Assassins Creed (Avengers FanFic) [HIATUS]

Chapter 2.

||Japón-Hiroshima, Ciudad Fantasma 13 Diciembre|| 21:32||

Al igual que en las Bahamas, las lecturas volvieron de golpe a la par que el rayo. Pero, al contrario que en América del Sur, el impactó del rayo no trajo agua, si no fuego. Una reacción mas normal y lógica que la anterior.

Sin embargo, allí también encontraron a una mujer. Su cabello oscuro estaba recogido y cubierto por la capucha de su traje, su piel era pálida y el fuego a su alrededor parecía no afectarle.

Metieron a la chica en una celda y llamaron a Coulson para avisarle de lo sucedido. Éste, informó de la situación dándose cuenta de que en todas partes había ocurrido lo mismo.

SHIELD había decidido repartir a los Vengadores en las cuatro zonas para mayor seguridad. En las Bahamas estaban Tony y el Dr. Banner; en Hiroshima estaban el Capitán y Natasha; en París Wanda y Pietro; y en Londres Thor y Barton.

La chica ya había despertado hace varios minutos, pero después de deshacerse con facilidad de las cuerdas que la detenían, quedó sentada en su sitio con la mirada baja.

Natasha decidió entrar a la sala para interrogar a la chica.

Al abrir la puerta notó como la temperatura era mucho más alta que en el exterior.

Con algo de angustia se subió las mangas de su traje de cuero y apartó un poco su cabello.

Se sentó en la silla de enfrente mirando a la chica con curiosidad.

Esta no movió un solo músculo.

-¿Cuál es tu nombre?-Preguntó apoyando sus brazos encima de la mesa. La chica no respondió. -¿De dónde vienes?-Tampoco respondió. -¿Sabes como has llegado aquí? -La chica no parecía tener intenciones de responder ninguna de sus preguntas, y esto le hacía enfadar. Gruñó con un poco de enfado.-¿Responderás alguna de mis preguntas?- La chica no se movió.

Natasha bufó y se cruzó de brazos. En ese momento, no sabía si había bufado por el enfado de que no respondiera sus dudas, o por el calor.

Natasha tampoco se movió, intentando intimidar a la chica, o por lo menos incomodarla para que hablara, pero nada de eso funcionó.

-¿Cuánto más vas a aguantar?-Preguntó la chica en un susurro con su melódica voz. Se notaba un fuerte acento japonés al hablar.

Natasha la miró expectante. ¿A qué se refería?

No le costó mucho deducirlo, se refería a la temperatura. Parecía que el ambiente se calentaba todavía más y Natasha empezaba a sudar, pero no iba a irse. A lo mejor eran imaginaciones suyas, pero Natasha podría jurar que empezaba a costarle respirar. A pesar de esto, no se movió de la silla. Ella era fuerte y podía demostrar que era capaz de soportar aquello. La chica pareció notarlo, y una pequeña sonrisa se formó en su rostro.

-Eres fuerte. Me recuerdas a mí.-Hizo una pausa.-Pregúntame lo que quieras.-La temperatura bajó lo suficiente como para que Natasha pudiera respirar tranquila. Pero no fue la única que por fin pudo soltar un suspiro de alivio, Steve estaba igual de aliviado que ella desde el otro lado de la sala. Durante unos segundos se le cruzó por la mente la idea de ir a sacar a Natasha de ahí, pero sabía que ella tenía un plan.

-¿Cuál es tu nombre?-Preguntó.

-Akane.- Una pequeña sonrisa de orgullo asomó en sus labios.

-¿Cómo has llegado aquí?- La chica quedó unos momentos en silencio, pensando, aparentemente, en lo sucedido.

-No lo se.-Natasha la miró con duda, no sabría decir si la chica mentía.

-¿No recuerdas nada?- Insistió. Akane levantó un poco la vista.

-No.- Dijo con una tranquilidad y serenidad que sorprendió a Natasha.

-¿Qué es lo último que recuerdas?-Akane frunció el ceño por la insistencia de aquella mujer en el tema.

-Estaba con mi padre, y luego estaba aquí.-Dijo ella con esa extraña paz que la rodeaba.-Agradecería que dejaras de preguntar por ese tema que, a pesar de ser de vital importáncia, está más que claro que no se nada sobre eso. Gracias.-Hizo un leve asentimiento con la cabeza.

Natasha se cruzó de brazos, Akane no parecía tener intenciones de contar nada que fuera relevante para saber la razón por la que habia llegado hasta aquí.

-¿Estás segura?-Preguntó Nat con duda. No iba a arriesgarse a que le ocultara información.

Akane alzó el rostro, mostrando sus ojos rojos y el ceño fruncido. La temperatura comenzó a subir de nuevo.

-Eso ha sido de muy mala educación. Le pedí con respeto que dejara de indagar en el tema. Y encima desconfía de mí y de mí palabra.-Comentó la chica con la mandíbula tensa. Se levantó de su asiento, no fue difícil deshacerse de las esposas. Natasha se levantó al mismo tiempo que ella.-Aparta.- Gruñó con ira. ¿Cuando se había convertido esta chica tan serena y pacífica en una tan furiosa?- ¿No entendéis que es de mala educación retener a una invitada? - Natasha chocó con una de las paredes de la sala, y Akane salió corriendo con una agilidad que no parecía ser capaz de poseer.

El Capitán al ver lo sucedido dudó en que hacer, ¿ir a ayudar a Nat o a buscar a la fugitiva?

Salió corriendo detrás de Akane cogiendo su escudo con rapidez. Natasha era fuerte y la prioridad ahora era capturar a la chica.

En cuanto pudo ver a la chica le lanzó el escudo con todas sus fuerzas, pero este quedó levitando en el aire a pocos metros de ella.

Akane ladeó la cabeza con una pequeña sonrisa y con una de sus manos ardientes, empujó el escudo hacia Steve, quien a duras penas pudo parar el golpe. Pero, cuando volvió a mirar al frente Akane había desaparecido por completo.

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-Son unos maleducados.-Murmuró Akane con la cabeza baja. Ya había salido de aquel lugar en el que había aparecido hace varias horas, y sin darse cuenta había acabado en medio de una ciudad.

Para cuando Akane alzó la mirada, ya se había perdido por completo, pero eso no fue lo peor. ¿Qué clase de lugar era ese?

Habían edificios muy altos que parecían tocar el cielo, y no se parecían en nada a las casas de su ciudad. Todo estaba muy cambiado.

Akane comenzó a correr, chocándose con varias personas que la miraron mal. ¿Qué había sucedio en su ciudad?

Los edificios, las calles, los aparatos con ruedas que las recorrían, las luces, los carteles... Todo era demasiado diferente a como ella lo recordaba. ¿Dónde estaba su casa? ¿Y su hermano? ¿Y sus padres?

Akane había escapado, y cada vez más dudas y preguntas sin respuesta aparecían tanto en los Vengadores, como en ella misma.