INFIEL♡

Sola .37.

desperté y vi que me encontraba en una habitación con las paredes blancas y maquinas con cables conectados en mi cuerpo, intente levantarme de la camilla pero un pitido comenzó a sonar por toda la habitación lo cual hizo que una enfermera entrara rápidamente.

Ella se acerco a mi y me miro con naturalidad, comenzó a quitar algunos cables y me conecto a un suero. la verdad no le cuestione nada porque ya sabia que me había ocurrido y no era necesario que me lo recordaran pero si mas ella sola empezó a hablar.

- Amber... Lancaster! - leyó en una tabla con papeles que tenia entre sus manos, yo solo la mire sin hacer ningún movimiento.

- Hmm, como no tienes ningún familiar en la sala de espera tendré que pedir que te traigan algún alimento - dijo mientras alzaba las cejas y después de esto salió de la habitación sin mencionar otra cosa , la verdad todo dentro de mi se revolvió cuando dijo que no había ningún familiar porque realmente esperaba a Justin o a Danielle, pasaron pocos minutos cuando otra enfermera entro por la misma puerta por donde se había ido la anterior; esta me sonrió amablemente y coloco en una mesita una charola repleta de comida.

- Me alegro que te encuentres mejor - dijo con sinceridad y me hizo sonreír.

-Gracias, ¿Qué paso después del accidente? - pregunte.

- te trajeron aquí cariño, la verdad no te encontrabas en tan mal estado. - aseguro mientras asentía con la cabeza.

- Me alegra oír eso, oiga no tengo ningún familiar esperándome? - volví a preguntar y ella negó con la cabeza. era bastante raro porque ¿Cómo no se iban a enterar de que yo no estaba?.

acerque la charola y me encontré con un plato de gelatina, una manzana, agua potable y yogurt, suspire pues la verdad no estaba tan malo como me habían contado veces anteriores algunos amigos que aseguraban que la comida de un hospital era la abominación mas grande de la historia pero no tanto.

La enfermera que estaba enfrente de mi me miro con tristeza y comenzó a hablar de nuevo.

- Estas en un hospital de un poco lejos de San Francisco - dijo encogiéndose de hombros.

- ¿Por que? - le pregunte con los ojos entrecerrados.

- tienes tres fracturas, en una pierna, un brazo y la cintura. - dijo con media sonrisa intentando de darme animo.

- Dijo que me encontraba bien - le acuse con tono de voz elevado.

- Descansa, tendrás algunos días mas en este lugar - dijo y salió como la otra de la habitación.

perfecto, tengo tres fracturas ¿Acaso no hay algo mejor?. recargue mi espalda nuevamente en la camilla y mi cintura comenzó a doler. suspire y mire hacia el mueble donde anteriormente estaba la charola y me encontré con mi teléfono celular. lo encendí y de milagro aun tenia una cantidad razonable de batería, revise y ni un solo mensaje y ninguna sola llamada.

¿Qué nos les importo? Estoy en un maldito hospital en las afueras de San Francisco y ni así se preocupan por mi. comencé a llorar la verdad me sentía muy mal por estar ¿Sola?. escribí rápidamente un mensaje a Mario.

- Hola Mario, ¿podrías venir? - le envié el mensaje.

pasaron los minutos, demasiados para ser sincera y nada de Mario ni de mi hermana y mucho menos de Justin.