Seguíamos en el cine y yo ya no sabía donde meterme. ¿Por qué Alexander se tenía que haber puesto a mi lado con su amigo? Esque no lo entiendo, parece que la vida me quiere dar una lección o algo, porque si no, no entiendo esta vacilación, porque madre mía, de todo el mundo que hay, me tenía que tocar al idiota de turno delante. Increíble.
Me mordí el labio y me centré en la película, la cual estaba interesante, mientras me metía alguna que otra palomita en la boca, sin hacer demasiado ruido para así no molestar a le gente. A mí lado estaba Mía, a la cual le hacía gracia la situación que yo estaba viviendo, ella no es que fuera muy partidaria de lo que tuve en su día con Alexander, y ahora aprovecha cualquier ocasión para reírse de que cada cosa que me pase, o de meterme pequeñas pullitas referidas al chaval.
En si la situación era muy graciosa, pero me ponía histérica el tenerlo tan cerca como ahora, tan solo unos centímetros nos separan y estaba frustrada, me quería cambiar de sitio, pero la sala estaba llena por lo que no tenía más alternativa, que soportar aquel calvario. Me cago en la puta, esto solo me puede pasar a mi, es que de verdad, no sé si será el karma o cualquier cosa, pero siempre me meto en unos berenjenales que no vienen a cuento que madre mía.
En ese momento, cuando me disponía a sacar una palomita más de la caja, me vibró el móvil en el bolsillo y me ví obligada a sacarlo, quería saber quien me había hablado, quizá sería grave, por lo que, lo vería. Saqué el móvil.
Mensaje de Nick Blackstone: Perdona por lo del otro día, Gin. ¿Cuando podemos vernos?
En ese momento no supe como reaccionar, hace unos días, Nick, me había mandado a la mierda y ahora quería quedar para hablar. No tenía ni idea de lo que hablaríamos, porque según yo, yo no tenía nada que decirle, y no sé que era lo que él quería decirme a mí, por lo que pensé muy bien en que contestarle, lo que tenía claro es que no le dejaría en visto, algo le tenía que poner, si o sí.
De pronto sentí un codazo en uno de mis brazos y me ví obligada a levantar la vista, Alexander se había dado cuenta del mensaje y además, había leído lo que ponía. Cuando Alexander y yo estuvimos juntos, alguna que otra vez le había hablado de Nick, pero jamás concretando nada, solo le decía que éramos buenos amigos, pero por alguna extraña razón, Alexander siempre había desconfiado de él. Me miró y yo lo miré a él, sentí que tenía los ojos llenos de preguntas que yo no le iba a responder, entonces susurró.
- ¿Qué quiere ese mierdas? ¿Te sigues hablando con él?
- ¿Y a ti qué te importa? - Dije alzando algo la voz, quizás demasiado.
Entonces las miradas de Roy y de Mía cayeron encima de nosotros, diciéndonos sutilmente que nos callásemos ya que ambos bien sabían, que en cuestión de segundos podríamos empezar una pelea. Suspiré y le ignoré, volviendo la vista a la película, la cual había pagado y quería ver, por lo que ignoré cualquier mirada por parte de Alexander o cualquier gesto. Por otra parte, su amigo Roy, buscaba cualquier excusa siempre para levantarse, si no era el baño, eran las palomitas, si no eran las palomitas, era el móvil. De verdad, de la mala hostia que me estaba poniendo... no era ni medio normal.
(...)
Al cabo de una hora, la película ya había terminado, por que esperamos a que saliera toda la gente para no salir todos a la vez y así no agobiarnos. Para colmo, Alexander y Roy se quedaron con nosotras, genial, querían bronca. Y a este paso la iban a tener. Yo aún pensaba en que le iba a responder a Nick, aunque no tenía muy claro si quería hablar con él o no, aunque tampoco quería perderlo como amigo. Era alguien muy importante para mí, por lo que, debía conservarlo. La gente salió y Mía y yo aprovechamos para movernos así hacía el pasillo, dispuestas a salir de la sala.
Una vez fuera de ella, empecé a hablar con Mía, ignorando por completo lo cerca que podrían estar tanto Alexander como Roy.
- Tío, me ha mandado un mensaje Nick para quedar y no sé que decirle.
- ¿Y Qué te ha dicho?
- Solo pone que lo siente y que quiere hablar, no sé que hacer, siempre acabamos igual.
- No vayas a hablar con él. - Dijo entonces Alexander, que se había metido en la conversación sin permiso.
- ¿Y a ti qué te importa? Nick es más de lo que tú jamás serás, por lo que, deberías de callarte la boca e irte con tu amiguito a otra parte... ¿No crees?
Sonreí con malicia mientras volví a darle la espalda, dispuesta a seguir caminando con Mía por la calle, hasta que sentí como el imbécil de mi ex, me agarraba de la mano, entonces Mía le lanzó una mirada de advertencia, sin saber muy bien cuales eran las intenciones del cantamañanas.
- No vayas a hablar.
- ¿Si no qué?
- Me iré con otra.
- Como si ya no estuvieras con otra, que no soy mongola tío.
Me solté de su agarre y me separé de él, y cuando me giré, vi que Mía estaba hablando con Roy, me acerqué a ellos.
- A ver, ¿Y a ti qué te pasa? ¿No ves que no quiere contigo o qué? - Dije mirando al chico.
- Que pesada eres tía, en serio.
- Ginger, no pasa nada, solo estamos hablando de clase, se te ve muy ocupada con el otro. - Mía lanzó una mirada hacía Alexander, el cual aún estaba confuso, sin saber que decir o hacer.
- No me rayes con ese tema, que sabes que me saca de quicio.
De pronto sentí que el móvil me vibraba otra vez, otro mensaje, tenía otro mensaje. Mierda, no le había respondido a Nick, mierda.
Mensaje de Nick Blackstone: ¿Vas a pasar de mí? Porque no me pienso volver a arrastrar y lo sabes.
Rodé los ojos, ahora no era el mejor momento de hablar con él. Quien sabe, no se si iría a verle o no. Mire a Mía, la cual se estaba despidiendo de Roy con... ¿UN BESO EN LA MEJILLA? ¿Y ESAS CONFIANZAS? Rodé los ojos, me acerqué a ellos y la agarré de la mano, tirando de ella para que dejase de hablar con el inútil ese. Cuando estuvimos lo suficientemente lejos, la miré a los ojos y me crucé de brazos, colocándome frente a ella.
- ¿Y ahora qué? ¿Cuando váis a quedar para follar?
- ¿De qué hablas? No te montes películas.
- Te alías con el enemigo, o mejor dicho, te lías.
- Mentira. Anda. ¿Vas a responder a Nick?
- No sé.
Y la verdad es que no lo sabía, no sabía que hacer con él.
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"Huyendo conmigo de ti"
Teen FictionSegundo año de bachillerato. Nos encontramos en un momento muy difícil en la vida de Ginger Turner. Ella no tenía claro que quería hacer con su vida, y mucho menos, que quería hacer en ese momento. Se sentía agobiada, exhausta y sin saber si merecía...