capítulo 4

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Sentía como adrenalina recorría mi cuerpo, en unos segundos me arriesgaría por el todo y no podía fallar, camine con cautela por la habitación, antes darle una última mirada a mi reloj que marcaba que en solo 5 minutos todo comenzaría, en el pequeño cuarto donde actualmente me encontraba, solo contaba con una pequeña televisión en la cuál se podía ver perfectamente la joya que robaría o mas bien que ellos robarían, la cual se encontraba en la bóveda de la Universidad, di una última mirada aquel viejo televisor que me mostraba desde un ángulo 360 toda la habitación, en cinco, cuatro, tres, dos, uno.
Las alarmas sonaron indicando que alguien había entrado, pronto se lidio una batalla dentro la bóveda de la cual ella ya tenía el resultado, sabia que ellos perderían pero eso era lo que ella deseaba, apago la televisión y salio del pequeño cuarto con cautela.

La distracción habia salido perfecta, marco con rapidez un número que fue respondido a la primera.
-es como dijo, una camioneta esta saliendo de la casa de doflamingo con un logo de la Universidad.- dijo una voz grusa.

-perfecto, ya sabes que hacer-

-entendido-finalizó el hombre. A lo que ella no pudo evitar sonreír, mientras guardaba el teléfono en su pantalón y caminaba a paso apresurado hasta su transporte. Aun era pronto, para cantar victoria, pero ya tenía a law en sus manos.
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-Esta es la última vez que lo preguntaré, ¿Quién los contrato? -decía law con el ceño fruncido, a ambos ladradones, que se retorcian en el piso como si de gusanos se tratase, y aunque uno parecía, seguro y se negaba a hablar, el otro se veía sumamente nervioso, zoro quien los examinaba con la mirada desde la esquina de la habitación le parecia idiota la forma en la que habían entrado, los sujetos, claramente no trabajaban juntos pero estaba seguro de que si para la misma persona.
- dejalo law, de seguro no saben ni para quien trabajan, pero quiero decirles, que lo hicieron para la persona equivocada, por que sólo los utilizo- finalizó con una sonrisa socarrona. Mientras veia como el cirujano se retiraba de la sala con clara molestia, sabía perfectamente cual era el enojo de este, como habían logrado llegar a la boveda, dos ladrónes casi inexpertos, burlando toda la seguridad del complejo, hasta a el sorprendía, por que esto solo quería decir que la gente que estaba detrás de ellos era muy poderosa, sin embargo habia algo que no cuabraba en el asunto.
Si entraron tan fácil, por que no salir igual... un ruido hecho por uno de los ladrones, que al parecer aun luchaba por desatarse lo saco de sus pensamientos, le dirigió una intensa mirada, a lo cual el labron ni se inmutó.
-Ni lo pienses, aun si logras liberarte yo te mataría antes de que logras atravesar la habitación-dijo mientras tomaba una de tres sus katanas.

-¿una amenaza?- rio el labron sonoramente. -gente peor me ha amenazado señor zoro-
Zoro fruncio el ceño claramente irritado, tal vez el ladron si sabía algo y ahora lo descubriría.
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La moto aceleraba de velocidad, con la misma constancia que subían los latidos de mi corazón, no era la primera vez que conducía asi una motocicleta, mas bien se consideraba una amante de la velocidad, pero ahora tenía que ser seria, su salvación que solo se encontraba a unos quince metros y se seguía moviendo, por la carreta principal de la ciudad, le estaba dando algunos problemas, pero con su agilidad y manejo lograba arrebasaba a los distintos coches que se interponian en su caminó, bajo un poco su mirada, hacía su reloj, en la siguiente desviación, llegaría la proxima distracción, volvió a dirigir su mirada al frente, al parecer todo iba a la perfección.

-¡¡Crasshhh!!- una enorme sonria surco su rostro, que nadie pudo ver debido debido al caso negro polarizado que llevaba puesto. Acelero la moto, para llegar con rapidez hacia el lugar del " lamentable accidente" y se detuvo un vehículo atrás de la furgoneta blanca que transportaba su joya. Miro como unas personas se bajaban de sus vehículo, para ver que pasó, sabía de antemano que nadie podría avanzar por unos 15 o 20 minutos aproximadamente, hasta que llegará la ayuda, una pequeña vibración en su muñeca derecha, le anunciaba que era el momento, bajo de su moto con rapidez y avanzó con cautela hacia su objetivo, dirigió una mirada hacía todos los lados verificando que nadie no hubiera nadie y asi era, la mayoría habían bajado de sus autos para ir a ver el acontecimiento y aun no volvían, sacó una llave de entre sus pechos y no espero mucho para ponerla donde debía, la cerradura abrió, y con una increíble delicadeza, como si temiera que se cayera la puerta, abrio un pequeño espacio, solo para que pudiera entrar, sigilosa como un gato se movio hasta el centro, donde solo se podía visualizar una pequeña caja de metal, reviso el contorno de la caja esperando una trampa, pero nada, alzó la caja con rapidez esperando lo peor, pero nada paso, ahora sentía lo pesado de la caja, una segunda vibración me hizo darme cuenta que tenia que darme prisa, con la misma cautela con la que entre, salí, deje la pesada caja en el piso, mientras trataba de cerrar la puerta esperando no hacer ni un ruido y asi fue, solo un pequeño click que anunciaba que habia lo habían cerrado.
Me aleje con rapidez mientras verificaba que nadie me viera, una tercera vibración, hizo que prácticamente corriera hacia mi moto con la caja en la mano, con un pequeño arnés la asegure a la parte trasera, subí con agilidad a ella, mire como a lo lejos unas cuántas personas ya estaban regresando a su auto, izquierda, derecha, mi mirada se dirigía de haya para aca, solo habia dos carros delante de mi, y uno al costado izquierdo, siendo ese carro y yo los últimos de ese pequeño trafico. Baje un poco mas el cierre del traje de cuero negro, mostrando de más, mis exuberantes pechos, vi como una gotas de sudor se delizaban, desde mi cuello hasta mis pechos, talvez no habia sido tan buena idea ponerme ese traje, pero no, ese era el atuendo con el trabajaba la gata ladrona, un traje de cuero negro, botas de tacón alto negras y el casco polarizado, que sólo contaba como única característica, una pequeña huella de gato de color blanca en la parte de atras de este.
Mi mirada volvi a centranser en mi alrededor y solte un pequeño suspiro, al verificar que los dueños de estos autos aun encontraban en el lugar de los hechos.
Un cuarta vibración, hizo que arrancara la moto en sentido contrario. El trabajo estaba hecho, quería gritar y celebrar pero eso lo aría mas al rato.
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Trafalgar law no es un hombre que crea en lo augurios, la buena o mala suerte, su fe es simplemente, en lo que el podía realizar con sus propias manos, pero desde la llegada de esos ladrones, y de que se le informará que hubo un accidente por donde se transportaba la verdadera joya, logró hacer que su mal presentimiento aumentará. Porque nadie mas que el y algunos sombreros paja sabían que la verdadera joya nunca habia salido de casa donde había sido mostrada.
Tomo su celular con fuerza, y aun dudando si en realizar la llamada, desbloqueo su teléfono. ya había realizado la misma llamada hace más 15 minutos para asegurar que la joya estuviera bien, obtenido solo una pequeña respuesta positiva, "todo va bien", sin embargo aun así, su mal presentimiento se negaba abandonarlo. Sabía que algo no encajaba, y solo podía preguntarse ¿si alguien estaba tratando de burlarse de el?.
La llamada tardó unos minutos en ser contestada.
- soy yo-
- señor, ya logre salir del accidente ahora voy directo al punto de encuentro- dijo una voz joven con asentó británico.

- Esta bien, cualquier cosa marcame ya estoy saliendo para el punto de encuentro- dijo seriamente, colgó la llamada con más rapidez de lo normal y guardó su telefono en el bolsillo derecho de su saco. Miró de nuevo la estructura de la universidad, que ahora se encontraba más sola que un panteón, mientras caminaba entre los grandes corredores, para encontrar a los sombreros de paja, solo lograba pensar "todo esta bien", "mis planes nunca fallan", al fondo del gran pasillo, logró localizarlos enseguida y por lo visto zoro aún estaba vigilando a los ladrones, se acercó con paso veloz hacía ellos, mientras veía como franky jugaba con la joya como si de una baratija se tratase y robin leía un pequeño libro que tenía entre las manos, ambos dejaron de hacer lo que estaban haciendo al verlo llegar y lo cual agradecía, asi no tendría que llamar su atención.
- el plan seguirá igual escoltare la joya ahora, con dos de mis hombres- dijo, míentras veía como la arqueóloga asentía.

- pero si no es la verdadera, ¿ por que cuanta seguridad? - preguntó franky con una mueca de curiosadad.

- todos piensan que es la verdadera y así debe de seguir- decía mientras le quitaba la joya, a franky de las manos.

- entonces nosotros nos aremos cargo aquí.-dijo franky con un sonrisa, a lo que law asintió con la cabeza y se dio media vuelta dispuesto a irse.
Llegó con rapidez al estacionamiento de la Universidad, donde ya lo esperaba una furgoneta con el logotipo de la escuela, dejo la joya en las manos del conductor encargado, y fue directo hacía su auto, el cuál arrancó violentamente, detras de la pequeña furgoneta, muy seguido de él iban, sus dos hombres.
El viaje fue mas tranquilo de lo que esperó, a pesar de todas las amenazas que habían tenido en los últimos días, todo parecía extrañamente tranquilo "¿Acaso ya se habían rendido?", "¿ ya la roba ... no pudo evitar frenar su coche de golpe ante tal pensamiento, "imposible", " imposible", se repetía mentalmente, mientras aceleraba el coche para acercarse de nuevo a la furgoneta.
Había sido sumamente cuidadoso en todo, el solo había ideado el plan, los sombrero de paja apenas hoy se habían enterado de la réplica, y no creía que ellos lo traicionaran, no eran de clase de personas, asi que desecho rápidamente esa idea, el plan no podía fallar, pero no dejaba de sentir una pequeña ansiedad, que pudo esconder perfectamente ante todos.
"Tus planes nunca fallan" o eso era lo que pensaba, hasta que recibió esa llamada.
- ¡la joya no está!, ¿no se por qué? ¡¡pero no esta!!- decía el joven claramente asustado, mientras trataba de contener un claro ataque de histeria.

EL ROBÓDonde viven las historias. Descúbrelo ahora