Prólogo

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Muchas veces, un estúpido bache -en este estúpido caso, un diario- puede cambiar tu estúpida vida. Te sientas en el estúpido piso, lo abres, lo lees, te ríes, piensas, lloras, recapasitas, recuerdas, dialogas sola, lo vuelves a leer y luego te vas a bañar porque lo olvidaste hacer en la mañana puede cambiar tu aburrida -y estúpida- vida.

Todo empezó a las 5 de la mañana un viernes de mudanza, la antigua casa que Julieta con unas cuantas chicas alquilaba le llegó a aburrir así que juntó todo su dinero y se compró un lindo y cómodo departamento al centro de la ciudad.

Recogía las cajas pequeñas y las llevaba a la camioneta de su antiguo novio Evan. Él se encarga de las cajas grandes, por suerte al terminar su relación acabaron como amigos.

- ¿Hay más?- pregunta él un poco agotado.

- Lamentablemente... no-

- Pues que suerte, ya me cansaba- dijo el chico cerrando la parte trasera del carro, luego se subiría a su asiento de conductor.

- Eh, ya vuelvo, voy a despedirme de las chicas- le dijo dándole unos golpecitos a su vehículo.

Su extraña amistad con Evan llegó a su punto máximo cuando eran novios, ella se enteró de que él tenía un hijo de dos años y una novia en otra parte del país. Fue la peor forma de enterarse un engaño para una mujer.

El engaño (hace tres años)

- ¿Llegaste?-

- Sí, hola amor- dijo Evan cerrando la puerta de su casa.

- Hola- dijo Julieta besandolo. - ¿Qué tal el día? -

- ¡Interesante! May, la asesora de ventas me mandó a comprarle un café en Starbucks, me trata como esclavo la vieja- dijo quejoso.

No fue un lindo día para Evan, May lo mandó a la otra parte del país pero de día libre, nota que él trabaja mucho y que no ve a su hijo muy seguido por el trabajo. Él fue feliz para ver a su familia y le mintió a Julieta para... para que no lo abandone.

- Yo le hubiera puesto droga a su café- dijo ella riendo.

- Te comportas como una real -

- Perra- dijeron los dos a la vez riéndose.

Su relación es muy rara, se comportan como adolescentes, son más amigos que pareja. Ellos no lo aceptan, pero parte de ella se da cuenta.

El sonido del celular de Evan distrae a Julieta que ve la televisión. Ella se para a contestarlo, pero al ver la pantalla se queda paralizada. No solo porque ese celular nunca lo había visto, sino por el nombre con el que el contacto que llama está guardado.

"Baby"

No lo duda y responde...

Actualidad

- ¿Khalessi? - pregunta Julieta.

- Oh, ya te vas... puta- dijo graciosa.

- Sí, pero no me extrañes-

- Bueno, pues vete, deja a esta perra-

- Tranquila, vendré los jueves a ver películas con ustedes- dijo abrazando a su amiga que está en pijamas.

- ¿Y a mí? - preguntó Stephenie.

- A claro, no nos busca- fingió molestia Paola.

- No, vengan con mamá- dijo abriendo los brazos en busca de abrazos.

Luego de una despedida larga y llena de "quiero llorar pero no lo haré" Julieta tuvo que irse, salió de la casa playboy y entró al carro de Evan.

- No podían demorar más- se burló.

- ¡Venga! Joder, tu solo maneja-

Todo el camino, Julieta cantaba lo que escuchaba en la radio, es una costumbre que la tiene desde pequeña, siente que así llegará más rápido a su destino.

Y en este caso, ella cree que le sirvió.

- Aquí es- dijo bajando de la camioneta.

- Pues, te ayudaría a ordenar las cosas pero debo de trabajar, voy a llegar tarde-

- Ah, claro, no importa, solo ayudame a bajarlas- dijo sonriendo.

Así pasaron los minutos y el departamento de Julieta estaba lleno de cajas por doquier, Evan ya se había ido y la mujer estaba sola en su nuevo hogar. Tomó una foto de la vista del piso y la subió al Instagram. En minutos tuvo 10 likes, todos de parte de sus amigos del colegio y universidad.

- A trabajar- se dijo a si misma y puso música a todo volumen mientras que desempacaba.

Separo libros de adornos de ropa de tecnología de demás cosas y los fue metiendo en su respectivos lugares. Por suerte sus padres la ayudaron con los muebles y estantes, ya no le quedaba dinero para eso. Prácticamente amoblaron todo el depa.

A las dos de la tarde, solo le quedaban los "cachivaches" o cosas que guardaba por guardar, todos tirados en el piso. Solo le faltaba guardar eso y su nuevo hogar estaba listo.

Como es una completa vaga, decidió prender el televisor y comer algo en su cómodo mueble, dirigiéndose a la cocina por unas galletas, no se dio cuenta del diario que había en sus pies y cayó estruendosamente al piso. Su nariz estaba sangrada, pues cayó de cara.

- ¡Oh Shit!- se quejó al ver la sangre, corrió al baño y se limpió.

Al terminar de limpiarse la sangre de la nariz, Julieta va a el lugar exacto donde se cayó, lo sabe porque la sangre en el piso lo demuestra. Se agacha y logra ver que lo que la hizo caer, era un cuadernillo de hace... ¿trece años? En la cara salía "No abrir a menos que seas Julieta Rudd VanCamp" Eso lo hizo más interesante.

Se sentó en el mueble y el sonido del timbre la interrumpió.

- ¿Quién? -preguntó acercándose a la puerta.

- La pizza-

Abrió la puerta y sacó de su bolsillo diez dólares.

- Son quince dólares- dijo el repartidor que no estaba tan feo.

- Oh rayos, solo tengo diez, me acabo de mudar- me quejé buscando más dinero en mi bolsillo.

- Eh, no importa, yo lo pago- dijo el repartidor.

- ¿De verdad? ¡Gracias! En serio no tengo más... ¿Te llamas?-

- Dennis, un gusto y ¿tú? -

- ¿Qué acaso no sale en la boleta?- preguntó tratando de ser chistosa.

- En la boleta también sale que pagaste con quince dólares exactos-

- OK, gracias por traer la pizza, soy Julieta y tu ya te ves- dijo cerrando la puerta en su cara.

- Julieta es muy bonito nombre- gritó Dennis - Mi número de celular es 29432940655 por si es que lo quieres, recuerda 29432940655, adiós- dijo y se fue.

- Idiota, piensa que lo iba a apuntar-

Se quedó pensando un momento y...

- ¿Cómo dijo? ¿ 29432940? O era ¿ 34432940655? ¡ Ya! 29432940655- dijo mientras que lo apuntaba en su celular.

Cuando terminó de comer su deliciosa pizza americana, se lavó los dientes y se puso la pijama. Ya había acabado con todo lo que se pueda hacer de pie, ahora estaría hasta quedarse dormida sentada en su mueble pegada a Netflix.

Ya eran las ocho de la noche y debido a su cansancio, se recostó en su nuevo mueble, al hacerlo se topó con su cuadernillo.

- Lo había olvidado...- susurró.

Al abrirlo, vio muchas cosas, resúmenes de temas de su antiguo colegio, dibujos, calculos matemáticos, diseños de casas, titulos de libros, ¿una lista de todas las chicas que han salido con Leo? ¿Qué?

- ¿Leo? ¿Leo Johnson? ¿Es broma? - dijo riendo.

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Holaa! Soy su autora, Buena_Siendo_Mala. Espero que les guste, voten y comenten por favor.

Adiós!




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