Capitulo II

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Después de la larga jornada de trabajo estaba agotada y me dirijí a mi casa. Era una tarde fría y gris en el pequeño pueblo, traía puesto un vestido largo de color verde con algunos bordados, unas zapatillas color negro y un gran y pesado abrigo para protegerme del frío. Llevava mi cabello castaño atado en un moño.

Caminé aproximadamente por una hora por las frías y desabitadas calles. Cuando estaba a unos pasos de mi casa vi salir a José por la puerta de atrás y a mi madre despidiéndolo. Me alarmé al instante y apresuré el paso hasta la entrada principal de mi casa.

Al entrar, mi madre me regaló una gran sonrisa y me dijo:

- Hija, te veo muy pálida, acabo de hacer chocolate, ¿Quieres un poco?

Asentí levemente y sospeché al instante, ¿por qué mi madre se comporta de esta manera? Ella nunca se habia portado dulce, amable o maternal conmigo. Cuando llegaba de las duras labores que me encomendaba, ella generalmente estaba dormina o simplemente me ignoraba. Y además, ¿Por qué estaría José aquí?

Me senté en una silla mientras mi madre traía el chocolate, antes de que ella pudiera decir una palabra, pregunté:

-¿Qué hacia José aquí?

Mi madre, como la mujer imperturbable que es, respondió con un tono de voz frío y calculador:

- Justo de eso quería hablarte

Mi corazón empezó a latir mas rapidamente, no podía controlar mis nervios y la taza con chocolate que tenía en mis manos comenzó a temblar. ¿por qué mi madre quería hablarme de José? ¿qué estaban tramando? Conociendo a mi mamá no me extrañaría que solo hablara con él por interés, después de todo, es un economista muy rico...

- José me comentó que te ha pedido matrimonio - Dijo mi madre mientras daba un sorbo a su chocolate.

- Así es...- Dije en voz muy baja y con la cabeza gacha. Mi mamá ya lo sabía, y ahora estaba temiendo lo peor...

- ¡Deberías haber aceptado!- gritó con evidente furia

- Robert podría volver en cualquier momento, además...-

- ¿¡¡Sigues pensando en él!!?- me interrumpió de forma repentina -¡¡Sabes perfectamente que no va a volver!!

- ¡¡¡Volverá!!!- grité con desesperación

-¡Claro que no va a volver! Deja de vivir esta fantasía Elizabeth, es muy conveniente que te cases con José, es un importante economista.

No respondí. Me quedé mirando a la nada, pensando...

- Sabes que solo quiero lo mejor para ti...- dijo mi madre mientras llevaba una mano a mi cabello para intentar calmarme.

-¿¡LO MEJOR PARA MÍ!? ¡¡La única razón por la que quieres que me case es por el dinero!!- empezé a llorar mientras corría hacia mi habitación y cerraba la puerta con un estrepitoso ruido.

Desde el otro lado de la puerta oí a mi mamá gritar

- ¡¡Te casarás con José te guste o no!!

No lo podía creer, mi mamá se aprovechaba de mi a veces, como haciendome trabajar en exceso mientras ella solo se quedaba en casa haciendo quien sabe qué, pero nunca creí que llegaría al extremo de obligarme a casar con alguien a quien no amo y sabiendo que Robert podría volver.

Lloraba... pero ya no eran lágrimas de tristeza, o impotencia, eran lágrimas de odio, ira, rencor, en ese momento veía a mi madre como el ser más despreciable sobre la faz de la tierra, asi que tomé el florero que tenía sobre una pequeña mesa, y me acerque lentamente a la puerta mientras los gritos de mi madre seguian. Entonces abrí la puerta con un rápido movimiento y con todas mis fuerzas la golpeé en la cabeza con el pequeño florero.

El cuerpo inerte de mi madre cayó al suelo y dejó un gran charco de sangre en el piso.

- Esperaré a Robert por siempre...- dije casi en un susurro- Esperaré a mi esposo.

EL AMOR Y OTRAS GUERRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora