Sin ti que hago para vivir (capitulo|°1)

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Y ahora todo ya es oscuro... no encuentro salida... estoy atrapado... moriré aquí... lo sé,

(Estruendo)

- Aquí! rápido o lo perderemos

- Tiene la pupila muy dilatada, ¡traigan la camilla ya!

No entendía que pasaba, solo veía personas alrededor mío y solo podía escuchar gritos y mas gritos, me subieron a algo suave y ahí, dormí...

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De repente me despierto y estoy en un lugar blanco en una camilla rodeado por sueros y con una máscara de oxígeno en mi rostro.

- Se mueve! Rápido Hernan se está moviendo!

Hernan: quítale la mascarilla, ya no la necesita.

- Si!

Hernan: déjame revisarlo, creo que ya puede oírnos.

Se acerca a mi rostro un joven que me quita la máscara, no escucho muy bien lo que dice. Se acerca ahora un hombre mayor que me revisa los ojos, la nariz y la boca, no puedo decir nada, no tengo fuerzas para hablar. Siento un fuerte dolor en las piernas y el hombre se aleja al mismo tiempo.

Me duermo rápidamente.

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Me despierto alterado y me siento rápidamente en mi cama, en la habitación en la que antes solo habían paredes blancas ahora también habían agujeros y grietas en las paredes

Qué sucede! exclamé muy nervioso

- Hola

Éste era el joven que me había quitado la máscara

- Yo soy Exequiel, quizá no recuerdes nada, solo que estuviste aquí un largo rato

Cuánto dormí?

Exequiel: 4 meses.

En serio!?

Exequiel: si, y hasta el día de hoy solo te despertaste una vez.

Fue el día en el que me quitaste la mascarilla.

Exequiel: exactamente! luego de ese día pasaron cosas terribles por aquí.

Yo recuerdo que todo estaba muy bien cuidado, y ahora hay agujeros en la pared.

Exequiel: si, son agujeros de bala

De bala!

Exequiel: si, estamos en una guerra que nadie logra terminar, y cada vez los ataques son peores, familias enteras han perdido su hogar o familiares.

Mi familia! dónde están! quiero verlos! (tenia 14 años, no entendía que pasaba, solo que una guerra casi me mata)

Exequiel: solo te encontramos a ti en esas ruinas, no sabemos nada de tu familia, no sabemos quienes eran, ni tampoco si están vivos, solo te encontramos a ti abrazado a un gran bloque que impidió que tu cabeza fuera aplastada por el techo de la casa en la que te encontramos, por desgracia tu pie... no tuvo esa misma suerte.

Lloré, tanto que no sabia como seguir, era demasiado para mi, me acababan de contar que no sabían nada de mi familia y que sobreviví a algo que no se que fue, y que uno de mis pies no tuvo suerte y que no hay nada que hacer para detener esta guerra.

Miré mi pie derecho y como pensaba, ya no lo tenía

Miré a Exequiel y le dije: por qué, por qué esto, yo nunca hice nada malo, nunca maté, nunca robé, nunca hice nada, yo era bueno y la vida me lo agradece así, quitándome todo lo que tenia, hasta partes de mi cuerpo...

Seguí llorando, y entre eso vi como Exequiel ponía sus manos en sus ojos. Luego se fue.

A los 20 minutos él volvió y me preguntó si yo si podía caminar, lo miré y le pregunté: que pasó, por qué te fuiste tan triste, fue por lo que dije?

Exequiel: no, es que yo perdí a mi esposa y mi hija, no tengo familia, ni tú, y todos necesitamos una familia pero por desgracia nosotros ya no tenemos una.

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Me abrazó y devuelta me preguntó si tenia fuerzas para caminar.

Bajé mis pies de la cama y apoyé mi único pie sano, mi único pie, el izquierdo, me levanté un poco pero no tenia las fuerzas para estar así un rato, me tiré a mi cama de espalda.

Exequiel. bien, eso ya es un avance, mañana veremos como reaccionas a tu nuevo pie ortopédico

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Y así fue, me colocaron el pie ortopédico que era mas o menos desde la canilla hasta donde debería estar mi pie.

Mi cuerpo no estaba incómodo, solamente que no se sentía nada cuando los cirujanos lo colocaban y movían sus partes.

Dos días de descanso fueron los que tuve, en los que hablaba con Exequiel. Casi al final del segundo día le pregunté que había pasado con Hernan, el otro médico.

Exequiel: ves esos agujeros de bala que están ahí

Si.

Exequiel: bueno intentaron matarte pero Hernan se colocó ahi con un chaleco para recibir las balas y que a ti no te hirieran.

Él me salvó, pero murió?

Exequiel: no, él no murió pero tiene muchas heridas y se está curando como tú, así que me dejó encargado de ti.

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Y se habían terminado los días de descanso y entonces me tocaba comenzar a caminar, ¡POR FIN! , ya no aguantaba esa cama.

Y lo logré, pude caminar hasta la mitad del pasillo, luego hasta el final y logré volver a mi habitación!

Estaba muy feliz y también Exequiel y los cirujanos, ya que había tenido un muy buen avance.

Ya había superado lo de mi familia, mas o menos, ya que sabía que en cualquier momento podrían matar a más personas y que sin una familia no puedo vivir, por eso decidí tener mi propia familia en el hospital, sabía que en cualquier momento podrían entrar soldados y matarnos a todos, pero lo mas importante es que sabía que sin ti no sabía como vivir.









"La silueta de los cuervos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora