Camino a la felicidad

#1

-6 AÑOS DESPUES-

NARRA ALICIA

-Alicia, cariño despierta es hora de ir al colegio- escucho decir a mi tía Carolina tras la puerta.

-Ya voy- le contesto con pereza mientras me levanto de mi cama. Hago el proceso de todos los días, cuando salgo de la ducha me visto con el horrible uniforme de mi secundaria, al terminar bajo las escaleras y me dirijo hacia la cocina para encontrar allí a mis tíos y mi primo desayunando.

-Buenos días- dijeron mi tío Carlos y mi primo Liam.

-Buenos días- les respondí para luego comenzar a comer mi desayuno el cual estaba sobre la encimera, cuando termino me despido de mis tíos.

En el camino a la escuela me toca pasar al frente de la que era mi casa, no me duele en lo absoluto la muerte de mis padres, talvez cuando era pequeña, pero ahora ya nada me importa; sigo mi camino y no me detengo. No les prestó atención a los gritos de mis compañeros diciendo:

''cuidado ahí viene la reina del hielo'' ''no la miren a los ojos te congelara''

No tengo amigos, no le veo el significado de tener personas siguiéndote fingiendo que les importas, es ridículo.

Al pasar los pasillos veo de reojo a algunas parejas contra los casilleros dándose muestras de afecto, son tan asquerosos, escucho los murmullos de algunas chicas riendo risueñas sobre la llegada de un chico nuevo, no les prestó atención y sigo mi camino a la clase de arte, algunos alumnos están en el salón así que decido sentarme en uno de los puestos desocupados quedando entre un chico nerd y uno popular, no me molestaba en aprenderme cada uno de los nombres de mis compañeros, no me interesa, la profesora llega y ya todos están sentados. La clase transcurre normal hasta que el rector entra con un chico de unos diecisiete años.

-Buenos días alumnos.

-Buenos días- contestamos todos a unísono.

-Les presento al nuevo alumno Erick Villalobos- cuando el rector termina de decir eso se escuchan los suspiros de las chicas y los bufidos de los chicos, no le veo el por qué, todos aquí son superficiales, algunos sin escrúpulo solo se quedan viendo al nuevo con indiferencia, yo mientras no le prestaba atención. Luego de presentarse la maestra le asigno el asiento de enfrente de mí que según yo estaba ocupado.

El resto del día paso como todos, algunos intentaban entablar una conversación conmigo, hasta el chico nuevo lo intento, pero como siempre yo solo me fui caminando sin prestarles atención.

Pasaron dos semanas muy extrañas, mi primo Liam se iba en la noche y no volvía en dos o tres días, según mis tíos él estaba muy ocupado con los trabajos de la universidad, no les creía, así que cuando salió un día viernes lo seguí, él no se dio cuenta por lo que cuando vi que subió a un auto tome un taxi y los perseguí, llegaron a las afueras de la ciudad en una carretera poco concurrida ya que estaba rodeada de un enorme bosque extenso, me escondí detrás de un árbol cercano a ellos, pude divisar a Liam con ¿Erick?, ¿qué hacían allí?; en un momento de la conversación escuche mi nombre así que me acerque a unos arbustos al lado de ellos y escuche algo que cambio mi vida para siempre...

-Soy su hermano mayor tengo que protegerla- dijo Erick con furia.

-Puede que lo seas pero no te la llevaras- contesto Liam de la misma forma.

Desde ese día, ya nada es igual.

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­­­­­­­­­­­­Desperté porque me sentía incomoda, que raro no recuerdo haberme dormido, me encontraba en una camilla, lo que significa que estoy en un hospital, Liam estaba sentado en una silla, distraído, ya que no noto que desperté.

-¿Liam como llegue aquí?

Él se sorprendió al oírme y luego se puso nervioso.

-Heee... bueno tú ¿no recuerdas lo que pasó?-Yo negué como respuesta, enseguida cambio su cara a una despreocupada, algo me esconde.

-¿Qué paso?

-Te tropezaste con las escaleras y te golpeaste la cabeza.

Miente...

Dijo una vocecilla en mi cabeza.

-Está bien ¿sabes cuándo puedo salir de aquí?

-No, pero déjame y le pregunto al doctor ¿Okay?, Ya vuelvo.

Cuando salió por la puerta me puse a pensar que paso realmente y como si esa fuera la clave flashes de como seguía a Liam vinieron a mi mente, como lo vi subir a un auto y como llegaron a las afueras de la ciudad, como discutían y lo último, como Erick peleaba con Liam al él no querer dejar que me llevara.

Erick es mi hermano, esa frase resonaba en mi cabeza perturbándome; Liam lo sabía, él lo sabía y no me lo dijo y ahora sé que ya no puedo confiar ni en mi propia familia.

-Alicia el doctor dice que ya nos podemos ir-interrumpe mis pensamientos la persona que pensé que era diferente a los demás.

-Está bien-me levante de la camilla y me dirigí al baño no sin antes tomar la ropa que estaba en una silla.

Al llegar a casa tía Carolina estaba sentada en el sofá de la sala mirando nerviosa la nada, hasta que me vio y me abrazo.

-Estoy bien, no fue nada grave.

-¿CÓMO QUE NO FUE NADA GRAVE?, estaba haciendo la cena, cuando de repente Liam me llama y dice que estas en el hospital porque te habías golpeado con una puerta...

-Espera-Interrumpo a tía Carolina-Liam ¿no me había tropezado con las escaleras y me había golpeado la cabeza?

Lo mire esperando una respuesta o que tal vez dijera la verdad.

-Pues sí, te tropezaste con las escaleras de la biblioteca y te golpeaste la cabeza con la puesta de la entrada-respondió no muy seguro.

-Qué bueno que estabas hay cariño- dijo tía Carolina.

-Si... que suerte, bueno me voy a mi habitación, gracias primito.

Y sé que él se dio cuenta de que lo último lo dije sarcásticamente.