me estás escuchando?-pregunta Adam sentándose en el borde de mi cama mirándome esperando una respuesta.

-¿Eh?-me limité a decir confundido después de varios minutos.

-Olvídalo, se nota que estás en tu mundo -dice negando con la cabeza, levantándose de la cama.

-Lo siento, estaba pensando- dije ya de pie mientras estiro mis brazos y dedos y escuchar ese "clack" de los huesos.- ¿Que decías antes?

-Que si te animas a salir a fuera un rato- dice cogiendo ropa de su armario.

-¿Quieres decir que nos escapemos? -pregunté confundido.

-No tonto, ya quisiera escapar de aquí, sólo digo que si quieres salir de la habitación e ir al jardín que hay detrás del internado.-dice poniéndose una sudadera gris.

-Hmmm... está bien ¿Ryan? ¿Andrew? ¿Os animáis?-pregunté mirándolos.

-Vale, pero si dejáis que Maya venga con nosotros.-dice poniéndose sus vans  rojas.

-Yo desde luego -dice Ryan arreglando sé el pelo.

-Vale -dice Adam en un tono divertido.

Me cambié y me puse mi vieja sudadera negra, mis pantalones negros ajustados y mis converse negras.
Los cuatros salimos en silencio de la habitación, Adam vigilaba por si un guardia pasaba pero como no había nadie caminamos rápidamente el largo pasillo, al salir nos dirigimos al pasillo donde estaban las habitaciones de las chicas, al llegar Andrew caminó hasta la tercera puerta y lo seguimos, la tocó y abrió una chica de pelo marrón,morena y rechoncha.

-Hola, ¿está Maya? -pregunta Andrew, apoyándose en el marco de la puerta.

La morena llamó a la tal Maya y ésta se presentó en la puerta, su pelo azul chillón se notaba desde lejos, Andrew empezó a hablar con ella.

-Bueno...Pero con la condición de traer a mis amigas- dice Maya cruzándose de brazos.

-Vale, trae las- dice Andrew sonriente.

Aparecieron dos chicas mas, la rechoncha y una pelinegra.
Los siete salimos rápidamente del pasillo, Adam como antes, vigilaba si algún guardia venía.

Al final conseguimos ir al jardín que estaba detrás del internado, es simplemente hermoso. Un largo camino de piedras que a su izquiera un gran pasto de hierba recién cortada y a su derecha habían flores de todo tipo, simplemente hermoso.
Habían unos bancos en el gran pasto de hierba y un árbol a lo lejos que tenía una sombra magnífica, asique nos decidimos por descansar ahí y aprovechar la buena sombra que había.