Cabaña parte 1

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hoy es el día. Tengo todo listo para llevar a la playa, ropa abrigada, marihuana, descargué la mejor música para relajarme durante el viaje... un poco de Incubus, a perfect circle, deftones, entre otros exponentes, llevo dinero de sobra y mi viejo me presto el auto, la comida la vemos allá.
Barbara paso la noche conmigo y ella se encargo de traer los alucinógenos, me dijo qué trajo unos hongos qué nos harán olvidar de todo. (Suena mi celular).

-"Koke, dónde vienes? estoy lista esperándolos, necesito salir de aquí..."
-"Catalina, cómo estás? Estoy esperando a qué Barbara termine de arreglarse y te pasamos a buscar."
-"Bueno, los espero... Estoy bien... Solo quiero salir pronto de la ciudad".
-"Dame unos 20 minutos y pasamos por ti, luego pasamos por Diego, no he sabido de él desde anoche."
-"A mi me llamo ayer, quedo preocupado por lo de Matías..."
-"Supongo Catalina qué no le contaste nada."
-"No... Pero me empezó a sacar otras cosas en cara y la conversación se fue a la mierda."
-"Bueno, espero qué no se le ocurriera la gran idea de ir a buscarlo... Nos vemos en un rato mas."
-"Nos vemos koke, te quiero..."

Mierda! quiero un puto respiro...
-"Bárbara estás lista?"
-"Amor, solo falta llevar los bolsos al auto".
-"Dale, yo lo hago... Te espero en el auto".
Tomo ambos bolsos y las llevo al auto, tomo asiento y respiro profundamente mientras prendo un cigarro de marihuana, un poco de sativa para relajarme, pero no tanto, hay qué estar atento para manejar.
Llega barbara y se sienta a mi costado, me quita el cigarrillo y aspira todo el humo qué sus pulmones puedan aguantar, aguanta el humo un rato y luego lo bota... Observo cada gesto en su cara, cada movimiento de su boca, tiene unos labios hecho a mano, unos ojos grandes y negros, pero brillan cómo las estrellas en una noche en el campo, dónde las luces eléctricas son escasas y solo tenemos la luna y las constelaciones para alumbrarnos.
Todo mi pensamiento se interrumpe con un beso.
-"Koke, me miras de la misma forma de aquella vez, cuándo nos conocimos... No me quitaste la vista de encima".
-"Te equivocas, solo estoy fumado, miraba a la nada..."
-"Koke, no eres el único observador, tienes una mirada súper desinteresada siempre, pero cuándo me miras, no hacen falta las palabras, por qué ya siento qué me quieres".

Quedo sin palabras frente a esa reacción y solo atino a darle un beso.
Barbara tiene su algo especial... Es cómo si supiera cada rincón de mi mente sin qué yo le dijera algo, eso realmente me asusta, pero mi curiosidad no me deja arrancar cómo un cobarde... O simplemente, por qué la quiero.

-"Koke, qué pensativo".
-"Lo siento, ya vamos". ( Ahora es Barbara la qué no me quita la vista de encima).

Enciendo el auto y pongo un poco de "the strokes"
Mis viajes siempre son tranquilos con barbara, por qué yo odio manejar.
Conversamos de muchas cosas interesantes y nos llenamos de conocimiento, otras estúpidas y nos reímos todo el viaje, aún qué sean muchas horas, no se hacen eternas.
No existen silencios incómodos, todo lo contrario, hay veces que nos quedamos en silencio, pero nos acordamos de anécdotas demasiado chistosas. Como aquella vez en que diego se tiro al pasto muy drogado y se recostó en una mierda de perro, o cuando Matias vomito a una abuelita en el metro, Matias... al instante que lo recuerdo me cambia la expresión en el rostro y barbara me da la mano.
"Tranquilo koke, no creo que Matias olvide su amistad"


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