A falta de tus besos

Y ahora tú.

El día siguiente transcurrió como otro cualquiera, me levanté, me lavé el pelo, fui a clase en bus y después de clase fui a tomar un helado con Dani. Lo gracioso vino el martes, cuando iba a clase de economía, tarde como de costumbre, y vi a Gina llorando en el pasillo. Me contó todo lo de que Erik quería a otra y en su larga explicación mencionó que la chica que le gustaba iba a ir con él a su nueva Universidad la primera semana como invitada.
Supuse que lo había entendido mal y no tuve en cuenta ese último dato hasta que en la hora de comer noté cierta aproximación por su parte, ya que se sentó a mi lado haciendo que Dani se tuviera que sentar en frente mía.
- Selene, ¿has hablado con la madre de Katy ya?.- preguntó Erik por el tema de la fiesta.
- Si, ellos irán a pasar la noche a un hotel, así que al final no se quien va a dar las gracias a quien.- respondí guiñando un ojo a los tres chicos que estaban sentados en la mesa.
Era verdad, ayer después de volver de tomar el helado con Dani  llamé a Helen y la expliqué la idea que tuvimos para celebrar el 16 cumpleaños de Katy, me dijo que nos dejarían su casa el viernes, que nada de alcohol ni tabaco, jajajaja, y que tuviéramos cuidado, lo típico.
Después de acabar la horrorosa e incomestible comida de la cafetería Dani se levantó, cogió mi mochila y me dijo que me iba a acompañar a casa. Sólo por asegurarme de que lo de Erik había sido un error de Gina me giré para ver como había reaccionado.
Puños cerrados, mandíbula apretada y mirada perdida, o iba fumado o algo iba mal.