√Capitulo. 1√

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Pov. Allison

Sangre, gritos, golpes, fuego, dolor ... Dereck...

Salí del trance a causa de estruendo que provoco un apagón.

"Menuda suerte tiene la prisión esta. Porquería de hospital psiquiatra"

Despojando poco a poco mis prendas, entre en la ducha, que aún sin luz se distingue donde esta cada objeto.

Observo por una ventanilla como niños y adultos entraban y salían, algunos con esposas. Mire a la gente con burla y teniendo impulsos de reir, ignore la ventanilla dirigiendo mi cuerpo a la ducha notando un leve jalón en un mechón de pelo el cual quedo atorado en una reja, jale un poco el mechón intentando desatorarlo sin resultado, provocando desesperación e ira, jalando mas el mechón provocando que se corte, en el  suelo observe aquel mechón mas corto que el demás pelo, siento un leve ardor en la palma de mi mano derecha y en las piernas, sacando una risa seca.

"Valla... debería... curarlo... tal vez... no... hace... falta... ¿o si?".

Gateando me dirijo a la ducha donde me siento en el suelo y abro las llaves haciendo así que agua fría caiga sin hacer caso. Me levanto y comienzo a hacer mi lavado corporal...

Cuando termino cierro las llaves sin dejar de tocar ese lugar siento un cosquilleo en mi espalda el cual termina con un dolor de cabeza y caigo de rodillas al suelo volviendo al trance en el que estaba antes de bañarme.

"No has venido... eres un... mentiroso... Dereck"

Unas cuantas lágrimas comienzan a resbalarse por mis mejillas, comienzo a golpear el suelo con mucha rabia dejando de lado el dolor, ya que la rabia que tengo es superior al dolor. Paro cuando noto que un circulo de sangre se posa alrededor de mi cuerpo me levando rápidamente y abro las llaves de la regadera dejando que el agua se lleve el circulo.

"¡Pero que demonios!... Tranquila no es la primera vez que pasa, vamos a curar éstas heridas se ven realmente mal"

Tomo unas gasas, alcohol y vendas, coloco alcohol en una gasa colocándola en el lugar lastimado y la envuelvo con las vendas repitiendo la acción con la siguiente mano. Envuelvo mi brazo derecho y piernas con vendas para evitar que se vean los moretones. Salgo del baño tomando una toalla que se encontraba en la cama, quito las gotas de agua que se quedaron después envuelvo el cabello evitando que gotas de este caigan al suelo y en mi espalda. Saco un par de prendas de el armario y me las coloco al final me hago una trenza. Regresa la luz y observo el reloj.

"Valla es tarde, es hora de la cena"

Suspiro para luego salir de la habitación y cerrarla para evitar que se metiesen donde no debían, camine con dirección al comedor, camino haya en encuentro a varios niños corriendo y unos cuantos de mi edad aproximadamente.

Los observo de reojo y ellos a mi tambien tienen una mirada cansada, en sus ojos se puede observar el odio y la locura. Cada quien sigue su camino llegando al comedor formando nos en una fila para luego dar nuestros nombres a unas personas con bata, me dan una manzana un yogurt un baso con agua y tres pastillas de diferente color.

Hombre: ¡Valla pero a quien tenemos aquí! Allison pequeña hace mucho que no te veo ¿como has estado?- pregunto con una sonrisa esperando mi respuesta pero solo le observe con odio- Ya veo, bien no creo que tenga que decirte lo que debes hacer después de todo cinco años aquí no debería de traerte tanto recordar lo que se hace con cada pastilla.- dice con tono de burla para comenzar a reír en mi cara.

Escucho murmullos y unas cuantas risas en la fila. Lo observo con indiferencia y ignorando su comentario me dirijo a una mesa donde nadie se sienta excepto yo. Como la manzana segido de una pastilla verde, tomo el yogurt seguido de una pastilla naranja, guardo la última pastilla y tomo el agua como si mi vida dependiera de ello. Me voy del lugar hacia mi cuarto a paso acelerado. Al llegar dentro tomo la pastilla color negro la cual machaco hasta que se haga en su mayoria polvo, la introdusco en mi boca saboreando un sabor amargo, me dirijo hacia la cama tumbandome en ella quedando dormida instantáneamente.

Aun después de todo no es tan malo estar aquí pero aun asi no estoy comoda, siento que estoy incompleta, que este no es lugar para algún como yo.

"Todos sienten lo mismo pero no se puede hacer nada"

Exactamente hoy se cumplieron cinco años que he estado en el hospital, el tiempo paso rapido y estoy callendo en desesperacion, mi salud mental aunque no lo parezca esta empeorando, el rencor y odio a crecido que para ser, años sintiendo que no es suficiente, ellos morirán antes que acabe mi vida... tengo metas y cuentas pendientes con muchas personas.

"Hermano..."- susurro de forma triste sacando mi cuerpo de la cama.-"Un día más".- suspiro.- "Es hora del  pase de lista" .

Salgo del cuarto quedando parada de espaldas con la puerta y observando de frente a un niño que tiene la mirada en sus pies, algunas personas están igual que aquel niño, otros voltean a los lados con cinismo, suena una campana damos media vuelta quedando de frente a la puerta con las manos sobre esta.

"Aquí comienza lo divertido ".- pienso con burla.

"1, 2, 3, 4,...30".- nadie responde.- "30".- silencio.- "¡Busquen!"

Se escuchaban fuertes pasos a mi espalda deteniéndose a unas cuantas puertas de donde estoy, miraba lo que hacían por el rabillo del ojo.

¡Pum! ¡Adiós puerta!... unos cuantos sujetos entraron a la habitación... silencio... grito de guerra, seguido de disparos, armando así un caos, cerré los ojos solo escuchando lo que sucedía,.

El chico de habitación 30 de nombre Edgar, edad de 25 años, estatura 1.75, pelirrojo, ojos negros, asesino entrenado para matar policías con equipo completo, demasiado riesgo para un lugar como este. Inteligente, fuerte, delgado y flexible.

Una alarma sonaba provocando que todos se alterasen, comenzando a atacar a los de seguridad y entre ellos. Nadie me atacaba, nadie me notaba para todos era invisible mientras no quitara las manos de la puerta, ahora los policías se fueron del lugar cerrando todo el pasillo con cristales dejando liberar agua mojándonos a todos, algunos intentaban entrar a sus habitaciones sin resultado, todo era un caos, todos intentaban escapar pero no podían no de lo que sucederá, encendieron la chispa, nos estaban electrocutado, nos cocinaban vivos, gritaban algunos, otros agonizaban, y los de más no se movían y de su cuerpo salía humo y un olor a carne quemándose inundaba mis fosas nasales, yo tenía las manos en el suelo con las rodillas de igual forma, cerrando los párpados con fuerza al igual que la mandíbula sentía que los dientes se romperían en cualquier momento,  no paraban cada segundo era muy tortuoso sentía entumecido todo el cuerpo, a tal grado que ya no sentía nada pensando que habían parado pero no, un liquido carmesí en forma de circulo me protegía del agua y la electricidad, de mi nariz boca ojos y cortadas apenas hechas salía sangre demasiada a tal punto que me desmaye.






Mi Pequeña Demonio [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora