A la luz...

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ESTÁ MUERTO!- gritaba Israel desesperado, como si nunca hubiera visto sangre en su vida, aunque en realidad, le tiene una fobia EXAGERADA a la sangre.

Papá y mamá se levantaron a ver al gato patas arriba, con todo el estomago abierto, se podía ver todos sus órganos con facilidad, simplemente era una escena gore y macabra, que llenó de terror incluso a papá. Yo me quedé petrificada, otra vez, viendo como la sangre seguía escurriéndose, nunca lo habíamos visto, ya que ella lo tapaba, pero mi hermano es demasiado observador.

-Oh Dios mío...déjenme explicarl...-

-¡ASESINA, RUFIÁN, BRUJA!- interrumpió a gritos mi hermano, ahora estaba rojo de la rabia, se le marcaban las venas en su cuello y comenzó a sudar.

-¡Israel, YA BASTA!-

-¡¿PIENSAS MATARNOS IGUAL COMO LO MATASTE?!-

-dije....BAAASSTTAA-

La mano de papá hizo un contacto fulminante en la cara de Israelí, hubo silencio en la sala y el eco del golpe seguía retumbando en mis oídos, cuando miré, papá miraba con rabia a Israel, mientras este se quedaba boca abajo con su mano tapándole media boca y casi toda la mejilla izquierda.

¿Que diablos fue eso? ¿Porque mi hermano reaccionó así? De venir a charlar sobre unas recomendaciones vacacionales, se convirtió en un sádico evento de enojo, ira y asombro.

-Metete al carro, y es ahora, pequeño idiota, te convertirás en el nuevo limpiaparabrisas- dijo papá con la cara roja.

Israel no lo volvió a mirar en ningún momento, ni a mí ni a mamá, solo se dirigió a la puerta principal con la cabeza baja, para luego salir y entrar al coche, sin quejarse ni decir nada.

Nos volvimos a virar donde Roxanna, esta tenía su cara pasmada como si hubiera visto un fantasma, parece que había llorado, pues se veía el maquillaje negro escurriéndose por sus mejillas.

Yo no sabía a quién creerle, volví a mirar atrás de Roxanna y el gato no estaba, todo estaba limpio y parecía que lo que habíamos visto fue una visión.

-Papá, ¿donde está el gato? ¿No estaba muerto?- dije mirándolo, sentía que en cualquier momento moriría de hipotermia, el terror era tal que me dio un frío inexplicable.

-¿Gato? ¿De qué hablas?-

-¡El que estaba ahí! ¿no lo viste?- dije acercandome a el.

-Estás como tu hermano, ¿de que gato hablan? Israel comenzó a gritar sobre un gato muerto, no había nada allí, ¿que les sucede últimamente?- dijo alzando la voz, pero me puse rabiosa (que raro no?) y me paré frente a él amenazante.

-Papá, estás borracho o que? ¿No crees que es raro que el gato no esté?- grité mirando su cara de nerviosismo, que rápidamente se convirtió en un monstruo.

Habitación 666Donde viven las historias. Descúbrelo ahora