Ojos color miel

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Para cuando despertaron, sol y luna, ya era medianoche y decidieron volver a lo que vinieron, platicar con el nuevo. Al recorrer la habitación lo encontraron dormido en su ducha. Sin dudar las dos chicas abrieron la canilla del agua fría para despertar al joven. Por suerte Tobias ya estaba acostumbrado a que lo despierten con agua fría.

- Chico guapo despierta.- le ordenaron las dos casi cantando.

El joven Tobías aun confundido reconoció sus rostros por las fichas de sus pacientes. Gracias a eso logro emular una sonrisa y responderles.

- Buenos días. Por que salieron a estas horas? Están bien?

- Tu sabes como tratar a una dama.- le respondió Sol con un tono algo sarcástico.

- Los únicos sectores del hospital que están asegurados son las salidas y la habitación de los hermanos Akuma.- agrego Luna.

- Eso no responde mi pregunta, están bien?- les responde el Dr. Freak mientas se seca la cara con una toalla.

- Muy bien. Solo venimos a decirte dos cosas, la primera es: Ten cuidado con los Akuma.- le advirtió Sol.

- Y la segunda: Alejate de Beatríz.- agrega Luna.

Luego de las extrañas advertencias recibidas, Tobías, decide preparar los medicamentos y argumentos necesarios para todos sus pacientes, ya que se que se quedo preocupado por las hermanas.

Las confusiones de Tobías sobre su nuevo lugar de trabajo son cada vez mas.

La mañana del lunes le tocaba su primera sesión con sus nuevos pacientes, cada fin de mes seria su terapia grupal, pero los lunes eran los días de las gemelas.

Luego de que acomodo todo en su nuevo consultorio escucho que se abría la puerta, y vio como dos figuras pálidas de cabello negro y ojos de miel entraban en la habitación.

- Hola chicas, buenos días.

- Hola Tobías.- Saludaron las hermanas al unisono.

- Como saben mi nombre?- este empleo para Tobías era como un juego de preguntas y respuestas.

- Se dio cuenta de que este no es un manicomio normal verdad?- le pregunto Luna.

- Y también se dio cuenta de que todos tomamos las mismas píldoras?- cuestiono Sol.

- Por que me dicen esto?- su expresión era muy parecida a un niño confundido.

- Porque nos ordenaron hacerlo.- dijeron las hermanas al mismo tiempo, como dos robots sincronizados.

- No entiendo. Quien se los ordeno?- confusión era el sentimiento de Tobías en ese momento.

- Lo sentimos Dr. Freak el tiempo se agoto. Debemos irnos.- otra vez las hermanas habían hablado al mismo tiempo.

Tobías trato de seguirlas afuera del del consultorio pero desaparecieron como niebla. Lo que lo había dejado mas confundido era la sinceridad de sus palabras. Lo único que lo asusto fue el miedo que salio de eso ojos acaramelados cuando dijeron que se les ordeno decirle esas cosas.

No tubo mucho tiempo mas de pensar en el asunto ya que habían llamado a la puerta de su consultorio nuevamente. Al abrir la puerta se encontró con una joven de cabellos rubios casi blancos, ojos grises con ojeras y vestida con un pijama negro abrazando un gato de peluche.

- Hola eres Heleonor, verdad?- pregunto el Dr. Freak tratando de parecer lo mas amable posible.

La única respuesta de la chica fue un bostezo y un desmayo.




Extrañas Amistades [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora