Prologo.

34 8 6
                                    

Todos me conocen por ser esa chica con la vida perfecta que toda adolescente desea tener algún día, por ser la chica que con solo una mirada puede tener a todos los chicos que desea a sus pies y sobre todo me conocen como la enigmática Rayita.

Todas las personas que me conocen dicen que mi vida es la"vida perfecta" pero en realidad no siempre fue así,digamos que mi historia no es la mejor de todas ni la mas perfecta, tuve que trabajar mucho para conseguir todo lo que tengo hoy en día y cuando digo trabajar no me refiero a que tuve que trabajar en algún lugar. Mejor comienzo a contarles mi historia.

Casi toda mi vida estuve viviendo en un orfanato únicamente para niñas, no era tan malo, tenía muchas amigas, las señoras que solían cuidar de todas nosotras eran muy simpáticas y atentas. En el orfanato vivían niñas de 2 años hasta adolescentes de 17 años, si no llegaban a ser adoptadas antes de cumplir la mayoría de edad se podría decir que tendrían que empezar a vivir por si solas, ese fue el caso de un gran grupo de chicas, algunas lograron salir adelante solas y otras no fueron capases de vivir por si solas ya que toda su vida habían estado resguardadas dentro de aquellas enorme instalaciones. Lo único que recuerdo de cuando llegue es que era una noche bastante fría y lo último que vi antes de quedarme dormida en la gran puerta de entrada fue como aquel coche blanco aceleraba y doblaba la esquina para desaparecer por las calles obscuras de Florida. A la mañana siguiente desperté y lo primero que pude notar fue que estaba en una habitación de tamaño mediana en la cual habían dos camas mas, voltee hacia mi lado izquierdo en el cual se encontraba una niña de mas o menos mi edad, tenía una enorme sonrisa en su rostro, grandes ojos color café, cabello largo y ondulado, tez blanca y cuando sonreía se formaban dos hermosos hoyuelos en sus mejillas.

Minutos después de mi gran ataque de pánico, ella me contó que lo mas probable era que mis padres me hubieran abandonado, claro que la noticia no me sorprendió en lo absoluto, ellos nunca me quisieron, verán, mi madre era una mujer muy alcohólica que me había tenido a los 16 años de edad con un sujeto que supongo sería su novio, después de enterarse que estaba embarazada de una pequeña niña, tomo valor y decidió darle la noticia a mi supuesto padre y el como típico hombre poco responsable le echo en cara que debía ser de alguien mas ya que el no era el único con el que mi madre había tenido relaciones en su adolescencia, era de esperarse que después de esa pelea nunca se volvieron a hablar, mi madre tuvo que abandonar sus estudios para poder dedicarse a "cuidarme" cosa que nunca hizo. Todo fue "hermoso y perfecto" mi madre decidió ponerme dos nombre, Valerie Rayita, en verdad el segundo no tiene mucho sentido pero quien sabe. Cuando era mucho mas pequeña mi madre no era tan mala persona pero en cuanto fui creciendo comenzó a manifestarme el odio que sentía cada vez que recordaba mi existencia, yo solo tenía 3 años cuando ella legó tarde en la noche totalmente borracha, entró en mi habitación y comenzó a golpearme mientras me decía cosas como que era el peor error que pudo cometer, que si hubiera sabido antes que estaba embarazada me hubiera abortado, que yo le había arruinado completamente la vida además de que por mi culpa se había ido su supuesto novio. En verdad no era la primera vez que ella me decía ese tipo de cosas. Recuerdo que a la mañana siguiente entré en la cocina y ahí estaba ella, mirando la pantalla de su móvil mientras fumaba un cigarrillo sin percatarse de que estaba para a su lado, estuve un par de minutos esperando que notara que tenía una hija pero como no fue así caminé al baño, me paré en una pequeña silla la cual me hacía quedar frente al espejo y ahí estaba una vez mas, esa pequeña niña llena de moretones por toda la cara y cuerpo, un poco de sangre seca emanaba de mi labio inferior el cual estaba completamente hinchado, toda la zona que rodeaba a mi ojo derecho estaba morado y mi ojo izquierdo estaba rojo de tanto llorar. A duras penas me lave la cara sintiendo el dolor de aquellas heridas que me había echo mi propia madre, aquella persona que se suponía estaba para cuidarme y protegerme de todo lo que pudiera hacerme daño.

Me senté en el suelo contemplando la nada, pensando en que sería de mi dentro de un par de años, siento un gran portazo y ahí esta ella parada junto a la puerta, camina hacia donde me encontraba, yo trato de esconderme detrás de los sofás pero toma fuertemente mi brazo jalando de este, le agacha hasta quedar a mi altura mirándome con cara de odio. La escucho insultarme nuevamente, repite lo mismo desde que tengo noción de la vida, me reprocha por "haber salido a mi padre", que soy un constante recordatorio de el y que por eso y muchas razones mas me odia. En cualquier otro caso estaría agradecida por haber nacido con los rasgos de mi padre, tez blanca, cabello castaño claro, ojos azules y una sonrisa perfecta, pero lo que mas desearía es que me desfiguraran la cara para que mi madre deje de odiarme de esa manera. Después de darme una fuerte bofetada se aleja y a los pocos minutos regresa con mi pequeña maleta llena de mi ropa, la veo salir al patio trasero y escucho como habla con alguien, ella le dice que al fin se sacara un enorme peso de encima y cosas de ese estilo.

Después de ver como se alejaba de la casa, estuve todo el resto del día sola, al caer la noche escucho como se abre la puerta y rápidamente toma mi maleta y la sube a la parte trasera del coche, entra en mi habitación, veo que se acerca a mi y sin previo aviso hace que tropiece y me golpee fuertemente la cabeza contra una mesa de escritorio que tenía en mi cuarto haciendo que me desmaye.

Al despertar lo único que veo es el coche blanco acelerando sin detenerse ni por un segundo, doblar en la esquina y desparecer llevándose con el a esa persona que me hizo mucho mal a lo largo de mi vida.





Just A Good GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora