Nadie la escucha

12 2 1
                                    

Un dolor desconocido palpita en su interior.
Un ardor quema sus brazos.
Su pecho duele,
aunque esté vacío.

Quiere decirle a alguien que está mal,
pero nadie la escucha.

Odia su cuarto,
odia sus paredes,
odia su monótona vida.

Nadie la escucha,
porque todos duermen
o están muy ocupados alejándose como para prestarle atención.

Tan solo quiere decirle a alguien que se siente mal,
quiere que el dolor se vaya:
que sus brazos dejen de arder,
que su pecho deje de doler,
que su estómago deje de punzar.

NADIE LA ESCUCHA
Y es que ella no quiere ver ni a un alma.
Ya ni sabe lo que quiere.
No quiere tomar un libro,
no quiere perderse entre fotogramas,
no quiere distraerse con algún juego tonto,
o ver a alguien más.

NADIE LA ESCUCHA

Quiere,
por un momento lo desea,
perderse en vicios.
Tomar un cigarrillo
y fumarse sus problemas,
vaciar botella de alcohol
tras botella de alcohol
hasta perder el sentido del tiempo y el espacio,
hasta vomitar todos sus problemas.
Y es que eso es lo que quiere:
destruirse hasta el punto en el que el dolor que siente es opacado por uno nuevo que la haga trizas.

My cloudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora