Prologo

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Espero, cada paso es un sufrimiento interior, quiero que todo pare, una palabra puede destruir mi mundo, en mi silencio todo es tristeza, una palabra, solo una hará que mi mundo se derrumbe, porque, en qué momento me equivoque, en qué momento toda la luz desapareció, veo sonrisas hipócritas y frías, me derrumbo, las lágrimas buscan caer de mis ojos, las detengo y sonrió falsamente, ya todo acabara.


Cuando noto que nadie repara en mi presencia, me deslizo fuera de mi asiento, salgo de ahí a pasos tan ligeros como mis tacones lo permiten, miro hacia atrás la alegría hipócrita me enferma y sigo mi camino, cuando estoy en la entrada siento que alguien me observa miro hacia el altar y nuestras miradas se unen por un fugaz instante, un perdón en su mirada y un vacío en la mía, abro la puerta y comienzo a correr tan rápido como puedo, los pasillo de la iglesia me causan una absurda sensación de claustrofobia, al fin veo la puerta de la salida trasera, la empujo y el frío exterior me da la bienvenida.


Estoy en el parque fuera del recinto donde la lluvia cae estrepitosamente,retiro mis tacones y los dejo a un lado, suelto mi peinado elegante, me retiró la chaqueta, quedó vestida con un sencillo y holgado vestido azul cobalto, dejo todo en el piso y me adentro a la lluvia, siento la lluvia acariciar mi piel, sus caricias son igual a las de él, el viento sopla, mis cabellos negros y húmedos se dejan dominar por su suave ligereza, tal cual yo lo hice.


Lagrimas caen de mis ojos y comienzo a caminar entre la hierba húmeda, me dejo seducir por su picor, por su dulce aroma a tierra, mi vestido se ha convertido en una segunda piel, con pesar y dolor, me dejo caer en la hierba mirando al cielo, respiro profundo, mis ojos azules miran al cielo y sonrió.


-amenos él es feliz-susurro al mudo viento, mientras llevo mi mano a mi vientre y siento un calor suave provenir de la pequeña presencia que diario crece en mi.


Este es el final de mi historia de amor, todo acabó, sé que este es su final, pero aún no sé exactamente cuál es su motivo, al menos tengo un pequeño regalo de camino que es lo único que me queda de aquellas noches de diciembre.

Como si este pequeño ser me escuchara comencé a hacerle promesas de amor y cuidado siempre, seria mi unico motivo para estar viva y luchar, cierro mis cielos y me levanto sintiendo ya el frío calarme los huesos, tomo mis cosas y me dirijo a mi auto, salgo de hay y me dirijo muy lejos de este lugar, por el espejo veo las maletas ya hechas y pienso en el boleto de avión a londres, quizás volver a mis raíces es lo que me hace falta, asi podre curarme y ser feliz con mi pequeño pedazo de cielo.

Llego al hotel y luego de una ducha rápida y vestirme lo suficientemente abrigada, salgo y condusco en dirección al aeropuerto, en siento en cierto modo paz.

Todo estará bien Julietta, ya veras.



Rosas Para el cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora