-Lamento tanto esto, debe tener la peor imagen de mi profesor.
-Todos cometen errores, dime ¿de quién huías?
-Pues, de Erick.
-¿Acaso el señor Villalobos le quería hacer daño?
-No, me entere de que somos más cercamos de lo que imaginaba y ahora él quiere que me vaya con él.
-¿Qué son, hermanos?- me miro burlón.
-De hecho sí, si lo somos- respondí mientras me acomodaba en el piso, ese sería un largo día.
-Vaya, debes estar furiosa con tus padres- dijo mientras se sentaba a mi lado.
-Claro que no, solo me gustaría saber por qué no lo conocí antes o por qué lo separaron de mí- le mencione mientras bostezaba, al parecer no fue buena idea dormirme tarde leyendo.
-¿Tienes sueño?
-Si no lo ha notado, parezco un mapache por las ojeras que tengo.
-Puedes dormir si quieres yo te aviso si nos abren, ¿bien?
-Bien- le respondí mientras caía en los brazos de Morfeo.
Escuche un golpeteo proveniente del otro lado de la puerta, intente levantarme pero sentí que algo me lo impedía, al observar me di cuenta de que prácticamente el cuerpo del profesor Stanley estaba sobre el mío, rayos como llegamos a esta posición, si alguien nos encuentra así puede ser que nos expulsen y Edward perdería su empleo.
-Profesor Edward despierte- sacudí su brazo-alguien está tocando.
-Mmmm.
-¿Hay alguien allí?
-Sí, quedamos atrapados- le respondí enseguida al que supongo es el conserje.
-Bien, dentro de poco podrán salir.
Stanley abrió los ojos en ese momento, al notar la posición en la que nos encontrábamos se ruborizo, ¡¡qué tierno!! , dijo una voz de forma chillona en mi cabeza.
-L-lo s-siento si t-te incomode- se levantó y me tendió la mano.
-Descuida- le sonreí cariñosamente - solo espero que no se demore mucho, por cierto ¿qué hora es?
-Son las 5:43 p.m.
En ese instante se abrió la puerta, dejando ver del otro lado al conserje, y al director.
-Definitivamente hoy no es mi día - susurre fastidiada.
-Pero que agradable sorpresa señorita Villalobos, profesor Stanley me podría dar razones del porque estaban los dos encerrados en el cuarto del conserje.
Edward solo lo miraba pensando en que decir mientras tartamudeaba, por lo que decidí responder yo.
-Lo que paso señor director fue que estaba escondiéndome de mi hermano y como el único en el pasillo era el profesor Stanley seguramente mi hermano le iba a preguntar si me había visto así que nos encerré en el cuarto, cuando se fue mi hermano intentamos abrir pero la puerta no cedía.
-Le creeré por esta vez, ahora será mejor que se vayan mañana hay clases y espero verlos a tiempo.
Yo solo salí casi corriendo de allí, no quería más problemas.
-Querida, ¿piensas irte caminando sola?
-Si – dije ignorando el "querida" de Stanley.
-Podría llevarte, no me gustaría que te pasara algo.
-¿Por qué se preocupa tanto?
-Eres mi alumna.
Auch, creo que me estaba dejando llevar por lo que decía Anavi.
-Solo aceptare porque estoy cansada.
El camino a casa fue... tenso, la unica palabra que cruzamos fue cuando pregunto dónde vivía y le respondí, empiezo a pensar que el profesor es extraño, lo vi sonrojarse aproximadamente siete veces. Al bajar del auto, después de agradecerle a Edward por el aventón, me encontré con mi hermano caminando rápidamente en mi dirección muy furioso, de un momento a otro me encontraba siendo cargada como un costal de papas por Erick.
-Pero que rayos, bájame en este instante idiota- le dije mientras golpeaba con todas mis fuerzas su espalda y me movía como gusano.
-Quédate quieta Alicia, ¿sabes cuánto tiempo estuve buscándote?
-No sé, ¿mucho?
-Que exasperante eres.
-Pues perdóname por ser así – Muy tarde me di cuenta de que me llevaba hacía, el que según yo, es su auto y en un parpadear me encontraba siendo encerrada en la parte trasera.
-Joder Alicia no soy el malo de la película. Además, no tienes idea de cuánto me costó encontrarte y no pienso dejarte ir.
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Camino a la felicidad
Teen FictionDesde niña Alicia siempre ha sido una hermosa y tierna criatura, tan inocente del mundo exterior en el cual vivimos, a la corta edad de 10 años le toco sufrir lo que todo niño teme... perder a sus padres; desde ese día ha vivido en la casa de sus tí...