Estaba tan decidida ahora.
Iba corriendo hasta la casa de Connors, pero en el camino chocó con alguien.
Hablando del rey de Roma.
Ella lo abrasó fuertemente y le susurró al oido:
-Te quiero.
A el le tomó por sorpresa y no sabia si estaba soñando o no, pero si era un sueño lo aprovecharía.
Le rozó los labios con los dedos, un poco temblorosos por los nervios y el poco calor en la atmósfera, se inclinó hasta Ally y la besó.
El tiempo se detenia de poco a poco para ella y su respiración cada vez se volvia más lenta hasta dejar su último suspiro en ese beso.
-Ally.....Ally!Reaciona Ally! Alguien ayudeme porfavor!
Con lágrimas en los ojos Connor tomó el movil y llamó con voz quebrada a emergencias.
-¿Puedes contarme que pasó?
-No se que inconciente y no lo se señor...
-¿Ella tiene alguna enfermedad?
-Bueno no lo sé, hace poco estuvo en el hospital por sus pulmones y...
Entonces midió su pulso, que desapareció como huellas en la arena.
-Lo siento chico.
-No... No! Maldita sea no! Usted puede salvarla ayudela señor!
Pero esa tarde Ally se fue, una fría tarde de invierno, la última flor de invierno murió ese día, solo se puede asegurar una cosa, despúes de leer aquella carta sabemos que ella murío de la manera en la que su hermanita hubiera deseeado.
Felíz .
