Después de la larga jornada de trabajo estaba agotada y me dirijí a mi casa. Era una tarde fría y gris en el pequeño pueblo, traía puesto un vestido largo de color verde con algunos bordados, unas zapatillas color negro y un gran y pesado abrigo para protegerme del frío. Llevava mi cabello castaño atado en un moño.
Caminé aproximadamente por una hora por las frías y desabitadas calles. Cuando estaba a unos pasos de mi casa vi salir a José por la puerta de atrás y a mi madre despidiéndolo. Me alarmé al instante y apresuré el paso hasta la entrada principal de mi casa.
Al entrar, mi madre me regaló una gran sonrisa y me dijo:
- Hija, te veo muy pálida, acabo de hacer chocolate, ¿Quieres un poco?
Asentí levemente y sospeché al instante, ¿por qué mi madre se comporta de esta manera? Ella nunca se habia portado dulce, amable o maternal conmigo. Cuando llegaba de las duras labores que me encomendaba, ella generalmente estaba dormina o simplemente me ignoraba. Y además, ¿Por qué estaría José aquí?
Me senté en una silla mientras mi madre traía el chocolate, antes de que ella pudiera decir una palabra, pregunté:
-¿Qué hacia José aquí?
Mi madre, como la mujer imperturbable que es, respondió con un tono de voz frío y calculador:
- Justo de eso quería hablarte
Mi corazón empezó a latir mas rapidamente, no podía controlar mis nervios y la taza con chocolate que tenía en mis manos comenzó a temblar. ¿por qué mi madre quería hablarme de José? ¿qué estaban tramando? Conociendo a mi mamá no me extrañaría que solo hablara con él por interés, después de todo, es un economista muy rico...
- José me comentó que te ha pedido matrimonio - Dijo mi madre mientras daba un sorbo a su chocolate.
- Así es...- Dije en voz muy baja y con la cabeza gacha. Mi mamá ya lo sabía, y ahora estaba temiendo lo peor...
- ¡Deberías haber aceptado!- gritó con evidente furia
- Robert podría volver en cualquier momento, además...-
- ¿¡¡Sigues pensando en él!!?- me interrumpió de forma repentina -¡¡Sabes perfectamente que no va a volver!!
- ¡¡¡Volverá!!!- grité con desesperación
-¡Claro que no va a volver! Deja de vivir esta fantasía Elizabeth, es muy conveniente que te cases con José, es un importante economista.
No respondí. Me quedé mirando a la nada, pensando...
- Sabes que solo quiero lo mejor para ti...- dijo mi madre mientras llevaba una mano a mi cabello para intentar calmarme.
-¿¡LO MEJOR PARA MÍ!? ¡¡La única razón por la que quieres que me case es por el dinero!!- empezé a llorar mientras corría hacia mi habitación y cerraba la puerta con un estrepitoso ruido.
Desde el otro lado de la puerta oí a mi mamá gritar
- ¡¡Te casarás con José te guste o no!!
No lo podía creer, mi mamá se aprovechaba de mi a veces, como haciendome trabajar en exceso mientras ella solo se quedaba en casa haciendo quien sabe qué, pero nunca creí que llegaría al extremo de obligarme a casar con alguien a quien no amo y sabiendo que Robert podría volver.
Lloraba... pero ya no eran lágrimas de tristeza, o impotencia, eran lágrimas de odio, ira, rencor, en ese momento veía a mi madre como el ser más despreciable sobre la faz de la tierra, asi que tomé el florero que tenía sobre una pequeña mesa, y me acerque lentamente a la puerta mientras los gritos de mi madre seguian. Entonces abrí la puerta con un rápido movimiento y con todas mis fuerzas la golpeé en la cabeza con el pequeño florero.
El cuerpo inerte de mi madre cayó al suelo y dejó un gran charco de sangre en el piso.
- Esperaré a Robert por siempre...- dije casi en un susurro- Esperaré a mi esposo.
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EL AMOR Y OTRAS GUERRAS
RomanceEsperar...es lo unico que he hecho en los ultimos años. Esperar por un amor que talvez no volvera. La angustia recorre cada centimetro de mi cuerpo al solo pensar que algo pudiera pasarle. Estoy dispuesta a hacer lo que sea por volverlo a ver, y el...