√Capitulo. 2√

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Allison

"Niña, oye despierta, no es hora de descansar, niña ya levantarte".

Abría los ojos lentamente, sintiendo con las manos una superficie fría, intente moverme pero aun permanecía en mi la sensación de ser electrocutada, así que me mantuve quieta hasta que pude abrir completamente los ojos. Observe la sala con detenimiento eran puros vidrios y yo estaba encadenada a una cama de metal.

Allison: ¿ahora en que me metí?

Cerré los ojos, permanecí un momento hasta que sentí un movimiento en las cadenas de mis pies lo cual hizo sobre saltar y entrara en pánico.

No grites, no te haré daño.

Dijo aquel extraño sin mirarme concentrado en lo que hacia, al terminar de sacarme las cadenas, me senté en la cama y me percate que tenia una cobija blanca sobre mi lo cual era lo único que traía enzima, observe al extraño con detenimiento, era pelirrojo, de ojos grises, mas alto que yo, traía un cubre bocas por lo cual no podía observar por completo su rostro.

Ten es un vestido y un calzado esperó que sean cómodos.

Me extendió un vestido doblado y el calzado lo puso en mis pies, me saque la cobija, el se dio vuelta y cubrió los ojos, eso me tranquilizó un poco, me coloque el vestido el cual quedo como bien después el calzado.

Allison: ya estoy.

Toque su hombro y se sobre salto un poco, alzo su pulgar derecho y una puerta en uno de los muros se abrió.

Vamos

Salió de la habitación y le seguí, camino un poco y saco un walkie-talki.

Jack ya la tengo voy para allá.

Dijo por el aparato.

Allison: un momento...¿Jack? Entonces eres Esteban.

Ahora no es momento, en cualquier momento se darán cuenta de que ya no estas en el cuarto y saldrán a buscarte.

Comenzó a caminar rápido, le seguí corriendo, en un momento unas alarmas comenzaron a sonar.

Mierda.

Me tomo a modo princesa y empezó a correr, observe como otros dos jóvenes de mi edad se unían en la huida, observe al frente y habían hombres armados apuntando nos.

Entreguen a la niña y nadie saldrá herido.

Esteban me puso en el suelo me tomo de los hombros y susurro al oído.

Esteban: Por favor confía, camina hacia ellos, gritaré y tirate al suelo cubriendo tus ojos.

Asentó con la cabeza y lentamente comencé a caminar hacia los hombres armados los cuales sonrían triunfantes.

Esteban: ¡Ahora!

Me lance al suelo cubriendo mis ojos con las manos, sentí una brisa pasar por mi espalda segundo de gritos.
Alguien se posicionó frente a mi, acariciando mi cabeza.

Esteban: Ya no hay peligro.

Me levante y observe que los hombres se habían ido y solo había manchas de quemadura, los chicos no tenían ninguna herida lo cual me tranquilizó e hizo que estuviera confundida.

Allison: Pero como...

Esteban: No hay tiempo hay que irnos.

Me tomo otra vez a modo princesa y comenzaron a correr siguiendo a un chico de lentes.

Mi Pequeña Demonio [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora