Él nunca fue la flor de Nochebuena.
Él no fue que tenía heridas a flor de piel.
Eras tú.
Tú eras la que goteaba sangre.
Tú eras la que buscaba ayuda.
Tú eras quien esperaba el invierno para abrirte.
Tú, que lo esperabas.
Y sí, te enseñó algo.
Te abrió lo ojos de esa terquedad esperanzada.
Después de eso, todo lo que dije ahora tiene sentido para ti.
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Más que eso
Poetry¿Qué más puedes esperar de mí? Aventurese el interesado y que se vaya el que quiera.