Recuerdo bajar unas escaleras que parecian no acabar nunca, recuerdo perfectamente el olor a barbacoa, recuerdo el calor que quemaba por dentro.
-Tranquila mi Diosa, ya nos queda menos-Me susurro Bel al oído, mientras me ayudaba a bajar las escaleras.
Continuamos bajando, hasta Yulia se encontraba ya agotada y mi hermano hacia todo lo posible para poder ayidarla.
Los mire atentamente y suspire, el ambiente era cada vez más pesado, se hacía más difícil retirar y el olor había empeorado, parecía que estuviera dentro de un edificio ardiendo y que todas las llamas fueran directas a mi.
Cundo al fin llegamos abajo nos sentamos en el escalón y descansamos un poco.-Belcebu, dime por lo que más quieras que luego no habrá que subir.
-Ewil, lo siento, preparaos para subir.
A Ewil le chorreo un goteron de sudor por la frente y Yulia se lo seco con in trozo de su pantalón, el cual había cortado a mitad de las escaleras para evitar el sudor en sus ojos.
-Gracias Yul-Le dedico una sonrisa, seguida de un tierno beso en la comisura del labio y le susurro algo al oído que no logre entender.
Cuando recuperamos fuerzas, caminamos por un pasillo recto, hacia un enorme portón, estaba decorada por mandalas siniestros y extraños, mientras más nos acercábamos, más raro era, cuando nos hayamos en el umbral de la puerta Bel me miro.
-Antes de entrar tengo que confesarte algo, la demonio que vamos a ver es la demonio de la luguria por mi culpa, somos medio hermanos, cuando eramos jóvenes, ella estaba enamorada de mi y yo me aproveche de ella, no estoy orgulloso, pero quería que lo supieras...Ake, diga lo que te diga ella, que sepas...que te amo y eres lo mejor que me a pasado nunca
Asenti y Bel abrió el portón, al otro lado se encontraba una habitación de color rojo y negro, y en medio una enorme cama, a la derecha de esta había una armario y una puerta a la izquierda unos sillones y una mesa la cual tenía encima unas rosas blancas que desentonan con todo lo demás.
-Belcebu...mi querido...hermanito-se oyó una voz irónica seguida por una risa siniestra-Pense que nunca te volvería a ver, han pasado muchos siglos ¿no?
-Asmodeo...sabes perfectamente a lo que he venido.
-Si, si, lo sé...se río, quieres vivir eternamente con tu amada ¿no?
-Si...
-Pues creo...que hoy...es tu día-Se acerco hacia mi y puso una de sus garras en mi cuello, izo un leve corte, el cual tenso a Bel,se acerco mi a mi cuello y lo probó.
-¿Eres un vampiro o que?
-Te a salido descarada la humana.
-Dos cosas...querida hermanita, la primera, ella es descarada porque puede, la segunda, al cuello de Ake solo me hacerlo yo-Me agarró del brazo y tiro hacia el, cuando me tuvo entre sus brazos me limpio la herida del cuello.
-Antes eras más simpático...agua fiestas, sabes, tendrías que tenerme contenta para que transfiera los poderes de Ewil a Ake.
-¿Como?-Pregunto Bel algo molesto, aunque no entendía el por qué.
-Que me necesitas para que pase los poderes de estos hermanos...
-Has dicho su nombre, entiendo que sepas el de Ake, es humana y es fácil de leer, pero Ewil es un brujo,¡ES UN MALDITO BRUJO!-Bel giro la cabeza bruscamente y miro Yulia y Ewil que se preparaban para atacar.
-Lo siento, necesitamos su ayuda-Bel se transformó en demonio y tras eso se desplomó contra el suelo.
-¡BEL!-Corrí con un nudo en la garganta hacia el cuerpo demoníaco de Bel-¿¡QUE PASA CON VOSOTROS!?
-Coged a esa sucia humana descarada.
-¡ASMODEO...VUELVE, TE MATO!-Yulia y Ewil cogieron a Ake por los brazos-¡A VOSOTROS DOS SI QUE OS MATO! ¡CONFIABA EN VOSOTROS!-se la llevaban a rastras-¡BEL...!-Dijo Ake antes de romper a llorar-Confiaba en vosotros...os odio...¡OS ODIO¡
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Brujas
FantasyAke una chica que a pasado y vivido mucho, decide contar su vida y su experiencia, te sorprenderá saber que lleva viva y aparentado la misma edad desde su veinteavo cumpleaños, ella aun sigue viva y joven a día de hoy y seguirá así por muchos años...