CHARLANDO CON EL REY... parte 1/2

20 1 0
                                    


Después de un rato llegan a un gran palacio un poco sombrío pero con un toque elegante que le gusta a ella, mientras entran a los dominios del palacio, ella ve como algunos caballeros miran atentamente el carruaje.

Cuando se detiene el carruaje, él baja extendiendo la mano para que ella la tome y baje con más facilidad del carruaje.

-llegamos-sonríe-

-eso veo-baja del carruaje y sonríe nerviosamente.-

-tranquila solo falta presentarte ante el rey

-no se supone que tienes que pelear ante otros guerreros?

-eso ya lo eh echo y por amor a ti gane-sonríe alegremente mirando la puerta del castillo frente a ellos-

-cu-cuando?

-no preguntes por favor, luego lo sabrás.

-e-está bien, no preguntare-ve la puerta ante ellos abrirse-

Al entrar ve un par de escaleras, una de ellas sube a la derecha y otra a la izquierda, el piso estaba cubierto por una alfombra roja de terciopelo, en medio de la pared que queda en medio de las escaleras se encuentra un cuadro de la reina ya fallecida, ella lo mira atenta, observa la silueta de la reina, sus ojos azules, cuando de repente una voz aguda la saca de sus pensamientos.

-al fin han llegado-dice aquella voz, ella voltea hacia la escalera izquierda ya que era el lugar de donde provenía aquella voz, y vio a un hombre que no pasaba de los 45 años de edad, ve a su prometido arrodillarse e inclinar la cabeza, ella hace lo mismo-

-majestad, es un honor estar de nuevo ante usted.

-basta de elogios Sirio, por favor pasen al gran salón-comienza a descender por la escalera-

-como ordene majestad-dice sin levantar la mirada y mirando a Luna de reojo-

-vamos de pie ambos quiero ver a la doncella que conquisto el corazón de este guerrero- ambos se ponen de pie, y el rey sonríe- es tan bella como dijiste

-su majestad creo que ya sabe porque ella está aquí ante usted –dice con voz segura-

-si lo sé y ese tema lo hablaremos en el gran salón-camina a una puerta de la cual ella no se había percatado por estar observando aquel cuadro, ambos siguen al rey y al entrar ella ve una gran mesa situada en medio del cuarto, detrás de esta una estantería con muchos libros-bueno siéntense.

-como ordene alteza- él retira un poco un silla para que ella pueda sentarse, después de acomodar la silla de ella, él se sienta justo a su lado- mi rey podemos ir un poco más rápido por favor

-claro no comprendo porque la prisa pero está bien, y dime Sirio, que deseas.

-su alteza deseó que permita a esta dama ser mi esposa, mi mujer-dice con una voz tan segura que ella toma valor al estar ante el rey-

-ya veo, y la dama como se llama-mirándola fijamente-

-se llama.....-el rey levanta la mano señalándole que guarde silenció-

-deja que ella hable

-mi nombre es Luna su alteza-dice levantando un poco la mirada-



AMOR TRACENDENTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora