Humillaciones sin sentido

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Travis.

Desperté en mi antigüo departamento, joder me duele la cabeza a matar maldita sea, mire todo a mi alrededor, estaba acostado en mi sofá, pero estaba completamente vestido lo cual me brindó un alivio de cojones, me levanté con pereza caminando hacia al cuarto y caí rendido en la cama, joder, tengo que llamar a Allison... Pero si la llamo se cabreará, maldita sea, no he llegado en dos días a casa... ¿Qué he hecho? Pues fuimos a la jodida salidita, América (la mejor amiga de pidge) se pasó de tragos mientras Abby y yo reíamos, Shep y ella se pusieron a pelear. No supe porque peleaban, sólo vi cuando Abby se fue tras América y yo tras Shep. Ambos terminamos en el departamento, Shepley se la pasó lloriqueando toda la noche sobre lo que debió o no debió haber hecho, me costó medio huevo tranquilazarlo y me quedé dormido, al día siguiente iba a llamar a Allison, pero mi celular se quedó sin batería. Pasé medio día intentando que Shep se levantara, hasta que Abby llegó con Mare. Shep se le arrodilló, e hicieron la típica escena romántica de mierda del perdón. Arrodillarse por una mujer era algo extremo, pero he vivido la misma maldita situación. Pensé en Allison ¿Me arrodillaría por ella? Tal vez... Después en la tarde la parejita que vomita arcoiris nos invitó a los bolos, un puchero de América y Abby ya estaba convencida, en cambio yo insistí en que tenía que volver a casa, pero Shep insistió, mi primo nunca me pide nada así que acepté ir, después de los bolos fuimos al Red Door, tomamos y reímos a lo estúpido, no sé que pasó y desperté aquí.
Ahora sólo tengo que levantarme e ir con Allison, explicarle lo que paso... No quiero que piense que me acosté con un par de putas. O lo que es peor que me acosté con Abby. Joder si ella llega a pensar que yo me acosté con pidge sería el fin...
Me levanté y me bañe como tantas veces en el pasado, agarre ropa que aún tenía en el departamento y me cambié. Busque a Shepley y entre abrí la puerta de su habitación. Estaba completamente envuelto y acurrucado con su novia. Pensé en que así debería estar yo, o mínimo sin este puto dolor de cabeza. Tomé las llaves de mi moto y me puse la misma chaqueta. Cuando iba a salir, pidge venía entrando como si nada.
-Hey...-Sonrió- ¿Te vas?-
-Sí, a mi casa...
-Se me olvida que no vives aquí...-Abby se apartó el cabello de la cara.
-¿Qué haces aquí?-
-A América se le quedaron las llaves de su auto...- las agitó
-¿Te acompaño mientras ella despierta?- Jesús, lo dije por educación y porque es mi amiga, pero joder que diga que no, que no y no.
-Claro ¿Porqué no?- Maldita sea.
-Bueno podríamos despertarlos, que muevan el culo- Reí
-No me gustaría molestarlos se acaban de contentar, Trav
-Supongo- Me regresé a la cocina-¿Algo de tomar?
-Sí- Sonrió mientras se sentaba en el desayunadero, me senté a su lado y serví el jugo.
-Gracias, beb...-se corrigió-Trav.- Se sonrojó y no pude evitar reír.
-No te preocupes, pidge. Haces mucha falta en Eanstern.
-Trav... Toto te extraña- Rió y me miró a los ojos.
-Oh si claro pidge, pero Toto es tuyo-Reí
-También era tuyo...-
-Muchas cosas lo eran...- La miré a los ojos y no quitó la mirada.
-No has pensado que tal vez...Todo sigue siendo tuyo...- bajó la mirada hacia mis labios
-Pidge yo...-Me incomodé
-No hables, Trav
-Es que yo no...-Me interrumpió acercándose a mi lentamente, y unió sus labios a los míos en un "tierno" beso, soñé miles de veces con que mis labios volvieran a tocar los suyos, pero ahora que lo hacían, maldita sea, lo primero en lo que pensé fue en Allison, los labios de Allison eran cálidos, y no digo que los de pidge no lo sean, pero ahora todo se siente frío, nada es como antes cuando me moría por ella, cuando despertaba en mi esas sensaciones inexplicables, no hay nadie en el mundo que despierte esa necesidad, eso que es una droga adictiva, nadie más que ella, mi Allison, y no puedo estar haciéndole esto, ni engañar a pidge de esa forma, mi corazón ya le pertenece a otra persona y esa es Allison, y ahora más que nunca estaba seguro de ello. Me separé rápidamente de Abby poniéndome de pie lo cual la tomo de sorpresa, como si no se lo esperara jamás de mi parte.
-Travis yo no...-
-Tengo novia, Abby... Jamás debí quedarme- Tomé mis llaves y me dirigí a la puerta.
-Travis espera...-Supe que se levantó.
-No tengo nada que esperar, mi novia me espera en casa.

Trallison Donde viven las historias. Descúbrelo ahora