Last First Kiss |Parte II |

Capítulo 3

Luego de esa corrida que tuve, decidí ir a un parque a descansar un poco, para luego ir de vuelta a casa, a esta hora mis padres y mi hermanito ya deben estar en casa, así que sé que pronto mi madre me llamara para preguntarme donde estoy... me pongo a pensar en la manera en que le dije todas esas cosas a Matt, si, puede que haya sido un poco dura con él, pero yo sé que soy una persona que prefiere estar mil veces en su cama que corriendo, pero he decidido darle un giro a mi vida, en el sentido del deporte, agregarlo más a mi vida, aunque me falta iniciativa, pero lo lograre, igual pienso que fue la manera en que lo dijo lo que hizo que me enojara más de él, pero bueno ya paso, aunque aún recuerdo cuando me grito, nosotros nunca peleábamos, solo nos reímos, nunca nos lastimábamos el uno al otro, era todo lo contrario, nos cuidábamos, bueno, al parecer fue perfecto todo hasta que aparecía Mia interponiéndose en nuestra relación... de amistad.

Puede que después de todo ella no sea tan mala persona como su madre, que al saber eso inmediatamente se ganó mi odio.

[...]

Mia POV

— ¿Cómo esta nuestro plan, hija?

— Perfecto— digo riéndome—ya me estoy acercando al hijo de este tipo

— Maravilloso— sonríe malvadamente mi madre— tendrán que formalizar luego todo esto, para que así tú le des la idea a Matt de hacer una cena y como Louis es amigo de Harry lo invitara y ahí empieza mi parte del plan

— Aun no tengo idea que tengo que ver yo en todo esto

— Simple, tú eres mi entrada a la vida de Harry y lograre separarlo de Cassie— dice ella

— Pero yo no quiero herir a Matt— digo seria

— ¿no me digas que te estas enamorando de ese chico? — me mira con asco

— Me gusta— admito

— Pues haremos que te disguste, está decidido— dice enojada

— ¡Pero mamá! — grito

— ¡Madre Nada! — me grita de vuelta— ¡Tú no puedes enamorarte de ese chico! — dice mientras estaciona el auto

— ¡¿Y qué pasa si ya lo hice?!— grite y me baje del auto, cerrando la puerta con un portazo y corrí a casa hacia mi habitación

[...]

Llegue a casa y apenas entré, sentí un cuerpecito abrazándome las piernas, lo tome en brazos le di un beso en la mejilla

— ¿Cómo está el mejor hermanito del mundo? — lo abrase

— Súper bien— dijo— Hoy aprendí a contar hasta diez

— Te felicito— le dije mientras lo dejaba en el suelo y el corría a jugar

— Hola má— la abrazo

— ¿Qué pasa, querida? — me miro preocupada

— ¿Podemos hablar en mi habitación? — le dije triste

— Claro, ve arriba, yo subo enseguida— me dio un beso en la frente antes de irme

— Hola Violet— me dice mi padre

— Hola pá— lo abrazo fuerte

— ¿Qué pasa? — me mira preocupado— ¿A quién tengo que matar, por lastimar a mi princesita? — me dice serio

— A nadie— le sonrió sin mostrar los dientes

— Vamos querida— dice mi madre

— ¿Y ustedes que van a hablar? — me pregunta curioso