Corazon de melon- UNA VIDA "PERFECTA"

DE HOMBRE A HOMBRE

POV KENTIN

En el momento en que Sam me invitó a comer con ella, simplemente creí que moriría de felicidad.

Desde el momento en que la vi, me enamore profundamente de ella; esa fue la razón por la cual me puse super deprimido cuando me enteré de que se había ido del colegio, trate de investigar a donde había ido, pero fue inútil, nadie sabía; finalmente me di por vencido y me resigne a seguir con mi aburrida vida. Cuando esa bella chica paso al frente a presentarse y escuche su nombre, me di cuenta de que el destino, por alguna razón, me ayudó a encontrarme con mi amor, después de 4 años.

Casi se me sale el corazón cuando vi a Sam desvaneciendo justo frente a mi; en ese momento solo llegaron a mi mente cosas tristes, por algún motivo sentía que la perdería de nuevo, pero me alegró haberla encontrado.

....

Cuando Sam se fue con mi madre a la cocina yo me quedé sólo con mi padre; siempre era incómodo quedarme con él, porque siempre sacaba el mismo tema, "¿no te gustaría entrar a la escuela militar con tu padre?"
Pero siempre le respondía lo mismo, "no, gracias papá".
Curiosamente hoy fue la excepción.

PAPÁ KEN: Hijo, tengo que hablar de hombre a hombre contigo.

KEN: Qu-que pasa padre.

PAPÁ KEN: Muy bien, seré directo, ¿te gusta esta chica Samanta?.

KEN: B-bueno yo ammm

PAPÁ KEN: Porque realmente es una chica que vale la pena.

KEN: Pues, me a gustado desde el primer día que la vi en la escuela y cuando se fue, no pude de dejar de pensar en ella.

PAPÁ KEN: Entonces te sugiero una cosa, no la dejes ir de nuevo.

En ese momento mi madre y Sam regresaban de la cocina, sentía como mis mejillas se calentaban y me empezaba a poner completamente rojo.

SAM: Ken estas bien, estas muy rojo, no tendrás temperatura o si.

Simplemente mi mente se puso en blanco y no podía pensar en nada que no fuera lo que me dijo mi padre y el bello rostro de Sam.

Después de un rato de plática, llegó el momento de irnos, Sam nos acompañó hasta nuestro auto y nos despedimos. Le dije que la vería en el Instituto al día siguiente y finalmente nos fuimos a casa.

Cuando llegamos salí del auto y entre lo más rápido posible, quería evitar otra conversación con mis padres, aunque sabía que tarde o temprano la tendríamos.
Entre a mi cuarto, me arrojé hacia la cama y me tape con todas las cobijas que pude conseguir.

KEN: Me alegra que hayas regresado, ahora no voy a volver a perderte.

Dije en un susurro y al final de ese alocado día termine durmiendo muy pacíficamente.