CAPITULO 2: BIENVENIDA FORZOSA

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Llena de rabia entre al interior de mi casa ¿Cómo se atreve? Cínico, estúpido, agh, me controle cuando escuché que un auto se estacionaba en mi casa, al parecer mis padres habían regresado del trabajo. Fui al recibidor y me percaté de su presencia.

-Hola hija- la dulce voz de ni madre- ¿Como estás cielo?- dijo papa besando mi frente- Muy bien ¿Cómo les fue en el trabajo?- cerrando la puerta de mi casa- Con algo de trabajo- respondió mi padre

Mis padres aún no sabían que en el vecindario había un nuevo integrante. Se los contare después que les diga que esta noche saldré- Mama, saldré esta noche- dije amablemente- ¿Con quién hija?- Abriendo la puerta del refrigerador- Con Victoria- dije nerviosa, mis papás ya sabían qué clase de chica era ella.

-No me conviene dejarte salir con Victoria... Ella es muy... Extrovertida- colocando su mano en la barbilla- Está vez iremos a una fiesta, ándale madre- dije haciendo pucheros, mi madre soltó un suspiro y asintió con la cabeza

-Por cierto, hay nuevo vecino- Me dirigí al sofá- Entonces ve y dale la bienvenida, prepárate un pastel de chocolate para que se lo des- Mi ladre es una persona muy amable, y siempre que llegan vecinos nuevos los recibimos, pero esta vez, no cruzaría la casa de ese imbécil- ¿Qué?- me exalté- Así como lo oyes- Dijo mi madre quien sacaba los ingredientes para preparar las galletas

- Pero madre, ¡Está vez no!- Respondí acercándome a ella- ¿Quieres salir esta noche?, lleva este pastel que estoy preparando y tendrás tu permiso- dijo elaborando el exquisito pastel de chocolate

-Esta bien- Rodé los ojos, ¿Qué demonios haría? No quería acercarme a ese idiota, que tal si le decía a mis padres de nuestro encuentro, no era nada anormal, pero no quería que se enteraran

Pasando unos minutos el pastel estaba listo - Nosotros te acompañaremos- dijeron mis padres, tal vez con la presencia de ellos pueda sentirme más cómoda, sonreí despistadamente y tome el pastel, ya que yo debí de dárselo al ingrato

Pasando unos minutos nos encontrábamos en la puerta del imbécil, no sabía si nombre, así que opté por llamarlo imbécil, respire hondo y toque dos veces la puerta.

En unos segundos abrió y sonrío- Hola ¿En qué puedo ayudarlos?- dijo observándome- Venimos a darte la bienvenida a este vecindario y con gusto te prepare este pastel- dijo ni madre, con una mueca en mi rostro se lo entregue

-Muchas gracias linda- en eso sentí como la rabia corría entre mis venas- De nada imb.....- Me pause al saber que mis padres estaban detrás de mí-Gracias por la bienvenida, con gusto probaré este pastel- Sonriendo a mis padres- Pasen por favor- Abriendo el paso

En eso el celular de mi padre timbro y atendió la llamada- Verónica, tenemos que ir a la oficina- Dirigiéndose a mi madre- Esta bien, creo que no podremos atenderte...- se detuvo al desconocer su nombre- Jack, Jack Parker- Sacudiendo la mano de mis padres- Cuando necesites algo, solo avisamos, lo que sea para servirte- mi madre le sonrió.

-Lo que necesite- susurro y me observó pícaramente, a lo cual rodé mis ojos- Si gustas puedes quedarte con mi hija, para que se conozcan mejor- Mis ojos se abrieron como platos al escuchar las palabras de mi madre-¿QUÉ?- Atónita- Kim, no quiero repetirte lo que te dije en casa- Respondió entre dientes

Mis padres se alejaron y me quedé dando espalda al imbécil de Jack- Pasa cielito- dijo soltando una risilla- Esta bien- lo hice ya que mis padres me observaban desde el automóvil, al entrar en su casa me sorprendí, estaba todo ordenado, un aroma a lavanda entró por mis fosas nasales, cuando después percibí su voz.

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