Secuelas parte 2

222 5 1
                                    

Caminamos hacia las bancas que están al costado de la universidad, hay un parque tranquilo y desolado, hay un par de hippies tocando guitarra y fumando sus porros, en cuanto nos sentamos prendo un cigarro y le doy uno a diego.

-"¿Eres estúpido koke??¿En qué pensabas??

Diego miraba con cara de molesto, todo indicaba que había cometido el mayor error de la historia

-"Para, detente hombrecillo... Esto no me lo he buscado yo, todo comenzó ayer en la cafetería, cuando me ausente en clases de historia del arte. Estaba sentado disfrutando mi cappuccino leyendo una estúpida novela cuando se acercó Catalina y me empezó a coquetear, pero no le correspondí..."

-"Esto es una joda, ¿tengo que creerte? siempre has sido el puto imbécil que jura que las hace piola, pero tiendes a agarrarte minas con tu puta arrogancia".

Ahora abre más sus ojos como si quisiera golpearme...

(Rio a carcajadas).

-"Espera, espera, mira que es fácil leer tu mente querido Diego, con barba y todo no eres capaz de ocultar tu expresión de celos, ¿te gusta catalina verdad? Responde con sinceridad, ya que para eso estamos los amigos, si te deja un poco más tranquilo no me la tire..."

-"Hablas demasiada mierda junta koke, pero te creo..."

Todo parecía indicar que mi contra-ataque calmo la situación y pude dejar a diego en una posición tan embarazosa que no quiso continuar con el tema, sus brazos y sus piernas temblaban y no salía ninguna palabra de su boca, parecía un puto crió con ganas de un abrazo, por lo que accedí a darle uno.

-"Diego, eres como mi hermano pequeño, nunca seria capas de dañarte y tu menos a mí, así que dejemos esto entre nosotros".

Me miro con cara de sumiso y con ganas de pedirme perdón, pero no lo deje, ya la situación era bastante rara, así que opte por ponerme de pie.

Camino hacia el grupo de hippies tocaban canciones muy raras con acento inglés, en fin no las conocía pero amigablemente les dije que me vendieran un caño, ya que en la noche anterior me había fumado todo. Habían en total cinco personas, dos hombre y tres mujeres, una mujer con su vestimenta como gitana alza la voz y me dice...

-"hey nosotros no vendemos, pero si quieres únete con tu amigo y fumamos todos juntos"

La mujer sonreía constantemente, de cierta forma causaba en mi un momento de paz conmigo mismo, ella era blanca, ojos color miel y cabello negro ondulado, su cara era hermosa, pero para mí no dejaba de ser rara.
Busco a Diego y nos sentamos con el grupo. Todos hablaban al mismo tiempo, hablaban cosas sobre el karma, el chacra y la energía cósmica, yo por un lado, solo observaba a la mujer de pelo negro que ni sabía su nombre, en eso suena mi celular, lo miro y es Catalina, Diego lo mira pero no dice nada, decido contestar...

-"Qué onda cata, ¿qué quieres?"

Contesto de forma tajante para no hablar tanto con ella.

-"¿Dónde estás koke? vi que saliste con Diego, pero no logro encontrarlos..."

-"Estamos en la plaza de los volados la que está al costado de la universidad, estamos con un grupo de personas que son como hippies"

La verdad no sé porque le di tanta información, en parte no quería que viniera, pero los hombres somos estúpidos cuando estamos nerviosos al teléfono.

-"ok, voy para allá" catalina cuelga.

Y yo quedo con el teléfono en la oreja un buen tiempo. Hasta que la mujer desconocida mística me interrumpe.

-"¿Así que hippie?, ¿estás bien muchachito? te noto pálido y un poco preocupado, ven y siéntate aquí conmigo".

Cualquiera diría que esta mujer me está coqueteando, miro a Diego y está bastante ocupado con su debate del karma, así que voy hacia la chica, entablamos una conversación para conocernos más que nada, nombre, edad, que hacía y esas cosas, la chica se llama Bárbara, tiene 19 años y tiene una dulce voz, mientras más hablamos mas hace que me olvide de lo que paso con Catalina, veo sus ojos y trato de no mirar atreves de ellos, porque cada vez que lo hago, siento que me pierdo, así que decido mira a otro lado.

Aparece Catalina la veo llegando a unos diez pasos de nosotros, se acerca al grupo, los saluda a todos y se sienta junto a Diego, me mira de reojo.

A medida que pasan las horas Bárbara decide sacar un trip de su bolso, saca un cuarto de el se deja uno ella, me pasa uno a mí, los otros dos a Catalina y Diego, me parecía pésima idea, pero que mierda, ya estábamos ahí, los demás deciden irse y quedamos solos los cuatro.

Bárbara me mira fijamente y me dice.

-"¿No sabes cómo aplicártelo verdad?"

Me mira con cara de coqueta, acerca su rostro al mío mirándome fijamente, no logro apartar mi mirada de la suya, saca su lengua, pone el trip en su lengua y accede a ponerla en la mía, luego pasa por mi oreja y me susurra.

-"déjate llevar"

La quedo mirando medio aturdido, trataba de tragar todo lo que había pasado, cuando miro a mi costado, a Diego muerto de la risa y a Catalina que me mira con cara de desafiante y furiosa, luego mira a Diego, lo tira contra el pasto y se sube arriba del... lo comienza a besar y a frotarse con su cuerpo.
Por una parte, por mi bien, me parece cómico, de hecho, hasta patético... Ahora Diego no tiene como juzgarme y Catalina puede irse al demonio.
Todos mis pensamientos son interrumpidos por los efectos del trip,

Bárbara esta recostada en el pasto, sin darme cuenta teníamos nuestras manos unidas, hace mucho rato, quizás minutos o horas, no sabría diferenciar con lo drogado que estoy, se alzaron los colores, todo me parece tener vida, hasta los pequeños bellos de mi brazo que rozan con los de bárbara, decido recostarme al lado de ella, la quedo mirando y logro sentir el pasto helado, como si su energía traspasara mi cuerpo. Logro ver mi reflejo en sus ojos, por fin logro ver a través de ella, cada toque, cada beso... ¡¡mierda!! La estoy besando y no me di ni cuenta, que besos más exquisitos, Sus manos en mi cara, su mirada dulce y las miles de mariposas que me hace sentir en mi estómago.
Que esta puta tarde no acabe nunca y que bárbara no deje nunca de mirarme.

_wA(






Sexo sintigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora