Atrapado

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Naruto sintió el fuerte y suave impacto de la mano de Sasuke contra su muñeca, sujetaba con fuerza las tijeras al punto de sangrar, las lágrimas escapan de sus ojos sin permiso, su cuerpo se movía contra su voluntad y le dolía en el alma lo que estaba a punto de hacer. ¿Matar a Sasuke después de todo lo que habían vivido? Definitivamente él no quería ser el causante de la muerte de la persona que tanto amaba...ahora que había recordada no podía dejar que todo se fuera por la borda tan fácilmente. Las gotas de sangre resbalaron por las tijeras hasta llegar a la punta y caer en el pecho del mayor, su mirada estaba fija y perdida en los ojos ónix de su pareja, lo miraba como si estuviera analizándolo. ¿En qué estaría pensando? No podía evitar hacerse aquella pregunta. Quería decirle que lo sentía... que lo ayudara... pero las palabras parecían atorarse en su garganta. ¿Lo odiaría ahora? No... no lo creía posible. Pero su cuerpo mostraba a un aura de completo miedo respecto a lo que podía suceder. Cerró sus tristes ojos sumiéndose ante la oscuridad. ¿Qué pasaría ahora? Ante aquel acto se vio enrolladlo en los fuertes y reconfortantes brazos del azabache, Sasuke sabia que no necesitaban palabras... solo actos. Y aquel acto lo aliviaba un poco, la mano de su pareja recorrió su espalda hasta llegar a la textura de su dorado cabello, el cual fue acariciado y revuelto como si fuera un niño pequeño. Los recuerdos de cuando Sasuke lo cuidaba hace ya varios años, no demoraron en aparecer como una tranquila sonrisa en el rostro del menor, quien no podía dejar de sentirse culpable y aun más al pensar que pasaría o que sería de su vida si llegaba a matar a la persona que tanto amaba. Las lágrimas no parecían querer detenerse, cabeza estaba oculta en el pecho del mayor que seguía consolándolo con la caricia de sus manos.

—Todo estará bien, Naruto... te lo prometo.

—Sasuke... —Susurro intentando calmar su llanto. A pesar de recordar su pasado, en esta vida tenia aun la mente de un niño... —Lo siento...

"Yo te ayudare, pero necesito algo de tiempo"

El menor pudo escuchar la voz de Kurama, de su demonio.

¿Qué le está pasando a mi cuerpo, Kurama? Pregunto el rubio abriendo los ojos para ver a su mascota dentro de su interior. Habían unos barrotes junto a un antiguo sello, antiguamente ellos no congeniaban con nada, pero con el pasar de los años habían tenido la obligación de comprendersen mutuamente, especial Kurama quien había nacido para ayudar a Naruto, tras ese pensamiento se habían jurado lealtad. El contenedor de su poder estaba en su tamaño original, parecía agotado, permanecía acostado en el suelo como si estuviera descansando, miraba al rubio con sus enormes y rasgados ojos rojizos.

"Orochimaru a infectado tu cuerpo con algún extraño veneno... desde que tomaste esa repugnante bebida empezó afectar tu cuerpo aun mas, perdí la conciencia gracias a eso. De esa forma no logre ayudarte antes de que empezaras a jugar ese estúpido juego. A tomado algo de nuestro poder con ese tablero, por eso cada vez te sentías más débil, he logrado detener un poco el efecto de esa "droga" quiere que tú elimines a uno de sus antiguos peones."

—......... —Naruto parecía solo escuchar y entender lo que su "mascota" le informaba.

"Orochimaru te ha dado la orden de matarlo, mi cuerpo se encuentra muy débil, por suerte el mocoso del Uchiha ha logrado detenerte antes de que cometieras alguna estupidez."

—Gracias Kurama... —Expreso el rubio

"He tomado la mayor parte de esa droga, por esa razón no puedo moverme con facilidad, si no fuera tanto sería fácil deshacer este estúpido truco, pero ahora deberás esperar un poco a que logre recuperarme para que termine con este estúpido juego"

Naruto asintió agradecido, difuminándose ante la mirada del zorro, quería dejarlo descansar, en realidad aun se encontraba algo débil, pero no lo suficiente como para no moverse. Aria lo que estuviera a su alcance.

SasuNaru - Es hora de jugarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora